Sofía Vidal
El sábado 6 de mayo finalmente el Plenario Nacional adoptó una decisión, aplazar la definición sobre la ratificación del TLC Cy/ Chile y adoptar en generalel documento ORIENTACIONES POLITICAS PARA LA INSERCION COMERCIAL INTERNACIONAL DEL PAIS EN LOS PROXIMOS DOS AÑOS (2018 – 2020 que da lugar a un hecho político de múltiples aristas, que plantea a varias confirmaciones y deja abiertas otras tantas interrogantes.
En la culminación de la instancia hubo un error en el conteo de los votos, - el resultado fue rectificado-, aquellos que habían exteriorizando su entusiasmo en declaraciones prematuras se llamaron a silencio, y los que aparecían como derrotados después de la solicitar la verificación de las planillas de control de la votación, se convirtieron en tan solo pocos minutos en vencederos; a pesar que la liturgia frenteamplista se atrinchera en la vieja y revitalizada formula “no hubo vencidos ni vencedores”.
Comencemos por identificar las principales aristas del problema.
Más allá de lo circunstancial y anecdótico el trasfondo que rodea el debate, la polémica sobre la ratificación del TLC con Chile está ligado a modelos distintos de inserción comercial internacional, y distintas y caminos de modelo de desarrollo para el país . No se trata de algo puntual, sino que tiene que ver con orientaciones de tipo estratégicas teñidas por posturas ideológicas, las que no pueden reducirse a “proteccionistas” y “aperturistas”, el abanico es mucho amplio y complejo y debe ser abordado sin simplificaciones reduccionistas. Remite a las vicisitudes de la construcción y definición programática del Frente. Pone de manifiesto en primera la línea las claves y coordenadas del relacionamiento entre el gobierno y el Frente Amplio, siempre partiendo del reconocimiento de la doble condición de coalición- movimiento que desde su fundación en 1971 distingue al FA. También configuraría una desautorización a Tabaré Vázquez, a su gobierno, especialmente a su la política económica e internacional.
Constataciones
En 2016 Tabaré Vázquez firma el tratado con su homóloga chilena Michel Bachelet, pero los legisladores, el FA y la ciudanía poco se enteran de los contenidos del mismo, ya que primo el secretismo que a veces se le imprimen a la diplomacia. A partir de lo cual se instala un “malentendido” de magnitudes, en el seno de la fuerza de gobierno, donde en forma creciente van surgiendo visiones y posiciones críticas frente al tratado.
Desde el inicio de este proceso Casa Grande el sector que lidera la senadora Constanza Moreira adoptó una posición clara y sin ambigüedades de rechazo a la ratificación, dando inicio a un fuerte accionar en el seno del FA para informar, explicar, persuadir, convencer, confrontando sin disimulo con quienes se alinearon en posiciones favorables a al SI. En diciembre 2017 comenzaron una recolección de firma, es a partir de esta movida en el tablero que se llega a la decisión consensuada de convocar a un plenario nacional para que decida.
Casa Grande, -que recibe primero respaldo del Pvp, luego del PC, Liga Federal y otros-, sostiene que la decisión de este asunto no puede quedar en un resolución tomada dentro de bancada del FA, por el contrario dada su proyección estratégica y por sus implicancias programática tiene que ser traslada a la orgánica del l FA. No se puede negar que en la elección del camino peso, gravitó el antecedente reciente del TISA, donde fue un Plenario del FA quien tomó la decisión de no ir por su firma.
La posturas asumidas y el desempeño en el plenario del arco constituido (Casa Grande, PVP, PC, Liga Federal) pone una vez más de manifiesto la importancia de actuar en política con apego a las trayectorias, al historial de la izquierda, tanto en cuestiones de fondo, como de procedimiento- para aprobar el examen del archivo, algo que no todos logran hacer; pero por sobre todo a tener proyección de y hacia el futuro.
Resulta más que evidente que el abordaje de la temática de los TLC de “última generación” está imbricado con las intenciones de la búsqueda de un lugar en la construcción transpacífica y tiene grados de parentesco con el modelo y estrategia de desarrollo que se quiere para el Uruguay, donde hay una bifurcación de caminos en el progresismo.
El esquema sobre el que se funda la negociación de este Tratado con Chuile está inspirado en la política promovida por los países centrales, que recurre a estos caminos e instrumentos una vez que no logra desbloquear acuerdos bilaterales. Uno de los principales reparos que se le dirigen, es el del peligro que encierran todas las cláusulas establecidas limitantes del ejercicio pleno de la soberanía, para impulsar la política pública nacional. Lo consignado en ellas queda automáticamente establecido para el resto de los sectores que hacen parte de lo conveniado. Entre otras coas un Tratado como este no facilitaría la concreción de una política industrial para el mentando y ahora casi olvidado país productivo.
