¿Qué nos dejó el 1° de Mayo?

 

 

Escribe:  Edmundo Ballesteros

Para responder la interrogante hay que referirse a tres momentos: polémicas y debates previos ligados a la presencia minoritaria en la oratoria; el discurso central y la cadena vespertina de radio y televisión.

El cumplimiento esperado de un ritual con dos concentraciones en Montevideo, que congregaron los públicos habituales tanto del PIT-CNT , como de  la pequeña Confederación Gremial y Sindical del Uruguay (CGSU), mostraron el nivel de movilización callejera de las distintas expresiones sindicales.

En la Plaza Mártires de Chicago,  como siempre, quedó puesto de manifestó la indiscutible representatividad del PIT-CNT, como genuina expresión del movimiento sindical  del Uruguay, en consonancia con el historial de luchas que dio lugar a su nacimiento y que han permitido recorrer el camino de la resistencia y  consolidar su accionar presente..

Finalmente  la oratoria estuvo a cargo de Alba González, de Madres y Familiares de Detenidos y Desaparecidos, Milka Sorribas y Soledad González  por la Intersectorial Feminista y Fernando Pereira, presidente del Pit-Cnt.

Se llega a este  1° de Mayo en medio de una fuerte polémica interna centrada en la discusión sobre la independencia de clase y la inquietud compartida por  todas las corrientes de no jugar como apéndice gubernamental.

Claro está que si bien la preocupación fue compartida por todos, los lineamientos tácticos y  los criterios políticos de la mayoría, conformada por las corrientes “Articulación” y “G. Cuestas”, y los de la minoría integrada por “En Lucha”, “Grupo de los 8”, fueron bien dispares y tal vez,  la conducción mayoritaria no haya logrado su propósito de trasuntar y transmitir esa imagen de no subordinación a las directivas oficiales.

En el campo minoritario  desde “En Lucha”, y especialmente Adeom , que  movió sus fichas, se reivindicaba poder dirigir su mensaje disidente, compartiendo la tribuna con el representante de la mayoría Fernando Pereira, lo que fue rechazado. Entonces, inevitablemente la discusión también orbitó en torno a la cuestión de  la participación y expresión de las minorías y su acatamiento de la orgánica. Adeom sostuvo que era víctima de un  virtual veto al excluirse la presencia  en la tribuna de su Secretaria General, Valeria Ripoll. Al interior “En Lucha”, se hicieron escuchar posiciones distintas, las  que no hacen otra cosa que resaltar los matices y diferencias que caracterizan la existencia de esta corriente que no es, ni pretende ser monolítica. El Grupo de los 8, a través del  sindicato de trabajadores de la enseñanza privada, SINTEP, surgió como principal articulador de la tercera vía política en la interna, ante la polarización mediática por la oratoria, sobre todo, reivindicó la necesidad de reafirmar ese lineamiento que integra el basamento fundante de la CNT desde los tiempos del  proceso de unificación sindical, de unidad en la diversidad, el que conlleva que las minorías puedan hacer escuchar su voz. Además sus críticas se centraron sobre otro aspecto:  problematizar la legitimidad de la intersocial feminista para compartir la oratoria en el acto sindical, por su composicion. El Grupo de los 8  coincidió en la importancia de la presencia de la mujer en el mensaje, pero  entendió que le correspondía a una mujer trabajadora ocupar el micrófono. Aludiendo al  juego de las mayorías y minorías dentro de la vida orgánica, Sergio Sommaruga  declaró en Brecha (Edición  1744)…. “Quienes tienen la mayoría deben suponer que su legitimidad también reposa en el respeto a las minorías; si no, hay una práctica indolente del liderazgo transitorio. Y eso no es democrático. Pero también está el problema de colocar las mayorías en el lado de la traición, de la mezquindad ética, en el lado de lo peor. Eso degrada la política. El objeto de lo que estamos discutiendo debería ser el rol político de los trabajadores en esta circunstancia”.

