Privatizan a  las subsidiarias de las empresas públicas 

Entrevista al senador Alejandro “Pacha” Sánchez

Por Luis Vignolo

- El tema que nos convoca es la LUC y específicamente el artículo 285 que habilita la venta de hasta el 49% de las acciones de las Sociedades Anónimas con participación estatal. ¿Cuál es su opinión al respecto?

- El 285 es un artículo de los más complicados que están en la Ley de Urgente Consideración por los impactos en términos estratégicos que puede tener en el futuro. Por la sencilla razón de que, además, este artículo fue colocado por un gobierno herrerista, por un gobierno de corte neoliberal, que ya conocemos cuál es su filosofía político-económica, en la cual se plantea el achicamiento del Estado como uno de los objetivos necesarios.

El presidente de la República en su momento habló de que había que “sacarle lastre” a la economía y hacía referencia justamente al Estado y, particularmente, este artículo habilita que se pueda vender el paquete accionario de las empresas que están en el derecho privado, pero son propiedad del Estado uruguayo.

Hay un conjunto muy amplio, grande y extendido de empresas en las cuales el Estado uruguayo tiene participación, creadas en las últimas décadas. Yo diría que las empresas públicas nacionales, UTE, ANCAP, ANTEL han ido evolucionando a lo largo del tiempo y se han transformado en un holding de empresas. Porque en definitiva, nuestras empresas han ido construyendo otras empresas en el derecho privado, sociedades anónimas, para llevar adelante determinados fines. Pensemos particularmente que la mayor distribuidora de combustibles del Uruguay se llama DUCSA, sociedad anónima, y es propiedad 100% de ANCAP.

Entonces, las empresas públicas han ido construyendo estos otros instrumentos que son subsidiarios, que hacen al negocio y a la actividad de nuestras empresas públicas pero que avanzan sobre otras áreas, muchas veces porque están en competencia. Entonces han ido construyendo este camino de generar empresas en el derecho privado para competir de otra manera con empresas privadas que están trabajando en esa rama.

Por lo tanto, uno de los efectos más importantes de este artículo sería, nada más ni nada menos, que la venta de patrimonio público, porque más allá del derecho que rija a estas empresas y a sus funcionarios, si es el derecho público o el derecho privado, lo cierto es que son un patrimonio del estado uruguayo. Es decir, los trabajadores de DUCSA no son empleados públicos, son empleados privados, pero DUCSA es una empresa que integra el patrimonio del Estado uruguayo. Por tanto, si habilito a vender el paquete accionario de DUCSA, evidentemente lo que estoy haciendo es quitando patrimonio del Uruguay, que es de todos nosotros, y entregándolo, por supuesto, a los “malla oro”. Seguramente, además, para estas empresas tan grandes ni siquiera los “malla oro” sean los uruguayos, si no que puedan ser extranjeros y que puedan ser empresas que, incluso, puedan estar en competencia con la propia ANCAP o en competencia con otras empresas públicas.

Así erosionamos parte del patrimonio público, lo entregamos. Eso va a tener un efecto muy importante en las ganancias de nuestras empresas públicas. Recordemos que las ganancias de las empresas públicas en Uruguay financian una parte muy importante del Estado uruguayo. Porque el Estado uruguayo para construir bienes públicos se financia con los impuestos más las ganancias de las empresas públicas. Por tanto, si yo al conjunto de empresas que componen los grupos económicos asociados a ANCAP o a ANTEL, les quito el 50% de sus acciones, no sólo pierdo patrimonio si no que, además, voy a perder las ganancias inherentes a esa actividad económica, porque ahora voy a tener que compartir con un privado esas ganancias. Entonces, naturalmente, por esa vía en principio, estamos erosionando los ingresos del Estado, estamos habilitando que negocios que hoy lleva adelante el estado uruguayo, los comparta con privados. No porque los privados me vayan a agregar algo, no porque los privados tengan un negocio en el que al estado le conviene participar y entonces se suma, sino al revés: el Estado ya tiene ese negocio y lo que hace es compartirlo con los privados.

