A punto de ganar la etapa

Eduardo Aparicio

El lunes 1 de abril la coordinadora AFIRMAR tu derechos, anunció que se habían alcanzado 247.000 y si bien se está solo a 23.000 de lo exigido para que haya consulta popular, se impone reunir unos cuantos miles más (aprox. 50000), para contar con un colchón de resguardo que permita superar los efectos del descarte, el que habitualmente se sitúa en un 10% de las signaturas sometidas al escrutinio de la Corte Electoral.                     

Es necesario una arremetida, un  gran esfuerzo final. Nos permitiremos recurrir a una imagen del deporte del pedal, cuando hace pocos días terminó la Vuelta Ciclista, entonces decir que ya estamos en la periferia de la ciudad donde culmina la etapa y que tenemos todo para  lograr un pasaje de la meta, llevándonos el sprint final.

A lo largo de todos estos meses, -desde que tuvimos en la calle la papeleta- la voluntad de firmar  por parte de la ciudadanía estuvo y  se hizo notar, -tal vez han faltado brazos militantes- y la acción de quienes en el seno del movimiento popular se oponen al plebiscito tuvo un relativo éxito, con sus consecuencias en la afectación de la operativa de la juntada de firmas.

En todo este tiempo, en paralelo a la acción sostenida de recolección,  se ha ido reafirmando el valor estrategia y la pertinencia táctica de buscar la consulta popular y transitar el camino de la enmienda constitucional para consagrar principios básicos de una seguridad más justa, de la cual sea desterrado el lucro. Hoy las AFAP se quedan con un alto porcentaje de los aportes de los trabajadores, juegan a las inversiones con los ahorros (el dinero de los trabajadores) y se apropian de una importante tajada de los dividendos producidos por estas colocaciones, para pagar prestaciones (rentas vitalicias) que a igual tiempo y nivel de contribución, son la cuarta parte de las servidas por el BPS.

Las derechas ya se han hecho a la idea de que habrá plebiscito en la elección de octubre y en sus cuarteles generales se ajustan los planes de campaña para enfrentar en forma coordinada, articulada, el desafío que inexorablemente se les presenta.

En el campo popular se impondrán los posicionamientos, seguramente asistiremos a cambios de posturas entre algunos de los que hasta hoy se opusieron a la recolección de firmas, mientras que a otros como en el caso de  la pre candidata Carolina Cosse, les llegará la hora de dejar de atrás el terreno de las ambigüedades y explicitar su apoyo… Los sectores del FA favorables al plebiscito, tendrán que colocar el tema en sus agendas electorales, incorporar su defensa en el discurso, en la agitación y pedagogía política que se despliegan en una campaña de cara a los comicios de octubre. Sin duda que los vientos de la historia soplan y lo hacen con fuerza e intensidad, más de algunos se verán despeinados por ellos, o tendrán obligadamente bajo su influjo que introducir un ajuste en su coiffure.

El camino recorrido confirmó el valor del accionar de los trabajadores organizados, de movimientos sociales como el del cooperativismo de vivienda (FUCVAM), que constituyen sujetos incuestionables de la generación de cambios, de la construcción de correlaciones de fuerzas para la transformación; que han acaudillado esta lucha democrática en una reafirmación contundente de cómo la lucha política se nutre de la lucha de clases y que el reflejo de clase, en aquello que nos enseña la doctrina socialista: “de la concienciada clase en sí y para sí”, gravita, incide en las expresiones políticas ciudadanas. En los detractores, en los opositores al plebiscito, de todos sus orígenes, se exhibe un comportamiento de clase.

Desde las filas de críticos de de la papeleta (tanto de derechas y progresistas), se habla de los peligros  y repercusiones que una eventual adopción de los tres puntos, dándole rango constitucional a los mismos, tendría para el sistema. Ellos entienden que se provocaría un colapso general y devastador, su menú de terrorismo argumental se completa con la alusión a expropiaciones inexistentes, a imposibilidad de pagos de prestaciones en un futuro inmediato. Se llenan la boca con un pretendido déficit del BPS (al que no es correcto adjudicarle esa denominación); pero cuidadosamente callan sobre el regalo que el Estado le hace a la transnacional UPM en la construcción del ferrocarril, donde los pagos comprometidos en un contrato que consagró el despojo y el saqueo, desde octubre comenzamos el pago de una operación que costó más de 3 millones de dólares, esa cifra sideral le costará a los orientales la farra del ferrocarril, proyecto iniciado bajo un gobierno del FA y culminado por la coalición republicana. Esto muestra que hay tela y espaldas para hacer frente a las contingencias operativas en materia de seguridad social.

Recientemente el economista Gustavo Viñales, en una columna de La Diaria (4.04.24) da cuenta de una estimación gasto tributario1 (sin contar los aportes a la seguridad social), asciende al 32% de lo recaudado en el 2022 por la DGI (585.600 millones de pesos); también establece una comparación entre el gasto tributario y el PBI, la que arroja que este representa el 6.7% del producto. Uruguay es el país que más exonera en el continente. Viñales nos dice que “Según estudios recientes2 para 2021, los ingresos no percibidos por gastos tributarios en América Latina promediaron el 3,7% del PIB”, la cuantía de las exoneraciones muestra otra perla del collar desde donde sacar para hacer sostenible el sistema, a lo que hay que agregar los márgenes importantes que existen en las relaciones económicas y sociales en Uruguay para gravar a la riqueza acumulada en una perspectiva de imposición en el marco de estrategias diferentes.

La acumulación de fuerza a la que aludimos, desborda, sobrepasa la mera acumulación electoral, no creemos que el plebiscito perjudique al Frente Amplio y favorezca a la derecha. Pensamos todo lo contrario, colabora en el re perfilamiento del Frente Amplio, en el acercamiento de muchos y muchas que se han distanciado del mismo, por sus posturas, por las insuficiencias, las omisiones en sus gobiernos, por los estilos y reflejos de “política criolla” instalados en sus prácticas, ajenos a una cultura de izquierda. Porque se visualiza que la enmienda le asesta un golpe fuerte al sistema financiero, excluyendo el lucro, de una actividad como la seguridad social, llamada a defender un derecho, que no puede convertirse en mercadería, en pieza de un negocio.

En Claridad nos hemos comprometido con el plebiscito y lo seguiremos haciendo, sumaremos nuestro modesto esfuerzo militante en este embalaje de etapa, y a encarar la otra más larga, más peliaguda hacia octubre. Estamos insuflados de esperanzas, porque confiamos en la movilización, y en la conciencia  de los sectores populares. Sabemos que medimos fuerzas contra los poderosos, sin triunfalismo sabemos que estamos acumulando fuerzas, generando condiciones objetivas, para una reforma de otro signo y para reposicionar a las fuerzas que se identifican con una radicalización de la democracia, que pasa por la dimensión económica y social de la misma.

1 OCDE 2023. Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe 2023

2 El gasto tributario se define como la ausencia de recaudación, producto de un tratamiento impositivo diferente o excepcional del previsto en el régimen general de un impuesto, dentro de un sistema tributario específico.