Entrevista al senador José Nunes

Realizada por Eduardo Aparicio

Proyecto  de limitación a la libertad de despido

En el año que  José Nunes ocupa la banca de senador socialista, ha puesto en evidencia ciertos rasgos en su estilo del abordaje del quehacer parlamentario que lo colocó en sintonía con la estirpe de los legisladores referentes del socialismo rioplatense. Rigurosidad, y profundidad en el estudio y tratamiento de los temas, capacidad de escucha de los reclamos de la sociedad, un decir claro preciso, cuidado, siempre con elementos profundos, con sustancia, sin estridencias, con una presencia acorde con la grifa de un  socialista.

Este proyecto, una iniciativa modesta como nos lo dice en la entrevista, abreva en lo mejor de la doctrina, vale la pena recordar que ambas orillas del Rio de La Plata dos figuras señeras del socialismo: Alfredo Palacios de una margen  y en la otra Emilio Frugoni, fueron pioneros  en la construcción del  Derecho del Trabajo (inauguraron las respectivas Cátedras universitarias en cada país),  desde donde contribuyeron con relevancia a erigir las bases de lo que se dio llamar el Nuevo Derecho; fundado que sobre las bases de la visión tuititiva de los derechos de los trabajadores. Ayer como hoy, los socialistas creen en el progreso y en el valor de las reformas para mejorar la existencia de trabajadores y oprimidos;, sin renunciar al gran ideal de transformación social, aquí tenemos  con esta iniciativa una pequeña muestra, que no deja de tener un enorme en el plano de la materialidad de las cosas y en su simbolismo.

Senador socialista José Nunes

¿Cuál fue el origen del proyecto, que pasos se recorrieron en su elaboración?

La idea de presentar el proyecto surge tras escuchar, en una actividad organizada por el PIT-CNT sobre la reducción de la jornada laboral, al Dr. Hugo Barretto (Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la UDELAR y asesor del PIT-CNT). Él ahí planteó que teníamos dos grandes asuntos pendientes, en términos de derechos de las y los trabajadores, la reducción de la jornada laboral y la reglamentación del despido, subrayando con relación a este último asunto que teníamos pendiente de ratificación el Convenio 158 de la OIT. Yo tomé nota del reclamo y le pedí al compañero Fernando Delgado, abogado laboralista, docente de Derecho Laboral, a quien conozco desde sus tiempos de militante de la JSU, que me ayudara a armar un proyecto. Él armó un borrador, que lo revisamos con el equipo jurídico de la bancada del PS, y que luego, con algunos ajustes, lo presentamos a estudio de la bancada del senado del FA. Allí recibimos nuevos aportes e hicimos algunas pequeñas modificaciones hasta llegar a la redacción final.

¿La iniciativa ha sido asumida por la bancada del FA?

En la bancada del Senado del FA hubo acuerdo con la justicia del planteo y el contenido del proyecto, pero la presentación la realizamos el compañero Oscar Andrade y yo.

¿Puede describir y explicar lo central de arquitectura de la iniciativa?

Los aspectos centrales de la norma son:

  • El empleador solo puede despedir por causa justificada.
  • El empleador debe notificar por escrito, expresando las causas y con quince días mínimo de antelación, la decisión del despido al trabajador o trabajadora.
  • Durante los quince días anteriores a la efectivización del despido, el empleador debe permitirle al trabajador o trabajadora algunas horas libres para que atienda la búsqueda de otro empleo.
  • Si el empleador incumple cualquiera de las tres obligaciones mencionadas antes, deberá abonar una indemnización por despido que será el doble de la que correspondiere por la causa normal. Esto sin perjuicio de las indemnizaciones especiales y situaciones de reclamos de reinstalación por despidos antisindicales previstos en normas especiales.

Se entiende por causa justificada para el despido, cito textual el artículo 2º del proyecto: “Se consideraran causas justificadas aquellas derivadas de la capacidad o conducta del trabajador, de las necesidades de la empresa, establecimiento o servicio u otra de entidad suficiente para justificar la decisión adoptada.”

¿Qué vacíos viene a llenar a nivel de la realidad social y la legislación?