Entonces, este es el verdadero problema que se genera. Yo diría, esto es una especie de privatización “4.0” porque no se avanza sobre la empresa madre, es decir, sobre ANCAP, sobre ANTEL, sino que se avanza sobre las empresas subsidiarias que tienen nuestras empresas públicas. Además hay una estrategia del gobierno de ahogo financiero a las empresas públicas, es decir, no les permite realizar inversiones. Esta también era parte de la estrategia neoliberal de los ’90. Después de que el pueblo uruguayo no les permitió vender las empresas públicas, lo que hicieron fue desfinanciarlas, es decir, tratar de que la empresa se transformara en una cantidad de fierros viejos para justificar la venta posterior de esa empresa. Buscando, además, que no sea una empresa activa en el modelo de desarrollo del país, como vienen siendo nuestras empresas públicas, que son pujantes, que son activas, que mueven la economía. Mueven su sector de actividad, porque sus inversiones generan dinamismo en el país. Pues lo que estamos viendo es una retracción de esas inversiones. Es decir, las empresas públicas tienen ganancias, como está teniendo ganancias UTE, como tuvo también ganancias ANCAP, pero esas ganancias no se traducen en inversiones, con lo cual, lo que termina pasando es que vamos dejando afuera a las empresas, las vamos marchitando de a poco.

Ahora se le suma la posibilidad de vender las subsidiarias que están ahí, lo que tendrá un efecto importante incluso en el futuro: no sólo de las que hoy existen, las subsidiarias que hoy existen, sino que mañana, este instrumento perfectamente puede ser un instrumento para quitar áreas rentables de negocios que hoy están en la empresa pública y dárselas a empresas privadas en asociación. Podría el Estado uruguayo, habilitado por este artículo, llevar actividades que hoy realiza ANCAP a la órbita de una subsidiaria, con el 50% del capital privado y 50% del capital público.

En ese sentido, a mí me parece, que es un artículo bastante complejo, es un artículo que erosiona las empresas públicas, no sólo por el conjunto de políticas que se están llevando adelante, sino porque lo que hace es enajenar patrimonio público que hoy está funcionando y son empresas, además, que son rentables en su enorme mayoría. Las empresas de ANTEL son rentables, las empresas que tiene ANCAP son de las más rentables, como decía recién DUCSA es la mayor distribuidora de combustibles. Pero aquí hay otras empresas involucradas, como por ejemplo la empresa que va a gestionar de alguna manera el Ferrocarril Central es la Corporación Ferroviaria Nacional, que es una sociedad anónima, o la empresa que administra las rutas nacionales y muchos de los peajes, que es la Corporación Vial, que también es una sociedad anónima. O pensemos, por ejemplo, en las empresas que están alrededor del Banco República, como República AFISA. Muchas de ellas, no sólo trabajan en el área de microcrédito, que es muy importante, sino otras empresas que trabajan el área de la administración de fideicomisos. Y esto es clave porque, desde un tiempo a esta parte, producto de determinadas normas que hacen a la gestión de los dineros públicos y del manejo del déficit, han crecido exponencialmente los fideicomisos públicos. Esto es, tanto las intendencias del interior del país, como otras instituciones, lo que hacen es constituir fideicomisos financieros, que generalmente los hacen con el Banco República, a través de las subsidiarias del BROU, y son esas empresas las que gestionan el fideicomiso financiero para construir determinadas obras. Lo que hacen las entidades públicas es ceder la cobranza de determinado tributo o de determinado impuesto, con lo cual “securitizan” de alguna manera el fondo del fideicomiso a efectos de poder recibir el dinero. Entonces, quiere decir que en la mayoría de los fideicomisos que hay en el país hay mucho dinero público de los contribuyentes, que hoy es administrado por empresas de nuestro propio banco. Recordemos que, esto que yo estoy planteando, se intentó hacer ya, porque había un artículo en la Rendición de Cuentas que habilitaba, justamente, a que los bancos privados pudieran participar de los fideicomisos de las intendencias departamentales. Por suerte, ese artículo no prosperó en la última Rendición de Cuentas, lo logramos retirar. Pero de alguna manera, si la empresa propiedad del Banco República que administra los fideicomisos, ahora vender por el artículo 285 el 50% de sus acciones, naturalmente será la ventana para que los bancos privados, por ejemplo, ingresen al negocio financiero de los fideicomisos, que no es otra cosa que manejar dinero público que se genera en el país de distintos tributos, para darle apoyo a las instituciones públicas.

