Una mirada al mundo

Por Griselda Leal Rovira

Si bien es cierto que desde siempre en alguna parte del planeta ha habido enfrentamientos bélicos, al estar ahora la humanidad demasiado interconectada no podemos ignorar que todos dependemos de todos y la solución de los problemas no se pueden tomar en forma aislada.

La crisis que hoy padecemos es mundial y no sólo por la pandemia, aunque ésta ha venido a agravar la situación.

Hasta ahora había habido un imperio dominante, los Estados Unidos, pero se ha venido desgastando producto del abuso hacia otras naciones, el exceso en gasto de armamentos, el crecimiento de la deuda, así como la desconformidad de las clases medias y bajas que se han manifestado de manera masiva. El nuevo gobierno no ofrece perspectivas de cambiar demasiado la situación, no olvidemos que los anteriores gobiernos demócratas fueron quienes mas destrucción y muerte han causado a través de las guerras y Joe Biden fue parte importante de esos gobiernos.

Por otra parte China emerge como potencia con la mayor población del planeta, luego de décadas de una política de austeridad y crecimiento. Actualmente está expandiendo su incidencia comercial, tecnológica y económica en África y en América Latina con la preocupación de los gobiernos norteamericanos y la mirada cautelosa de otros.

Por su parte Rusia, que también ha crecido de manera extraordinaria, cuenta con la segunda posición en lo que tiene que ver con armamento bélico de avanzada y además cuenta con el territorio mas grande del planeta con riquezas aún inexplotadas.

Corea del Norte y la India no están muy lejos de la meta, con gobiernos de características muy diferentes.

En Medio Oriente hay países que se enriquecieron muchísimo producto del petróleo, en buena medida se trata de reinados familiares devenidos en dictaduras con buenos vínculos con países occidentales que se benefician vendiéndoles armamentos. El problema para ellos puede surgir cuando de a poco las energías renovables se vayan imponiendo. Si bien todavía la energía petrolera va a continuar por un buen tiempo,  quienes enfocan sus negocios con miras al futuro procuran apoderarse de las minas de litio, cobalto y grafito, necesarias para la fabricación de baterías que en un futuro no sólo alimentarán a los automóviles eléctricos sino también al almacenamiento de energías solares y eólicas. China se encuentra en esa línea buscando sentar bases en África, Venezuela y la costa pacífica de América Latina.

Mientras las sociedades tiemblan por el miedo a la pandemia los conflictos regionales se siguen sucediendo.

El enfrentamiento entre Israel y Palestina, que ya lleva por lo menos 74 años, acaba de pasar por uno de sus peores momentos con un saldo de destrucción y muerte, especialmente del pueblo palestino que está en inferioridad de condiciones por el atropello, el sometimiento y su débil economía.

Ucrania es un punto caliente en la frontera con Rusia, la OTAN  pretende intervenir en un conflicto que no es ajeno el tránsito del gas natural desde Rusia hacia Alemania y otros países europeos, compitiendo con el de Estados Unidos que resulta mas caro por un tema de transporte.

La propia Europa no pasa por su mejor momento debido a la crisis económica y los avances de la extrema derecha.

Posiblemente el peor genocidio de los últimos siete años es el de Yemen, país situado frente a un estrecho paso entre los mares Rojo y Arábigo. El hambre y las enfermedades han diezmado a la población, especialmente en los niños con cuadros desgarradores. Quien lo ataca fundamentalmente es el gobierno de Arabia Saudita, conducido por el príncipe Mohamed  Bin Salman, hijo del rey Salmán Bid Abdulaziz, que cobró notoriedad tras el asesinato y descuartizamiento de un periodista saudí en la embajada de Turquía. El primer viaje que realizó Trump al asumir como presidente fue a ese país, al que le vendió armas por valor de 110.000 millones de dólares aunque no es el único en hacer negocios, también países europeos como España y Francia.

América latina es un crisol de conflictos, avances y retrocesos en la lucha de los pueblos, los enfrentamientos, las manifestaciones masivas con duras represiones por parte de los gobiernos neo liberales  y elecciones manipuladas por parte de quienes ostentan el poder. Quien ha tenido un lamentable papel protagónico de apoyo ha sido el presidente de la OEA, nuestro compatriota y ex canciller Luis Almagro.

El conflicto mas grave se sitúa en Colombia, un país donde los gobiernos de Estados Unidos han asentado operaciones, con siete bases militares, la DEA circulando a sus anchas, y los gobiernos mas corruptos de la región conectados con el narcotráfico y con el mayor número de asesinatos a políticos, periodistas, defensores de los derechos humanos y líderes campesinos.