Conocido es el rezago que tiene el PIT-CNT en  lo que hace a asegurar la presencia paritaria de la mujer en las  direcciones y conducción de los sindicatos, así como sus dificultades para incorporar plenamente la cuestión de género. Más allá que cuenta, desde el 85, con una Comisión de la Mujer, no hay dudas  de que la plena presencia feminista tiene que ser vista como un avance. Sin por lo tanto descuidar las aristas críticas señaladas entre otros por Sommaruga, además, en la apertura para la integración de la intersocial feminista, hay que identificar un gesto de amplitud y acercamiento a los movimientos sociales. Tampoco deja de ser relevante que por primera vez se escucha la palabra  del colectivo feminista con su discurso explícito. Sin olvidar que el mismo Pit-Cnt, que hoy elige dar un lugar de relevancia al discurso feminista, hace tres años que no vota que el paro del 8 de marzo sea de 24 horas, ni únicamente de mujeres.  Desde el estrado esta vez no solo se escucharon reclamos al Estado, sino también a los propios compañeros, que empiezan a expresar su voluntad de que más mujeres participen en los espacios de decisión.

Si hacemos un breve repaso analítico de la oratoria,  que se extendió por más de una hora, comprobamos que la intención de las corrientes mayoritarias  de no quedar entrampados en  una identificación con el gobierno no fue lograda. Pereira  se encargó de aclarar que allí no estaban representando la voz del oficialismo ni de la oposición”, sino la voz de los trabajadores” . Del examen  de sus palabras podemos resaltara algunas omisiones, donde sobresalen las referidas a la instalación de UPM 2 , -que hacen parte de las indefiniciones voluntarias- , ya que no existe un pronunciamiento del PIT-CNT sobre el tema, más  cuando hay señales de las cuales se puede inferir que el gobierno pretende evitar un debate abierto sobre el tema a nivel país y que opta por sellar el acuerdo definitivo antes de febrero de 2020 en el marco de una dinámica de hechos consumados.

No deja de impactar  el silencio exhibido sobre la posición  y pretensiones de la empresa finlandesa sobre los cambios que exige en la legislación laboral,  los que hace parte de las negociaciones que se llevan a cabo en la actualidad con el gobierno, negociación de la cual no se desprende el  humo blanco, mientras los sindicatos involucrados, por lo menos a nivel discursivo, mantienen una postura de rechazo. Fue imposible que esta omisiones pasaran inadvertidas para quienes estaban en el acto, o escucharon su retrasmisión o lo leyeron en la prensa. También es bueno revisar algunos énfasis de la oratoria, así es que se puede pensar que no se recalcó suficientemente los aspectos deficitarios de la problemática del empleo, destrucción de puestos de trabajo, calidad del mismo,  nivel del salario; más cuando eso es un hecho conocido que todavía 500.000 trabajadores ganan menos de 20.000 pesos, y que en los Consejos de Salarios quienes tienen remuneraciones menores o pertenecen a sectores “en problema”, poco han obtenido (ver nota de Jorge Notaro Claridad 16). También fue soslayado el tema de la defensa de la legitimidad del control obrero para los trabajadores, de medidas que integran el arsenal de las metodología de lucha, particularmente cuando el asunto venia de estar en el en el tapete en el conflicto del gas,  cuando la medida dispuesta el 23 de abril por la UAOEG fue desarticulado en el marco de la judicialización del asunto.

Otro aspecto que merece detenerse sobre él, es la confirmación en la oratoria de Pereira  del rechazo abierto a los paquetes neoliberales que podría impulsar un eventual próximo gobierno conservador en el Uruguay; se trata de una reafirmación entendible y esperable, pero  ella también elude referirse , aludir, a una serie de sistemáticas medidas de corte social liberal, impulsadas por los gobiernos progresistas durante los últimos quince años, que afectan los intereses de los trabajadores y que en ciertos casos en  forma puntual han encontrado la oposición de sindicatos de rama y en algunos casos del propio PIT-CNT. ¿Por qué no referirse a la vinculación entre el social liberalismo y lo neo liberal? Sin duda que en consecución de la omisión pesa mucho la construcción  y defensa del dilema de hierro, -consistente en silenciar los puntos y aspectos que distancia al movimiento sindical de la gestión gubernamental progresista-, en aras de cerrar filas para evitar un retorno de las derechas a la conducción del país..