Negociamos con Chile sin un estudio de impacto, toda la negociación dejo en evidencia las debilidades de nuestros dispositivos negociadores, reflejando una asimetría evidente con el aparataje chileno, fácilmente se puede inferir como estas desventajas propias de nuestro país, se multiplica en función del peso del país con quien negociamos.
La capacidad soberana se ve comprometida a partir de los condicionamientos que se nos imponen, simplemente porque una vez que se establecen las regulaciones entre las partes, estas no pueden revertirse. El formato admite dos tipos de clausulas: trinquete y statu quo que son fuente de una limitación significativa del ejercicio soberano y que nos dejan “mañatados”.
La aprobación en general del documento proveniente de la Comisión Ad Hoc, sienta las bases para romper con la lógica de los TLC de última generación, cierra las puertas a formatos de tratados, como el empleado con Chile, descartando estas clausulas y negando la posibilidad de negociar sobre la base de listas negativas, es por eso que tiene una especial significación.
Haber traslado la discusión a la orgánica, demuestra y confirma que en la vida del frenteamplista persiste la legitimidad, el peso de su estructura, que resulta de su doble naturaleza de movimiento y coalición, siendo por sí mismo un hecho saludable..
En la historia y tradición del FA siempre ha estado presente que la orientación política del gobierno es objeto de la vigilancia y seguimiento de la orgánica frenteamplista, el gobierno los representantes electos directamente por la ciudanía y los funcionarios designados, deben en asuntos fundamentales, explicar, someter a consideración de la orgánica las medidas fundamentales, los actos cardinales del ejercicio gubernativo.
No es materia de discusión que el monopolio de la política exterior reside en el Poder Ejecutivo, requiriendo los siempre los tratados rectificación parlamentaria. Hoy está abierta la discusión si el FA, puede estar en condiciones de “mandatar” a sus legisladores. La mayoría de los partidos y sectores así lo hacen en su vida interna el l tratamiento de este asunto precisamente proporciona un buen ejemplo en el PS, donde su CEN , que luego de una votación 12 a 10, mandató a los delegados al plenario y eventualmente a los legisladores si el asunto llega al Parlamento votar por la ratificación, los socialistas se rigen por el centralismo democrático, pero el mandato existe y se aplica en sectores que no lo practican.
La evocación de todo esto nos conduce a visualizar en estas circunstancias la intricada dinámica de la unidad de acción política, la que no debe lograrse por imposición, sino por la aceptación consciente. Para concretarla nunca hay que perder de vista la correlación de fuerzas en un sentido amplio y globalizador; integrando todas sus complejidades, sin quedarse con una lectura electoralista donde prima el l cumulo de votos o el número de escaños, o por otro lado el predominio en la estructura.
Nin Novoa en declaraciones públicas afirmó que la democracia fue secuestrada por una minoría, frente a al conglomerado formado por grupos y sectores que reúnen la mayor cantidad de votos y parlamentarios. Casa Grande y el PC respondieron, en el debate en los organismos y a través de manifestaciones públicas. Otra polémica quedó establecida.
Interrogantes
¿Estamos frente a una tormenta cuyo desencadenamiento es inminente o tan solo nos enfrentamos a nubarrones pasajeros?
El choque de estas dos cosmovisiones que se dan cita en el FA, permitirá la activación mecanismos y amortiguaciones que garanticen seguir amparo y protección de un mismo denominador común, formular un nuevo programa; transitar el proceso electoral con un desenlace victorioso y llegar a un cuarto gobierno el reaseguro de gobernabilidad interna.
Finalmente ¿Qué pesara más, los dichos y pareceres de Nin y Astori o el pronunciamiento de la orgánica?.El lunes 7 el Ministro de Economía y el Canciller realizaron pronunciamientos directos contra lo resuelto por el plenario, sumándose a una serie de voces que ponen en tela de juicio la pertinencia que el plenario se pronuncie sobre el tema; en tanto que el Presidente se limita a realizar que hizo lo que tenía que hacer y que su firma se efectuó por considerar que el tratado es bueno para el país y que ahora son los parlamentarios que deben decidir, respondiendo estos a los partidos.. También algunos abrigan la posibilidad que el asunto sea plebiscitado entre los frenteamplista, es de suponer que la consulta abarque exclusivamente a los adherentes. Otros simplemente se muestran partidarios de que sea la bancada que decida, desoyendo al plenario, en suma bastardeando su pronunciamiento. En gran parte de estas argumentas aparece el planteo de la cuestión de prestigio, credibilidad y respeto a la autoridad presidencial, ¿Dónde queda la imagen país, si el partido del presidente impide, -aun en forma momentánea-, la ratificación parlamentaria del tratado, con la firma presidencial ya estampada?. Para dilucidar este punto optamos por rescatar dos argumentos contundentes, sólidos, que están incluidos en la declaración de Casa Grande, a saber: 1) “Solo en algunas ocasiones -muy excepcionales- el FA decide analizar un asunto en particular, como lo es en este caso. Negar a los partidos la posibilidad de marcar posición sobre lo que les parece importante (o discrepar con el gobierno cuando cree que este no interpreta la posición del partido) es reducirlos a meras máquinas electorales que no tienen más participación en el gobierno que la voluntad de sus representantes. 2) Si queremos una democracia con partidos fuertes, un debate público sobre los temas que importan y una ciudadanía que delibera sobre los asuntos públicos, tendremos que aceptar que la política es algo más que elecciones y gobernantes. Los partidos importan. Y los debates los fortalecen, no los debilitan”.