Su vecino Venezuela viene sufriendo el bloqueo desde que asumió Nicolás Maduro al que han insistido hasta el cansancio en denominarlo dictador, pese a que fue electo democráticamente con la presencia de veedores internacionales.  El auto proclamado Juan Guaidó, en su momento apoyado por Trump y por unos 50 países, hoy está en decadencia y muchos de sus aliados se le han retirado. Pero el pueblo sigue pasando graves penurias económicas, en buena medida por el bloqueo y el robo a los bienes del estado, lo que ha redundado en que un porcentaje muy alto de venezolanos  hayan dejado el país.

Brasil, el mas grande de la región, con un presidente militar ultraderechista e impresentable que increíblemente ganó una elección derrotando al candidato del Partido de los Trabajadores, mientras su líder, Lula Da Silva estaba en prisión por cargos que a la postre resultaron falsos. Hoy, con Lula liberado y Bolsonaro en franco desprestigio la situación parece estar cambiando.

Honduras, un país hundido en la pobreza con gobiernos títeres desde hace once años en que fue sacado a la fuerza el presidente progresista José Zelaya.

Haití, el país mas pobre del continenete que además de gobiernos corruptos debió sufrir un terrible terremoto del que jamás se recuperó y fue aprovechado por el país del norte para aumentar su dominio.

En Paraguay luego de la larga dictadura de Stroessner  se sucedieron nueve presidentes, uno de ellos, Fernando Lugo que gobernó hasta el año 2012 apoyado por la izquierda, fue destituido en un controvertido juicio político tras lo cual volvió a gobernar la derecha.

República Dominicana hoy es noticia debido a que quien gobierna, Nayib Bukele, es un personaje muy controvertido que tiene una imagen populista y ha tenido varios cambios en su perfil político. Durante el gobierno de Donald Trump se mostró muy cercano a él, pero con la llegada de Joe Biden  ha pegado un aparente giro hacia la izquierda  con un discurso muy cercano al  pueblo carenciado y con un acercamiento a China, quien le acaba de otorgar una donación de 500 millones de dólares para emprendimientos, con el evidente disgusto del gobierno de los Estados Unidos.

La elección en Ecuador ha sido un duro golpe para la izquierda, pues quien ganó ha sido un banquero neo liberal, Guillermo Lazzo, quien a pesar de no haber sido del partido de su antecesor, Lenin Moreno lo apoyó y quien dejó de lado sus posturas progresistas para volcarse abiertamente a la derecha. Es evidente que Lazzo va a tomar el mismo camino privatizador.

En México luego de muchos años de gobiernos corruptos, títeres de su vecino del norte, asumió Manuel López Obrador, veterano político que durante mucho tiempo hizo intentos de lograr el sillón presidencial. Evidentemente México es un país muy grande, con un fuerte poderío del narcotráfico y las mafias, muy difícil de gobernar y con la contra de tomar medidas que no son del agrado de países con una orientación distinta.

En Chile todavía gobierna Segastián Piñera, un neo liberal que mantuvo por mucho tiempo la imagen de país modelo, hasta que se cayó la venda y la gente se reveló de una manera imprevista y violenta, como violenta fue la represión. Ahora el pueblo ha tenido una victoria dado que en recientes elecciones  para integrantes de la constituyente ganaron por amplio margen los candidatos progresistas, elegidos para redactar una nueva constitución que sustituya a la antigua, que databa del período pinochetista.

Argentina tiene un grave problema en su economía luego del período de gobierno de Mauricio Macri que hundió el país con una deuda impagable que no se sabe adónde fue. Al final de su mandato se realizaban contínuas y multitudinarias manifestaciones que hoy con la pandemia se siguen viendo por las calles de las grandes ciudades, desafiando el temor a la enfermedad. Las riquezas de Argentina son la codicia de empresarios extranjeros muy poderosos que poco a poco se han ido apoderando de amplias zonas de la Patagonia.

El tema de Bolivia es diferente, pues tras un golpe de estado de un año de duración, en que se instauró una dictadura neo liberal de derecha, presidida por Jeanine Añéz, un nuevo llamado a las urnas dio como resultado la vuelta al gobierno del partido de Evo Morales con Luis Arce Catacora, su antiguo ministro de economía como presidente. Las heridas no han cerrado y la dictadora está entre rejas. Sin duda que también Bolivia cuenta con grandes riquezas, espacialmente el litio, y esa ha sido la razón principal del intento de apoderarse del país.

