La fuerza de la derecha

Griselda Leal Rovira

La situación del planeta está pasando por un momento muy crítico y hay varios factores que nos están mostrando señales: el cambio climático; la contaminación ambiental, en particular la cantidad de desechos no biodegradables en tierra, ríos y océanos; el avance de la tecnología bélica teniendo en cuenta los enfrentamientos entre países y regiones; la explosión demográfica en algunas regiones, particularmente en los países y regiones pobres e implosión en otros, sobre todo en el primer mundo; las migraciones con características diferentes a las de otras épocas con una indiferencia y deshumanización por parte de autoridades; la sobre explotación de los recursos naturales y la incertidumbre que representa el avance de la Inteligencia Artificial con sus posibles consecuencias negativas.

La lenta decadencia del país más poderoso del planeta cada vez se va sintiendo de peor manera y se está acentuando con la llegada al gobierno del nuevo presidente de los Estados Unidos.

La estrategia de Donald Trump pasa por anexar a su país Canadá, Groenlandia y el Canal de Panamá y su manifiesta intención de adueñarse de la Franja de Gaza con el beneplácito del primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu, cosa que ha recibido el rechazo de buena parte de gobernantes y autoridades.

Esta propuesta tiene características casi macabras al proponer un paraíso de esparcimiento turístico sobre las ruinas de la ciudad, ruinas que aún mantienen cientos de cadáveres de hombres, mujeres y niños mezclados con los escombros.

Con respecto a la guerra de Ucrania, que como sabemos fue promovida por la OTAN, cuyo principal líder es el gobierno de Estados Unidos, que cercó a Rusia para que entrara en el conflicto, endeudó a Ucrania con la venta de armamentos y ahora pretende cobrar, apoderándose de las riquezas naturales que son muchas y la industria del imperialismo las necesita. Realmente todo es tremendamente macabro.

Su proyecto de recomponer la industria que en buena parte fue desmantelada cuando muchas empresas decidieron trasladar sus fábricas al Tercer Mundo para abaratar costos y las que quedaron en Estados Unidos dependen de partes fabricadas en otros países incluidos los de oriente, ha de llevar varios años, mientras tanto con su estilo patoteril se dedica a poner aranceles y sanciones a todos aquellos que se oponen a sus propósitos.

Por otra parte, la ONU y el Foro Económico Mundial (o Foro de Davos) plantean la AGENDA 2030, que en principio es muy compartible, ya que entre otras cosas se refiere a acabar con el hambre y la pobreza, aunque tiene cuestionamientos por algunos grupos de izquierda.

El gobierno sionista de Israel, que si bien no han tenido más remedio que aceptar una tregua, presionados por la necesidad de la liberación de los rehenes, no han cambiado de idea con respecto a apoderarse de las tierras de los palestinos y posiblemente seguir por más, ya que según su visión del mundo, Dios los mandató para gobernarlo.

El papel de Europa es lamentable, está en el medio de la tormenta, apostó a apoyar a Estados Unidos en el conflicto con Ucrania y le salió mal la jugada, ahora hay discrepancias entre ellos, mientras Rusia les envía amenazas.

Pero los planes de Trump se encuentran con un adversario demasiado poderoso que es el grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) más Colombia y una larga lista de aspirantes a integrarlo.

Por más sanciones y aranceles que implante el gobierno de Estados Unidos, no va a ser fácil rivalizar con un block de países tan grande de los que también depende.

Los BRICS ya están pensando en hacer una moneda común que de a poco iría quitando poder al dólar, que ha sido y aún es la moneda más poderosa y confiable del planeta, aunque hace mucho que no tiene respaldo en oro, si bien no es un proyecto a corto plazo, ya hay varios países que comercializan el petróleo con otras monedas y de concretarse esta jugada, el dólar perdería valor causando un gran perjuicio para el Imperio yankee.

Argentina tiene un gobierno incalificable, vendido al fachismo, con el presidente Javier Milei que no está en sus cabales. No cabe duda que este personaje fue promovido por la ultraderecha sionista y las intenciones son de larga data, ya que la Patagonia Argentina (y Chilena) viene siendo codiciada por este grupo sin escrúpulos, que maneja inmensas fortunas y sigue acosando a los pueblos originarios con la colaboración del gobierno actual y la ministra Patricia Bullrich, reconocida por su inclinación a esa ideología.

Las noticias y los cambios se aceleran y es muy difícil predecir los acontecimientos.