¿Sera podrá llegar a la situación límite que el asunto sea llevado a la discusión parlamentaria, para que salga aprobado con los votos de los partidos históricos, y que el FA se divida en la votación?
Vale preguntarse ¿se convocara a un nuevo plenario o el tema será “cajoneado”? En caso de la realización de un nuevo plenario este contara con el insumo de un informe de impacto elaborado por ell PE, versiones de prensa aparecidas el 9 de mayo dan cuenta que el MRREE manifiesta tenerene problemas para producir dicho documento.
Sin la movilización de la estructura-aparato frenteamplista no es posible encarar con existo una reñida campaña electoral, como se presenta la de 2019.
Este choque de cosmovisiones en el FA, si se hace frecuente, o si se resuelve en forma no inteligente, ¿permite que todos sigan bajo el mismo paraguas protector? No innovar en lo inmediato en la orgánica, tal vez sea una carta comodín para alcanzar el triunfo que franquee el acceso a un cuarto gobierno, al cual se llegara si se puede “rastrillar” con el abanico, de posiciones y sensibilidades bien desplegado.
Este caso demuestra que las formulaciones programáticas muy generales, cargadas de ambigüedades que dan lugar a la posibilidad de integrar, conjuntar, visiones encontradas integradas en pretendidas “síntesis” que no son tales; dan lugar a interpretaciones muy diferentes, tanto los defensores del SI, como del NO, entienden que sus posiciones están recogidas y amparadas por el programa. Los procesos de rebaja programática y de formulaciones alambicadas en la que ha caído el FA para llegar al gobierno y ejercerlo desde hace 13 años, tiene sus consecuencias y repercusiones en cuanto a su identidad, este caso lo muestra.
Conclusiones
El episodio TLC hace parte de los dilemas y encrucijadas que tienen por delante el Frente Amplio no solo para mantener el gobierno, sino para poder amalgamar sus bases, generar acuerdos programáticos que le permitan seguir teniendo una esencia transformadora. Para lo cual inexorablemente deberá resolver sus contradicciones internas en el marco de un contexto de retroceso de los proyectos progresista y donde la disyuntiva entre profundizar su proyecto, radicalizando su propuesta; este camino inexorablemente choca con el otro rumbo que apusta asegurar el statu quo, centrándose sobre los avances, sus logros, que tienden indefectiblemente hacia el agotamiento.
Quienes expresan las orientaciones y sensibilidad más a la izquierda en las filas frenteamplistas, solo pueden acumular fuerzas confrontando en la interna con las orientaciones de raigambre social liberal;, precisamente este es un episodio inscripto en esa dinámica. El camino de profundización debe ser recorrido marchando junto con el movimiento social, particularmente el sindical, que en materia programática en general se coloca a la delantera de la izquierda política y que tiene la capacidad de oponerse a las políticas de “ajuste” y a las medidas regresivas. Así lo confirman las batallas y luchas asumidas hoy por los sindicatos, como la recolección de firmas para derogar lala Ley de Riesgo, en combate a las privatizaciones encubiertas en los entes, o en términos más generales por el regreso de la indexación de los salarios, y una mayor imposición a la riqueza acumulada en el marco de la puja.
No constituye un hecho menor la pelea que tuvo lugar en el Plenario, porque que sea el FA quien mandate a sus legisladores es relevante, se trata de mantener, conservar un rasgo democrático característico de esa fuerza política. En épocas donde algunos desde el progresismo se exceden en los elogios históricos al batllismo, mimetizándose en él, es saludable recordar que ese movimiento político conservó rasgos de progreso, hasta que su Convención mando e instrumento a los elencos gobernantes y las elites parlamentarias.
Veremos y esperemos el desenlace, para saber si este episodio del TLC c/Chile, signa o no una inflexión en la política exterior, así como se regulan los descensos y se resuelven las contradicciones a la interna.