Desde Claridad procuramos siempre mantener un espacio con informaciones breves de las luchas sindicales y sociales. En este número 82, al igual que en el anterior, centramos nuestro esfuerzo de periodismo militante en analizar el ciclo electoral.
Las elecciones están surcadas por la lucha y la perspectiva de clase, ese sigue siendo nuestro enfoque; no olvidamos que en paralelo a los agites y a la campaña, la lucha abierta y las escaramuzas entre el capital y el trabajo no se extinguen con el llamado obligatorio a que los ciudadanos concurran a las urnas a votar. En tiempos electorales y en sus efectos posteriores, la lucha de los trabajadores sigue siendo una constante al hacer parte de la cotidianidad de la militancia permanente y en parte debe ser vista como un contrapeso para los electoralismos simplistas, ramplones, que se adueñan de muchas expresiones políticas situadas en el campo popular.
Más que nunca vale y es aplicable y aquello del Cielito del 69… “un abajo que se mueve”, en este periodo post electoral asistimos entre otros a:
-Conflicto en las tiendas Zara, por liquidaciones erróneas en los salarios de noviembre, y un clima de persecución y hostigamiento a la actividad sindical.
A la Federación de la Industria Láctea, movilizada a raíz de conflictos en Coleme y Calcar, empresas con problemas estructurales, que descargan sus comprometidas situaciones económico-financiero sobre las espaldas de sus trabajadores. La cooperativa de Cerro Largo despidió 12 trabajadores. Al tiempo que lograron hacerse de los fondos de reconversión. La actual directiva parece apostar a que ganan más con la planta cerrada, que haciéndola funcionar.
En el Transporte, asistimos a nuevos episodios de situación crónica en Copsa, que pese a los cabos de salvataje lanzados desde el Estado (adelanto de subsidios y líneas de crédito) no cumple con el pago en fecha de salarios, aguinaldos y vacacionales.
En la Salud privada, Cudam atraviesa una crisis, y los responsables de su gestión quieren imponer una rebaja salarial, para campearla; sus trabajadores medicos y no médicos, rechazan este ajuste contra los asalariados y están en pie de lucha.
En los Frigoríficos, la Foica está en plena pelea por la firma de un nuevo convenio, que contemple aspiraciones y reivindicaciones en un sector donde los industriales se sitúan entre los ganadores.