Entonces, empresas que tienen áreas estratégicas y claves de la economía de nuestras empresas públicas se puedan enajenar también. Con lo cual el resultado es la pérdida del patrimonio público y entregando un negocio rentable a fondos, internacionales seguramente, que serán los que participen, por esa vía, de una especie de privatización por partes de nuestras empresas públicas. Por eso es muy importante que la gente conozca este artículo y sepa que una de las claves importantes por las cuales este artículo está en este referéndum es porque queremos derogar la posibilidad de que ese patrimonio que ya es de todos nosotros le sea entregado a empresas privadas.

- Da la impresión de que este tema no ha tenido un protagonismo destacado en la campaña del SI. Incluso uno de los principales integrantes de la Comisión del SI dijo en un activo, donde había unas 40 personas, “estamos en deuda con este tema”. ¿Esto le merece  merece alguna reflexión?

´Bueno, yo puedo compartir contigo que cuando uno mira globalmente la campaña del SI encuentra que los temas de lo cuales más se está conversando o donde la Comisión Nacional está haciendo hincapié estaría girando por otras órbitas, más centrado quizás en el tema de los desalojos express, en el tema combustibles y el incremento de precios. Entonces me parece que sí, que es verdad que la campaña no le ha dado quizás a este artículo y a esta temática, un relieve muy alto. Creo que ahí puede deberse a errores de comunicación en la campaña, puede ser muy probable. También es cierto que en los debates que se van generando en medios de prensa, en entrevistas, de este tema los periodistas generalmente no preguntan. Es muy difícil hablar de estos temas. Yo he tratado de incorporarlo en cuanta actividad he tenido. Incluso de los temas que rozan las empresas públicas se le dio más relevancia a la portabilidad numérica que a este artículo.

Yo creo que este artículo es mucho más duro y mucho más pesado de lo que puede ser la portabilidad numérica. Naturalmente, todos sabemos, que es un modelo de negocio que no es de interés para ANTEL y mucho menos ha sido exigido por la ciudadanía porque, además se dicen muchas falsedades con la portabilidad numérica, porque no es tu cédula de identidad digital. Si no pagás en dos meses el teléfono, te sacan el número y se lo dan a otro. Pero, lamentablemente, sí, yo puedo compartir contigo que no ha tenido la jerarquía que merecía tener este tema. Yo he conversado o he participado en varias instancias por la Comisión Nacional Pro Referéndum a lo largo y a lo ancho del país, en distintas actividades y siempre trato de incorporar esta dimensión, porque creo que es una dimensión estratégica la de la defensa de las empresas públicas. Por todo lo que conlleva, no solo por el efecto, digamos, de las ganancias de las empresas que financian los bienes públicos que todos necesitamos como salud, educación y vivienda, sino porque además la defensa de las empresas públicas implica también la defensa de los servicios públicos que todos queremos y necesitamos tener. Porque las empresas públicas son también las que garantizan que haya igualdad en el acceso a los servicios públicos. De lo contrario no tendríamos el 99,7% de electrificación rural porque no es rentable. Sólo por tener la empresa pública UTE es que el Uruguay tiene la posibilidad de que en cualquier pedazo de campo alejado del país se pueda acceder a la energía eléctrica. Y eso es muy importante para el bienestar de esas familias. No sólo para las actividades productivas sino para las actividades sociales y recreativas. Yo recuerdo una vez que fui a la inauguración en un pequeño poblado de siete casas, allá por Salto, bastante perdido y uno de los productores lo que me decía era: “Bueno, ahora yo sé que mis hijas van a poder estudiar de noche y voy a poder hacer los agujeros de los piques para arreglar las alambradas de mi campo, con un taladro eléctrico y no a mano.” Eso significa la energía, aunque a veces en la ciudad estamos tan acostumbrados a convivir con la energía que no nos damos cuenta, porque llegamos a casa y prendemos la luz. Pero, tener heladera, tener la posibilidad de un conjunto de electrodomésticos que hacen al bienestar de las personas, eso no lo tiene mucha gente. Y el Uruguay tiene el 99,7% de electrificación rural por una empresa pública.

