Como era de esperar la “conflictividad” aumenta: los funcionarios públicos enfrentan por su lado el proyecto de Rendición de Cuentas que constituye otra descarga de la andana conservadora, privatizadora y neoliberal de este gobierno, la movilización incluye aspectos de defensa y salvaguarda del papel y la función de los entes y servicios públicos; tampoco los privados están ausentes del conflicto quienes por su parte plantean la lucha por el salario, el empleo y contra las arbitrariedades patronales.
En la medida que se agudizan las contradicciones, se comienza a transitar una etapa de lucha de clases abierta, con la natural profundización, extensión y radicalización de las mismas.
La negociación ha visto disminuir su calidad y amplitud, no son pocos los signos que ponen en relieve el inicio de una etapa caracterizada por pulseadas y pujas importantes, con la finalidad de mantener las condiciones de existencia y necesidades vitales de los trabajadores y de la población en general sumando a todo esto la defensa de la soberanía del país.
Aquí van unas “pildoritas” de algunos de esos combates, que Claridad hace suyos.