Para la segunda vuelta en las elecciones en Perú, las encuestas dan como favorito al candidato progresista apoyado por la izquierda, Pedro Castillo, quien deberá enfrentarse con Keiko Fujimori, hija del dictador ultraderechista y encarcelado con múltiples y graves cargos, Alberto Fujimori. A pocos días de los comicios se produjo un trágico incidente en el que el grupo guerrillero ex izquierdista y actualmente aliado del narcotráfico Sendero Luminoso, asesinó a 14 personas en un pequeño poblado, donde se encontraron panfletos exortando a no votar a Keiko. Evidentemente este incidente lejos de perjudicarla la beneficia, por lo que no es descartable sospechar que puede tratarse de un atentado de falsa bandera, cosa que no sería tan extraño teniendo en cuenta lo que han sido las prácticas  del fujimorismo en el pasado.

América Latina es un continente en movimiento, socialmente el mas desigual del planeta, pero joven y con mucho potencial, que se ha dejado explotar por el imperialismo pero está empezando a decir basta.

Otro tema desgarrador es el de los migrantes. Tiempo atrás supimos de las familias que huían de sus ciudades y pueblos de Medio Oriente destruidos tras los bombardeos, por parte de occidente y grupos terroristas con saldo de miles de muertos y heridos. Tras largas caminatas incluso con temperaturas muy bajas y niños en brazos y muchos menores desaparecidos, llegaban a Europa donde no siempre eran bienvenidos.

En el estrecho de Gibraltar las noticias no paran de llegar dando cuenta de los contingentes de africanos que parten de las costas de Marruecos en precarias embarcaciones y hasta a nado para llegar a España y otros países europeos buscando una mejor vida, pese a que son cientos los que no logran el propósito y mueren ahogados en el intento.

Otro punto de eterno conflicto es la frontera entre México y Estados Unidos. Pese a que todos los días se producen intentos fallidos del ingreso de latinos al país del norte, en particular hubo un evento que cobró  notoriedad en octubre de 2018  donde una caravana de aproximadamente 800.000 personas, incluidos niños, algunos viajando solos y mujeres embarazadas,  partió de Honduras  con intención de ingresar a Estados Unidos, buscando un mejor futuro, huyendo de la miseria y de la violencia de las maras y los narcotraficantes.  A pesar de la notoriedad que le dieron los grandes medios de comunicación, actualemtne no se habla de cuál ha sido la suerte corrida por esas sufridas personas y en particular los niños, principales víctimas de estas aventuras y carne de cañón de intereses oscuros. Pero la migración no ha parado porque en marzo de este año 2021 con el cambio de gobierno en Estados Unidos, han salido nuevamente pese a las pocas posibilidades de lograr el objetivo, las largas caminatas, la vida al aire libre, la violencia, la falta de comida y hasta los ciclones que pueden encontrar en el camino.

La contracara está en la grosería que significa saber que un puñado de personas ostentan enormes fortunas de miles de millones de dólares y se hacen llamar “filántropos”.

Con el pretexto de la pandemia los males se han acentuado. Millones de personas han quedado sin trabajo, pequeñas y medianas empresas se han fundido, los negocios que giran en torno del espectáculo y el turismo prácticamente han desaparecido, así como vehículos de transporte de pasajeros, cruceros y aviones que se transforman en chatarra.

Incontables personas de todas las edades han muerto producto de la pandemia y otras han caído en la pobreza, en la desesperación, la depresión y el suicidio.

Si esta situación fue planificada y ejecutada como existen sospechas, no fue de un día para otro, ha llevado años de  preparación a efectos de crear caos y cambiar la sociedad a fin de adaptarla a la conveniencia de unos pocos dueños de enormes fortunas.

Está a la vista que parte del plan pasa por destruír la sociedad incluídas las familias, a través de la droga y el adoctrinamiento.

La excusa del cambio climático y una naturaleza mas limpia no convence a nadie. Han sido precisamente los países ricos los que mas han contaminado y la solución va por otro lado.

 Es evidente que la mejor solución ha de ser global, pero no a través del plan que nos preparan los poderosos manipuladores que manejan el dinero del planeta, la solución debe venir por la toma de conciencia y la unión de todos los pueblos.

Pero los humanos tenemos un caudal de reserva como para enfrentar las adversidades.