Así se cuela la funcionalidad del movimiento sindical hacia la política progresista. Que tiene su pivot en incluir en el bloque de los cambios de gobierno, partido de gobierno, movimiento sindical y movimientos sociales, y eso mientras algunos sostienen que el partido de gobierno, en tanto es una pieza clave de  la institucionalidad del gobierno, no puede considerarse parte del tan mentado bloque. Simplemente porque al ocupar posiciones de gobierno se produce un distanciamiento entre la izquierda política que participa en el gobierno y la izquierda social en todas sus expresiones. Este es un tema central, que conecta con la tan manida consigna de la independencia  y no presindencia. Ya que tenemos un gobierno de base y naturaleza policlasista, que por momento impulsa medidas políticas y estratégicas que chocan con los intereses de los trabajadores. Los efectos y consecuencias de las políticas neoliberales no solo son un asunto del pasado, un riesgo a futuro, sino que en cierta medida ocupan y surcan el presente. La incitación a prevenir y contraponerse al riesgo y la amenaza, esconde la complacencia con los renunciamientos y diferendos que están presentes en el hoy.

Un momento importante del discurso de Pereira fue cuando afirmó que se opondrían con total firmeza y convicción  a cualquier intento por parte de la Intendencia de Montevideo, de recurrir a rompe huelgas, en primera fila estaba sentando el ex intendente de Daniel Martínez, actual  pre-canditado del FA, Entre los invitados había varios integrantes del gobierno municipal capitalino que impulsa una controvertida política al respecto.

Toda liturgia tiene que ser vista e  interpretada en la forma y el contenido, así que una vez más la organización optó por tener un espacio de sillas blancas para invitados especiales, ocupado en gran parte por integrantes del gobierno, que como  el Ministro Murro lucían la gorrita del PIT-CNT. Tal vez se expliquen que buscaban protegerse del sol otoñal y a su falta de previsión por no haberse procurado una protección para su testa; cuando el ex Ministro Aguerre lucía en algunos eventos la gorrita de los cultivadores de arroz, no caía bien, y ponerse la de los trabajadores, no implica  que estos gobernantes y políticos de izquierda estén siempre del lado de los trabajadores en el cruce de camino y las encrucijadas entre el capital y el trabajo.

Siguiendo con algo que se ha vuelto costumbre el PIT-CNT irradió un mensaje por cadena, y fue en este espacio donde se desvanecieron las distancias con el gobierno. Lo medular del mensaje estribó en un análisis a partir de los logros alcanzados desde el 2005, yuxtaponiendo conquistas, con medidas de gobierno. Hubo alguna alusión a lo que falta, pero poco y nada con lo que se hizo y no se está de acuerdo, ni con medidas y actitudes regresivas. La lógica es decir adoptamos 59 medidas de lucha en oposición a orientaciones del gobierno, por lo tanto no somos ni correa de trasmisión, ni brazo ejecutor de los gobiernos progresistas.

En pleno año electoral, con la campaña lanzada, listar el diferencial que representó  para los trabajadores la llegada al gobierno del FA en comparación con los gobiernos de los partidos histórico, tiene su lógica, pero  también frente a una elección que tendrá un final de bandera verde, señala una inclinación en materia de preferencias electoral y refuerza el ya mencionado “dilema de hierro”.

Richard Read  viejo dirigente y referente sindical, proveniente de la FOEB, que hoy hace parte de En Lucha, refiriéndose al mensaje de la cadena expresó: Costó entender que era el Pit-Cnt el que estaba dando el mensaje. Lamentable llegar a esto, existimos como herramienta unitaria con base en la pluralidad e independencia del poder político y empresarial. Sólo tengo tristeza y esperanza de rectificar este rumbo”.

Tal vez se pueda interpretar que por ser el último 1 de Mayo antes del acto electoral , se quiso  evitar que las voces críticas se hicieran escuchar en la oratoria del acto central como en años anteriores ocurrió , claro está que en tales oportunidades se respondía mas a la lógica de un “gobierno en disputa” . En tanto el mensaje  por cadena coloca al PIT-CNT en posición de escudero del gobierno, actuando como un engranaje de la maquinaria electoral que acapara la atención y desvelo de parte de la dirigencia (sindical y política) que en su hoja de ruta apuesta fuerte a un cuarto gobierno.

Si algo queda claro que  el peso de lo electoral, podrá relativizar, pero no lograra eclipsar, las importantes y claves luchas que los trabajadores tienen ante si.