Porque si la lógica de las empresas privadas, asociada a que yo brindo un servicio, que no es un servicio sino que es una mercancía y, por tanto, va en función del objetivo de maximizar ganancias, ninguna empresa privada de electricidad destinaría recursos a llevar electrificación rural. O lo que pasa con ANCAP. El Uruguay tiene tres cosas muy importantes con ANCAP, que muchas veces no las valoramos porque, es como aquello de que lo que uno tiene no lo ve hasta que lo pierde. Pero ANCAP es la que garantiza el único precio a nivel nacional de combustibles. Ninguna empresa privada va a garantizar que un ciudadano en Tacuarembó compre la nafta al mismo precio que un ciudadano de La Teja que está al lado de la refinería. Porque para vender en Tacuarembó hay que pagar fletes y esos fletes los absorbe ANCAP. Para que los uruguayos de Tacuarembó no sean de segunda versus los que estamos en Montevideo, más cerca de la refinería. Eso, una empresa privada no lo va a hacer. ANCAP garantiza también la calidad del combustible. En otros países donde se ha liberalizado, la calidad de los combustibles depende de dónde lo cargás. Y el tercer componente que ANCAP garantiza es el abastecimiento. El Uruguay es un país que no se desabastece de combustible y eso se debe a que tenemos una empresa pública que no sólo busca maximizar las ganancias, si no que da combustible siempre y no sólo busca las oportunidades o sólo abastece las zonas de alta demanda o de mejor poder adquisitivo, si no que abastece todas. Y por eso uno se puede encontrar en un pequeño paraje por allí una estación de servicio de ANCAP, pero no de otros sellos. Porque ahí venden muy poco combustible, no les interesa participar.

Ni qué hablar de lo que ha hecho ANTEL con la fibra óptica, ni qué hablar de lo que ha generado con las Ceibalitas o las escuelas públicas. Ninguna empresa privada va a garantizar esos servicios, porque esas empresas privadas lo que van a hacer es maximizar sus ganancias y, por tanto, va a ser una mercancía y van a vender esos servicios donde tengan mayor ganancia y no lo van a llevar adonde tengan pérdidas. ANTEL garantiza el acceso a internet y miremos lo importante que fue para continuar el proceso educativo en plena pandemia.

Entonces, yo creo que acá hay un tema bien de fondo. Además de lo que nosotros podemos hacer hacia el futuro, ¿no? Porque, ANTEL es la que ha ido avanzando en el área de las tecnologías digitales que es el área que va creciendo. Es más, yo creo que el Uruguay, voy a aprovechar esta oportunidad para decir lo siguiente: creo que el Uruguay debería fundar una nueva empresa pública de biotecnología. Porque hoy vivimos el tiempo de la Biología, aplicada a determinados procesos y la biotecnología es un camino para un país que es agropecuario como el uruguayo, y que seguirá siendo un país agropecuario hacia el futuro, porque una semilla es un dispositivo tecnológico. Es decir, la industrialización del Uruguay pasa por otros lados que no es sólo llenar de chimeneas, sino avanzar en agregarle valor e innovación a nuestra producción y eso se debe a la investigación en biotecnología aplicada a nuestras actividades productivas.

Entonces, me parece que hay toda un área estratégica para el desarrollo del país, para el bienestar y para la igualdad, que está centrada en las empresas públicas y, es verdad, siento que esta dimensión, quizás, no ha tenido tanto relieve en la campaña central por el SI. Aunque algunos lo hemos intentado, como también los compañeros de FANCAP, otros compañeros de sindicatos y también, dirigentes del Frente Amplio, pero, es verdad, no han sido de los temas que han estado con centralidad en la campaña.

