David Rabinovich
-¿Cómo es posible que venga usted sólo cuatro días por semana? le recrimina el gerente al obrero.
-Porque si viniera a trabajar sólo tres días, no ganaría lo suficiente para vivir, le responde el proletario con amabilidad.
Este diálogo distópico me resultó representativo de actuales debates.
En Uruguay. Los cabildantes impusieron al gobierno -que pretendía 25- la consideración de 20 años para el cálculo jubilatorio y una duplicación de las bonificaciones para el personal “combatiente” de las Fuerzas Armadas; en tanto, los colorados obtuvieron en “la gata parida!”1 de último momento, una reducción del Impuesto a la Asistencia de la Seguridad Social (IASS), que sólo pagan las jubilaciones más altas. En realidad el sistema necesita tener su financiación asegurada para poder atender las necesidades de la sociedad. Esa financiación no representa problema alguno si miramos los niveles de productividad y producción de las economías en su conjunto.
En el mundo. Bastaría dejar de gastar en armas. Con asegurar la paz, alcanza para liberar recursos más que suficientes; además, si hubiera una distribución justa de los ingresos y la propiedad, los niveles de bienestar serían muy altos y para toda la humanidad.
Pero los trabajadores que tienen trabajo, esos privilegiados, no ganan ni en 9 días lo suficiente para los gastos familiares de la semana. A mí no me pregunten qué sistema propongo, yo sólo sé que éste no sirve.
Teologías.2 Caminaba por la peatonal cuando fui abordado por un vendedor callejero. El muchacho me ofreció medias y otras cosas que realmente no necesitaba, pero daba ganas de ayudarlo. Pregunté por lo que sí me venía bien:
-¿Bolsas de basura tenés?
-No trabajo para el pastor, trabajo para mí.
Tendría que haberle comprado algo. Cualquier cosa.
Por estas sufridas tierras del sur pobre, viene ganando terreno una religión que postula entre, otras cosas, que “el éxito” está a nuestro alcance y basta encomendarse a dios y pagar el diezmo a la iglesia para obtener, mediante el favor divino, soluciones a nuestros problemas mundanales. Hay estudios, como para todas las religiones, sobre la “teología de la prosperidad”.3 Todos los que conozco advierten que la prosperidad está reservada sobre todo para los pastores que suelen amasar fortunas…
Estas iglesias además, se están transformando en factores de poder político e inciden en las elecciones de los países donde logran arraigo. Son gente muy militante los evangélicos.
Siempre dispuestos a considerar la productividad a la hora de conversar con los trabajadores sobre salarios o condiciones de trabajo, los líderes de las Cámaras empresariales tienen un conocimiento exhaustivo de la “teología de la productividad”. Las enormes riquezas que ya fueron apropiadas por unas pocas familias es un tema fuera de la discusión. De ahora en adelante hay que producir más y generar más utilidades, para que siendo más competitivos se caiga alguna miga de la mesa. ¿Su religión no les permite hablar del reparto de “los bienes terrenales del hombre”?4
Para sectores conservadores del catolicismo, “La sana doctrina enseña sin embargo, que no es ni teología de la miseria, ni teología de la prosperidad, sino ética del trabajo. Que Dios prospera la obra de nuestras manos, que bendice nuestro esfuerzo personal honesto, si nos sometemos a las leyes que Él ha puesto para la economía.”5
“La teología de la liberación es una reflexión que, a partir de la praxis y dentro del ingente esfuerzo de los pobres, junto con sus aliados, busca en la fe cristiana y en el Evangelio de Jesucristo la inspiración para el compromiso contra la pobreza y en pro de la liberación integral de todo hombre.”6
Debates actuales. Según La Diaria, la economista Alejandra Picco del Instituto Cuesta Duarte dijo que “los aumentos que se estén dando en la productividad se puedan distribuir”7 y que con menos horas de trabajo pueda haber más oportunidades para quienes busquen empleo. Dos notas de mi parte: el aumento de la productividad ha sido inmenso y el reparto siempre injusto. El que las personas trabajen menos horas por semana va en sentido contrario a la reforma que obliga a mantener la actividad más años. Distribuir mejor el trabajo socialmente disponible también es un objetivo legítimo. Dado los márgenes de ganancia que ostentan sectores muy minoritarios de la sociedad y las fortunas acumuladas en pocas manos, es posible ofrecer “seguridad social” a todos a lo largo de toda la vida. Hay que organizarse diferente.