En nuestro país se tiene como válido que el despido, salvo en ciertas circunstancias particulares, es discrecional del empleador. Esto es, el empleador puede despedir a un trabajador por el solo hecho de tener una discrepancia personal con él, o porque quiere poner en su lugar a un amigo o pariente. Esto supone un desconocimiento de los derechos y la contribución que realizan a la empresa las trabajadoras y trabajadores. Es una visión superada en el derecho laboral, el que reconoce desde hace ya mucho tiempo, (el Convenio 158 de la OIT fue aprobado en el año 1982), que esa discrecionalidad no corresponde. Ya en el año 2016 la Cámara de Representantes aprobó por unanimidad una minuta de comunicación dirigida al Poder Ejecutivo, solicitando se enviara un proyecto de ley ratificando el Convenio 158 de la OIT, que lamentablemente no tuvo eco en el gobierno de la época.

Por otro lado, hay una práctica ya habitual de notificar el despido el mismo día de que se hace efectivo, esto pese a que en la mayoría de los casos la empresa ha planificado con suma antelación la acción.  Hay un absoluto menosprecio del derecho del trabajador, como lo hemos visto hace pocos días en el caso de “Pedidos Ya” (situación de despidos colectivos tampoco prevista en nuestro país).

Cualquiera de las situaciones descriptas antes es inaceptable para nosotros. Esos son los vacíos que pretende comenzar a llenar el proyecto.

Hay que tener claro que la norma propuesta no afecta la economía de la empresa, o sea, no restringe la posibilidad de despedir por mala conducta o bajo desempeño, o en función de una nueva situación económica que obliga a reestructurar los procesos, esas acciones se seguirán rigiendo por la normativa hoy vigente. Lo que limitamos es un poder discrecional y arbitrario, que atenta contra uno d ellos los derechos básicos de todo persona, el derecho al trabajo.

¿Esta iniciativa se puede afirmar que estará entre los temas que vertebraran la campaña electoral del PS de cara a octubre?

En estos momentos lo que estamos intentando es que tenga tratamiento parlamentario. El proyecto ha sido derivado a estudio a la Comisión de Legislación del Trabajo y Seguridad Social del Senado, y esperemos que esta comisión lo estudie y convoque a las partes involucradas, trabajadores, empresarios, Ministerio de Trabajo, Cátedras de Derecho Laboral, a opinar sobre el mismo; paralelamente nosotros vamos a promover actividades para el análisis del proyecto y esperamos poder concretar la primera el próximo 8 de mayo.

Nuestro objetivo al presentarlo no fue hacer campaña electoral, sino avanzar en derechos laborales. Nuestro compromiso es impulsar esta norma y la ratificación del Convenio 158 de la OIT ahora y en el futuro. Por supuesto, el debate ideológico y político es necesario y vale, y luego que la ciudadanía conozca y se pronuncie sobre las posiciones que cada sector político toma es importante.

El sector empresarial y este gobierno, que se ha alineado con él en todos los temas significativos, pretenden organizar las relaciones laborales en función de las necesidades del capital y de la rentabilidad de los capitalistas, nosotros queremos hacerlo en función de las necesidades de la gente y de la vida.

Da la impresión de que se trata de una propuesta que encaja con un estilo de actuación “clásica” socialista, ¿cómo ella se inserta en las orientaciones que el PS asumió después de su 50 Congreso?

Yo creo que esta iniciativa, modesta si la miramos en función de los grandes objetivos de transformación que tenemos por delante, se enmarca en los principios que han orientado siempre la acción de las y los socialistas, desde los precursores de finales del siglo XIX, como Pedro Denis, fundador de la Sociedad Cosmopolita de Obreros Albañiles de Mutuo y Mejoramiento de Albañiles en 1895, hasta las definiciones de nuestro 50 Congreso.

A mí me gusta mucho una consigna que hace ya unos años definió la Departamental Montevideo del Partido: “Socialismo aquí y ahora”. Debemos expresar en nuestro programa y nuestra acción, adecuada por supuesto a la realidad que vivimos, la propuesta socialista. Si no somos capaces de hacer eso, si además de gestionar la realidad no podemos mostrar el horizonte de cambios que queremos para un mundo más justo y mejor, estamos fallando. Esta iniciativa es un granito de arena, seguramente muy chiquito, pero un granito al fin.

 

*Senador (PS)