- Le pediría que aclare un poco el concepto de los “holdings” de las Empresas Públicas y la posibilidad de que a través del artículo 285 se facilite que esos grupos económicos se vayan volviendo cada vez más privados y menos estatales.

- Sí, claro. Pensemos en ANTEL, una empresa pública, de telecomunicaciones. Para desarrollar las actividades inherentes a un área muy importante como fue el Antel Arena, constituyó una sociedad anónima, que la gestiona la Arena de Antel. Porque no lo hace desde la Gerencia central de ANTEL. Obviamente, si voy a contratar un espectáculo internacional, voy a hacer un acuerdo con la NBA, o hacer un acuerdo para traer determinados artistas a eventos internacionales en Antel Arena, muchas veces el derecho público es un corset, en función de las garantías que genera para poder realizar ese tipo de contrataciones. Entonces, ANTEL, más allá de que tenga algunos beneficios porque en este caso en una empresa en competencia, constituye una sociedad anónima que es 100% propiedad de ANTEL para gestionar determinadas áreas. Por ejemplo, hay empresas que generan, que se dedican a generar soluciones informáticas que son propiedad de ANTEL. Como la que trabajó en el Plan Ceibal. La que ha trabajado en resolver el gran dilema de las patentes en el Uruguay, cuando se logró llegar a aquel acuerdo que constituyó, justamente, el sistema de patente único; lo gestiona un software que fue desarrollado por una empresa que es de ANTEL 100% pero que trabaja en el desarrollo del software, le brinda servicios a ANTEL, le brinda servicios al Estado y le puede brindar servicios a otros privados. Es decir, genera capacidades y recursos humanos que se dedican a la actividad del desarrollo del software, tanto para cubrir una necesidad propia de la empresa ANTEL como para cubrir otras necesidades que hay en el mercado y eso le permite a ANTEL participar de otras áreas y ha colaborado, desde los expedientes electrónicos, etcétera. Uno, muchas veces piensa a ANTEL como una empresa única y lo que tiene que pensar es que ANTEL es la empresa madre que luego tiene un conjunto de empresas subsidiarias, que son empresas que se dedican a áreas específicas que fueron, en principio, necesidades que tenía ANTEL de contratar afuera porque esos servicios no los tenía. Entonces, fue generando sus propias empresas para brindarle servicios y, a su vez, abrir la posibilidad de que se los brinden a terceros. A veces, esas empresas participan de otras, de otras empresas en acciones menores.

Entonces, de alguna manera la idea de “holding” es la idea de tener una empresa y un conjunto de empresas alrededor que hacen actividades que están relacionadas con la actividad central pero que no son específicamente esas actividades. Trabajan como un conjunto bastante amplio de actividades que le permiten a ANTEL tener participación en muchas áreas de negocios vinculados al tema de las telecomunicaciones, vinculados al tema de la innovación, vinculados al tema del software. Luego eso, por supuesto, repercute en el balance de ANTEL, porque esas empresas presentan balances, esos balances que son auditados, por supuesto, por la Auditoría Interna de la Nación y, además, consolida las ganancias que luego tienen nuestras empresas públicas.

Esa es la idea de lo que ha sido el desarrollo de nuestras empresas. ANCAP tiene lo mismo, el Banco República tiene las suyas y UTE ha tenido también un desarrollo de algunas empresas en determinados proyectos concretos.

O pensemos ahora, en el desarrollo del “hidrógeno verde”. El gran tema que tiene el mundo es como salirse de los hidrocarburos, naturalmente, como parte central de la matriz energética, por los efectos contaminantes que tienen en el medio ambiente y porque además se está agotando y no es renovable. Quiere avanzar en una matriz más verde, más limpia y esa es la energía eléctrica. Pero la energía eléctrica tiene una gran dificultad que es su almacenamiento. La forma de almacenar energía eléctrica es mantener agua en las reservas, entonces yo estoy almacenando ahí potencialmente la generación de energía. Pero, muchas veces, cuando genero, como hicimos un cambio radical de la matriz energética del país, con los molinos de viento, bueno, si el viento pasó y tú no prendiste el molino, te perdiste esa energía.