Picco explica que “la productividad de las personas tiende a ser decreciente a lo largo de la jornada”. Se recortarían aquellas horas con menor productividad. Y no menos importante resulta considerar los beneficios de una sociedad de personas más felices.
Pero para Diego O’Neill, presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales8 “no parece oportuno en el Uruguay de hoy” una reducción de la jornada laboral porque “los desafíos que tiene Uruguay por delante van por el lado del aumento de la productividad y esta sería una medida en dirección contraria”.9 Países que han ensayado una reducción del tiempo de trabajo, sin disminuir salarios, han tenido resultados positivos.
Ante la iniciativa de la Central de trabajadores (planteada el acto del 1° de Mayo) a los empresarios les “preocupa mucho” para eso “la cantidad de gente que tiene pocas aptitudes para acceder al mundo del trabajo y sólo consigue trabajos de muy baja calificación”. O’Neill reclamó “encontrar los caminos para darle formación a toda esa gente y poder tener una población económicamente activa en condiciones de acceder a trabajos de calidad”. “No nos parece que haya razones para pensar que la reducción de la jornada laboral sea necesaria para darle oportunidad a la gente que hoy no tiene trabajo”,10 sentenció.
Todo es ideología. Pero no sólo ideología. En definitiva se trata de creencias, convicciones y conveniencias. Las desigualdades sociales generan, “…la falta de proyectos que impliquen algo más allá de hacerse de una mercancía, de consumir como forma de estar y de ser, nos lleva a una falta de perspectiva del futuro. La obsesión maquinal por el consumo y por la exhibición, es parte de una manera de existir en esta sociedad actual”. 11
En 1848 Carlos y Federico escribieron: “En la sociedad actual, la propiedad privada está abolida para las nueve décimas partes de sus integrantes; existe en la medida en que no existe para esas nueve décimas partes”.
Ese sigue siendo el fondo del debate.
1 ¿Te acordás en la escuela, cuando nos sentábamos 7 en algún banco largo, previsto para 4 y forcejeábamos a ver quién salía despedido? La gata parida se llamaba y solía terminar, no pocas veces, en piñata general.
2 El estudio de la teología es un discurso que tiene sus condiciones, reglas, método, estructura y normas fundamentales y se enfoca en el estudio de Dios y la relación de los seres humanos con ese Dios. (Google)
3 El núcleo de esta «teología» es la convicción de que Dios quiere que sus fieles tengan una vida próspera, es decir, que sean económicamente ricos, físicamente sanos e individualmente felices. (ídem)
4 https://www.academia.edu/19602220/Huberman,Leo:Los Bienes Terrenales del Hombre
5 https://www.bible.com/reading-plans/26816-liderazgo-y-productividad/day/2
6 https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-
7 https://ladiaria.com.uy/politica/articulo/2023/5/propuesta-de-reduccion-de-la-jornada-laboral-abrio-debate-partidario-y-encontro-oposicion-en-el-empresariado/https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-57730848
8 https://confederacionuy.com/camaras-fundadoras/
9 https://ladiaria.com.uy/politica/articulo/2023/5/propuesta-de-reduccion-de-la-jornada-laboral-abrio-debate-partidario-y-encontro-oposicion-en-el-empresariado/https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-57730848
10 https://ladiaria.com.uy/politica/articulo/2023/5/propuesta-de-reduccion-de-la-jornada-laboral-abrio-debate-partidario-y-encontro-oposicion-en-el-empresariado/https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-57730848