Petrobras abandona el Uruguay, al igual que lo hace en otros países del continente

Reportaje de Eduardo Aparicio

Petrobras se va del Uruguay como parte de una política que la empresa está llevando adelante también en otros países del continente, aunque en cada uno de acuerdo a las circunstancias particulares. Aquí, se va de mala manera desde el punto de vista del comportamiento que correspondería a una empresa responsable, a las deficiencias de la gestión agrega en su retiro el coletazo de la agresión a sus trabajadores, enviándolos al seguro de paro al tiempo que anuncia que ya no volverán y otras actitudes  por el estilo que encuentran en el aguerrido sindicato de históricos antecedente de lucha las respuestas del caso. Una de ellas es la huelga de hambre que han iniciado tres integrantes del sindicato, ubicados en la carpa que levantada frente al Cabildo de Montevideo, en Juan Carlos Gómez y Sarandí donde iniciamos nuestro diálogo con Pablo Sequeira dirigente sindical.  

¿Cuál es el estado del conflicto al día de hoy?

Estamos en el cuarto día de huelga de hambre, los compañeros están anímica y físicamente bien. Ahora  estamos a la espera de una respuesta, que tiene que venir del lado del Poder Ejecutivo No le estamos planteado nada a la empresa pues sabemos que no va a contestar nada. La empresa ya anunció su voluntad de retirarse, cosa que el sindicato desde hace tiempo venia alertado a la opinión pública y a las autoridades. Todo su accionar apunta al retiro, quienes tienen que poner mayor voluntad, son el Ministerio de Industria y Energía (MIEN) y el Poder Ejecutivo, ya que  se trata de un servicio público que fue concesionado en 1995 y asumido en 2006 por Petrobras. Nosotros le planteamos a las autoridades que la situación se resuelve en la medida que los 20 compañeros que hoy están en el seguro de paro -seguros de desempleo que expiran la semana que viene- sean reiterados y que se saque de arriba de la mesa la amenaza de despidos. También hay que recordar que la empresa lo que planteo en la última tripartita fue una reestructura salvaje donde se eliminan sectores que pasaban a ser tercerizados con el despido de 37 trabajadores. Nosotros entendemos que una empresa que se está yendo no tiene sentido que mantenga compañeros en el seguro de paro y que procure concretar despidos. La salida inmediata es el reintegro, luego se abrirá esa instancia entre el gobierno y la empresa para procesar la salida. Nosotros celebramos el retiro de esta empresa que lo único que ha hecho es traer perjuicios al país,  a sus a trabajadores y a los usuarios.

¿El poder ejecutivo podría intervenir ante la caída de la concesión?

Es que tiene la obligación, porque el contrato de concesión establece que el Estado no puede permitir que el servicio no sea brindado. Hay una ley que está vigente -la 14. 142- por la cual el Estado, si así lo dispusiera, puede asumir directamente el servicio, retomando el modelo anterior ya practicado, consistente en instalar  una intervención con delegados del Poder Ejecutivo y un representante de los trabajadores en el directorio bajo el derecho privado. Vale la pena recalcar esto ya que hay ciertos personeros del sistema político que plantean que los trabajadores lo que quieren es volverse funcionarios públicos, lo único que queremos es que no se pierdan los puestos de trabajos y que se pueda prestar el servicio. Seguramente están preocupados por que son ellos, blancos y colorados, los responsables de la privatización. Primero, en el gobierno de Lacalle y luego, durante el gobierno colorado,  nos cerraron la planta de producción, atando el destino de la empresa al suministro de gas desde la Argentina. Deberían hacerse autocritica sobre el grave error estratégico que constituyó la privatización

¿La solidaridad del movimiento sindical, con la lucha de la UAOEG está presente y se hace sentir?

Sin duda. Hacíamos una nota con los compañeros de una radio amiga, cuando fuimos el 1° de Mayo, desde la carpa al mitin en la Plaza de los Mártires de Chicago, fueron impresionantes las muestras de solidaridad, cariño y apoyo cuando marchábamos a pie con los tres compañeros huelguistas. Ni que hablar el respaldo del Presidente del PIT-CNT que incorporó nuestra lucha a su discurso, afirmando que este no es un tema aislado, sino que está en lo medular de la agenda del movimiento sindical y que debe haber soluciones de fondo. Nosotros enfrentamos una arremetida  de esta patronal extranjera que se ha intensificado después de la salida de Dilma Rouseff de la presidencia. Desde el 2016 la empresa practica una política represiva a los trabajadores y de agravio al país… Yendo a una respuesta concreta a tu pregunta, a diario pasan los trabajadores expresando y dejando su solidaridad, confirmando que este no es un conflicto aislado sino que está íntimamente relacionado con la defensa de la soberanía energética del Uruguay.

¿La Comisión de Legislación del Trabajo de Diputados ha jugado un rol en este conflicto?

Por cierto que sí. realizo varios intentos para destrabar la situación y encontrar caminos de salida, pero lamentablemente no ha encontrado eco en la empresa que se mantiene inflexible en sus posturas y su accionar. El día que aplicamos el control obrero hubo un intento de parte de los legisladores procurando que se levantaran los seguros de paros y la amenazas de despidos para proceder al desalojo pacifico, pero la respuesta de Petrobras fue negativa.

El diálogo es seguido atentamente por los otros dos trabajadores que asienten y reafirman las palabras de su compañero por lo que extendemos el diálogo incorporando a Javier Ortiz .

¿Qué opinión les merece los posicionamientos de miembros de la oposición sobre este conflicto?

Son realmente lamentables, nosotros estamos peleando por nuestro trabajo, en defensa del servicio público y por el Uruguay; porque lo que realmente pretende  esta empresa es retirarse llevándose dinero; ya perdió un juicio. Estos políticos salen a defender a la empresa afirmando que lamentan la salida, que pierde el país,  cuando la política de Petrobras demostrada en su salida de Argentina, Perú y Paraguay no es otra que la de desinversión- privatización. Una política que también practican en Brasil donde tienen previsto el cierre de ocho refinarías  que dejará en la calle a más de 4500 trabajadores. Resulta espantoso que aquí Mieres, Sanguinetti y otros se lamenten porque se va Petrobras. En los últimos años esta empresa le ha hecho un mal impresionante al Uruguay, no invirtiendo, dejando tirados, a la deriva a los clientes. A veces desde el Ministerio nos dicen “no tenemos nada contra Petrobras porque cumplen todo”. Pero preguntamos nosotros: ¿Qué más se puede tener que la ola de bajas masivas? Se han dado de baja  7000 clientes, cuando el plan de negocios de la concesión establecía que en 10 años iba a haber 80.000 clientes y ahora, en vez de tener 47.000 como cuando éramos públicos, tenemos 39.000 clientes, porque se va la gente por el mal servicio que se presta, por lo que se les cobra, por que se los deja librados a una lógica expoliadora de economía de mercado.

 

Huelguistas de hambre en la carpa cuando Claridad se hizo presente