Entonces, lo que se está desarrollando en el mundo es esto que se llama “hidrógeno verde” que podría ser una forma distinta de almacenar la energía eléctrica. Es utilizar la energía eléctrica de molinos para producir hidrógeno que sí, después podría utilizarse como combustible. Eso sería mucho más limpio por su propia composición y por cómo se genera. Ahí hay un área bien clara donde, por ejemplo, hay temas relacionados con la energía eléctrica que son de UTE y hay temas relacionados con los combustibles que son de ANCAP. Y, además, el mundo avanza. Seguramente, de aquí a veinte años, ya no vamos a tener aun parque automotor a combustión. Entonces, todos estos desafíos para ANCAP son importantes. Pero bueno, en el caso del hidrógeno, podría constituirse mañana para desarrollar hidrógeno verde en el Uruguay una empresa que tenga una parte de ANCAP y una parte de UTE y que ninguna de las dos empresas se dedique sólo a eso, sino que constituyan una nueva entidad para gestionar ese proyecto.

Esa es la lógica de los “holdings”, tener un conjunto de empresas que giran alrededor de una empresa madre. Entonces, mañana después de haber hecho toda la investigación del “hidrógeno verde”, todo el desarrollo del proyecto, como está haciéndose, financiado por el Estado uruguayo, cuando pase a ser un negocio rentable, perfectamente, a partir de este artículo, se puede crear una empresa sociedad anónima donde la mitad sea de privados, cuando nosotros hicimos todo el esfuerzo inicial de comenzar con el proyecto de “hidrógeno verde”; cuando digo “nosotros” digo el Estado uruguayo.

Muchas veces estas cosas pasan: los Estados son los que cargan con la mayor parte del gasto de la investigación, del desarrollo de los proyectos y después quieren venir los privados, sin haber puesto un mango, a apropiarse de alguna manera de esa inversión. Bueno, lo mismo que intentaron hacer en la “ley de medios”, en donde se pretende, de alguna manera, que ANTEL comparta su infraestructura de fibra óptica, -una de las inversiones más grandes que ha hecho ANTEL (de 600 millones de dólares) en el país-, con sus competidores que no invirtieron. “Nosotros no invertimos, pero tú sí y ahora dejame usarlo”. Entonces, claramente, “dejame rentabilizar lo que vos ya enterraste ahí, en términos de dinero y que yo no puse un mango. Entonces yo me quedo con la crema del negocio. Utilizo la red, pero no financié la inversión”. Bueno, esas cosas nos pueden suceder en el futuro y más en un futuro tan dinámico. Los que pensamos que el Estado uruguayo o que los Estados tienen que participar en el proceso económico, queremos que sigan generando entidades con perspectivas de desarrollo.

Yo decía recién, hay que generar una empresa de biotecnología en el Uruguay. Creo que sí porque el batllismo colocó al estado uruguayo en la frontera tecnológica de la petroquímica, y creo que nosotros deberíamos estar pensando hoy, en el siglo XXI, en colocar al Estado uruguayo en la frontera tecnológica de la biotecnología. Pero bueno, esos son debates que, lamentablemente, con un gobierno neoliberal parecen ser bastante difíciles, porque lo que está buscando es achicar el Estado y no potenciar el Estado como palanca para el desarrollo en un país pequeño como el nuestro.

- El artículo 285 no está reglamentado. Y cuando se aprobó en los noventa, durante el gobierno de Lacalle padre la Ley de Empresas Públicas, la campaña del sí que tan exitosamente derogó cinco artículos, puso especial énfasis en el decreto reglamentario que según el más amplio espectro político del Uruguay era violatorio del texto de la ley. Esto lo dijeron Sanguinetti, Zumarán, Astori, en fin, personalidades diversas políticas diversas. Con ese antecedente, sabiendo que ahora este artículo no está reglamentado, así como otros de la LUC, ¿es un motivo de preocupación?

