En 2004 Guillermo Chifflet tuvo activo protagonismo en el planteo y posterior aprobación en Cámara para que Uruguay mocionara en la ONU el tema de la instauración del día 24 de abril de cada año como "Día Mundial de Denuncia y Repudio a todo Genocidio"
Durante la discusión general, Chifflet, manifestó:
“Esta propuesta de que Uruguay promueva en Naciones Unidas que se fije un día de denuncia y repudio a todo genocidio es una de esas ideas generosas que pueden estar en la base de una política internacional de Estado que alguna vez habrá que determinar para el país. Si se concreta esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de todas las fuerzas políticas, será una contribución importante a la defensa de los derechos humanos.(...)
“Proponer en Naciones Unidas que se declare el 24 de abril de cada año Día Mundial de Denuncia y Repudio a todo Genocidio significará, en primer lugar, que el país honra los compromisos internacionales. En segundo término, permitirá una acción a escala mundial que tendrá como objetivo fundamental una prédica, una campaña para erradicar todo tipo de genocidio, es decir, uno de los más graves delitos de lesa humanidad, como ya dije. El día elegido es, además, todo un símbolo, porque el 24 de abril es el día fijado como aniversario del genocidio del pueblo armenio, crimen que se intentó ocultar durante mucho tiempo por los responsables y por una innegable complicidad internacional.(...)”
“(...) los sectores juveniles de la comunidad organizaron marchas de protesta y de denuncia, con plena conciencia de que la circunstancia de que aquel genocidio que tuvo aspectos culminantes en 1915 no hubiera sido juzgado, había facilitado otros genocidios.”
“Hoy, al plantear ante el Ministerio de Relaciones Exteriores que Uruguay promueva en Naciones Unidas la Declaración de un Día de Denuncia y Repudio a todo Genocidio -planteamiento que cuenta con el apoyo unánime de las fuerzas políticas de esta Cámara- quizás importe destacar que esta será una contribución de nuestro país a las mejores causas de la humanidad. Porque no habrá paz auténtica mientras la verdad no sustituya a la impunidad. Porque la verdad, en toda latitud, coincide finalmente con la justicia histórica.”