- Bueno, sin lugar a dudas. La forma que ha tenido el gobierno de defender la LUC es tratar de no aplicarla. Esa ha sido la principal defensa del gobierno. Inclusive ahora, ha dado una señal en otra área, pero ha dado una señal muy fuerte. Existió una reunión de jefes de policía, con todos los jefes de policía de todos los departamentos del Uruguay, diciéndoles que “aflojaran la mano” hasta el 27, el día del referéndum. Incluso se utilizó un ejemplo: “si ven pintando el caballo de Artigas de rosado, déjenlo”. Algo que está mal, porque no se puede pintar el caballo de Artigas que es un monumento y está prohibido. Claro de una ley que tú todavía no empezaste a aplicar en toda su globalidad, hay muchas cosas que no han sido reglamentadas, que seguramente serán reglamentadas despúes del referéndum. Lo que pretende el gobierno es reglamentarla con un respaldo mayor si gana el NO. Y en ese caso, claramente, la reglamentación va a profundizar las vetas que abre la LUC, los artículos de la LUC que abren camino hacia un modelo mucho más neoliberal, más privatizador. Probablemente, ahí sea donde lo veamos en su máxima expresión. Y yo creo que por eso es que muchos de los artículos no han sido reglamentados aún.

UN FONDO DE INVERSIÓN INTERNACIONAL PUEDE COMPRAR HASTA EL 49% DE LAS ACCIONES DE REPÚBLICA AFAP

- Hay una controversia jurídica sobre el alcance del artículo 285 respecto de REPÚBLICA AFAP. En Claridad entrevistamos a los abogados Oscar López Goldaracena y Daniel Parrilla, que explicaron con precisión esa controversia. Las dos tesis contrapuestas respecto de si el artículo 285 afecta o no a República AFAP. Esto ha empezado a tener cierta repercusión, ¿Esto le merece algún comentario?

-Bueno, no soy especialista, no soy abogado, pero uno lo que puede interpretar de esto es lo siguiente: REPÚBLICA AFAP es una sociedad anónima que tiene participación del Estado uruguayo, a través del Banco República, el Banco Central y el Banco de Seguros. Entonces, este artículo habla de las entidades, o sea, habla de las sociedades anónimas que tienen participación mayoritaria del estado. Bueno, REPÚBLICA AFAP cumple con esa condición: es una sociedad anónima, en donde el estado tiene una participación mayoritaria y que mañana, perfectamente, con una cierta lectura de este artículo podría decir el Estado uruguayo: de esta sociedad anónima voy a vender el 20, el 30 por ciento del paquete accionario. Hasta el 49% me habilita la ley a comercializar. Por tanto, para mí, con mis escasos elementos jurídicos, creo que es claro el artículo. Dice todas las sociedades anónimas, porque el artículo no hace ninguna excepción, el artículo dice donde hay una sociedad anónima que el estado forme parte, el estado podrá vender hasta el 49% del paquete accionario. O sea, REPÚBLICA AFAP perfectamente, como Sociedad Anónima con participación estatal que es, puede ser vendida.

- Somos muchos cientos de miles de uruguayas y uruguayos que nos refugiamos, cuando nos obligaron a elegir una AFAP, en REPÚBLICA AFAP justamente por ser propiedad del estado.

- Sí, sí, exactamente. Lo cual podría justamente, habilitar que hoy REPÚBLICA AFAP que es de las más grandes que tiene el Uruguay, justamente, por esa situación que tú planteabas, pero también es la que da los mejores beneficios en términos de rentabilidad. Mañana podría entrar un fondo de inversión de cualquier otro país a invertir y comprar REPÚBLICA AFAP. Y después, todos sabemos, que eso es una rifa financiera. En el mundo después se funden las empresas y andá a buscarlos. A los Estados siempre los encontrás, ¿verdad?

Y esa es una de las certezas, nada más ni nada menos, para manejar los fondos de los trabajadores. Así que, yo creo que ése es un riesgo que existe en este artículo.