Griselda Leal
Si bien es cierto que a lo largo de la historia siempre ha habido guerras, el adelanto de la tecnología mal enfocado hacia las armas las hace cada vez más letales.
El gasto de dinero y energía que se emplea en fabricar armamentos es demencial, si se enfocara para el bien de la humanidad se resolverían muchísimos problemas que hoy nos aquejan.
Los grandes medios nos hablan de miles de muertos como si se tratara de hormigas que nos comen las plantaciones, no se piensa que son hijos, hijas, padres, madres, niños y niñas, amigos, vecinos... y tampoco se piensa en las víctimas que han de sobrevivir arrastrando traumas, dolores y rencores de por vida creando un círculo vicioso que a veces tiene como resultado la creación de “grupos terroristas”.
A tal punto ha llegado la insensibilidad...!!!
El egoísmo, la soberbia y la frialdad de quienes manejan desde un escritorio los hilos del poder convencidos de hacer lo correcto, contrasta con el dolor y la indignación de los miles de millones que nos oponemos y sentimos la impotencia de no poder parar esta locura.
Se hacen cálculos del costo de las guerras y de la posterior reconstrucción, dando pingües ganancias a un puñado de millonarios que ya cuentan con grandes fortunas, pero siguen y siguen acumulando mientras millones están sumidos en la pobreza y en la indigencia.
Para eso se hacen las guerras, porque la avaricia de poder y dinero los ha convertido en seres sin sentimientos, ven el mundo como un jueguito en la computadora.
El tablero de la geopolítica varía día a día. Estados Unidos ya no es la gran potencia, intenta seguir mostrando esa imagen pero por dentro da muestras de su deterioro.
Un país que se endeuda y apunta a gastar más de lo que produce a la larga se va deteriorando. Son muchas las voces internamente que tanto en la política como en la población no aprueban que se siga enviando dinero para alimentar la guerra de Ucrania, una guerra que ha eliminado infinidad de seres humanos, destruido barrios y comunidades enteras con el propósito de no permitir la multipolaridad y cuyo final aún es incierto.
Ahora se les presenta el problema de Israel, es la gota que desborda el vaso y es algo que sin duda les está preocupando. No sólo se trata de un problema económico sino de imagen y de riesgo bélico.
En este caso el enemigo puede ser mucho mayor, con el mundo árabe no se juega y el gobierno de Israel ha llegado a un punto en que cada vez más, gran parte de la comunidad internacional condena la manera como ha actuado contra el pueblo palestino desde hace más de 70 años.
El violento ataque de Hamás, condenado unánimemente, ha despertado sospechas en muchos analistas, dado que la débil o nula resistencia resulta poco creíble, y el resultado podría dar como excusa para cometer un verdadero genocidio, acabando con una comunidad de más de dos millones de habitantes que evidentemente al sionismo y en particular al señor Benjamín Netanyahu mucho le molesta.
Hay que saber distinguir entre el pueblo JUDÍO, la religión judía y el SIONISMO.
Si bien las familias judías son una pequeña comunidad con respecto a la población mundial, es sabido que a lo largo de la historia han aportado a la sociedad grandes hombres entre artistas, poetas, médicos, científicos, filósofos y pensadores, algunos profesan la religión y otros no y muchos hombres y mujeres que habitan en distintas partes del mundo optaron por buscar parejas no judías con lo que se han ido mezclando con otros grupos humanos.
Pero el caso de quienes se consideran SIONISTAS, es diferente, se trata de una ideología surgida en el siglo diecinueve que propuso como objetivo crear un Estado para el pueblo judío como respuesta a la ola antisemita que recorrió Europa. Su creador fue el periodista austrohúngaro de origen judío Theodor Herzl y tuvo como objetivo fomentar la emigración judía a Palestina, concretándose con la fundación de Israel el 14 de mayo de 1948 de acuerdo al plan previsto por Naciones Unidas.
Actualmente el movimiento SIONISTA está compuesto en general por multimillonarios, la mayoría JUDÍOS pero no necesariamente, también se acercan a sus filas NUEVOS RICOS, de otras creencias, incluso católicos, afines a esa ideología.
También se formó un SIONISMO SOCIALISTA que en los comienzos de la fundación de Israel se dedicó a formar grupos comunitarios que viven en kibutz, comunidades agrícolas familiares que trabajaban en cooperativas con los mismos derechos. Consideraban que era un paso hacia la revolución SOCIALISTA. Hoy en día siguen existiendo pero muchos se han ido integrando a la sociedad de otra manera.
El estado de Israel tiene uno de los ejércitos más letales del mundo, provocó la migración masiva y forzada de palestinos a dos territorios separados e incomunicados entre sí, como son Cisjordania y la franja de Gaza, un pequeño territorio donde viven hacinados más de dos millones de personas.
A diferencia de otros países parlamentarios en Israel el primer ministro es director ejecutivo, dado que las leyes fundamentales de Israel confieren explícitamente el poder ejecutivo al gobierno del cual el primer ministro es el líder.
Benjamín Netanyahu ostenta el cargo de primer ministro desde 1996 de forma interrumpida hasta nuestros días; está apoyado por el ala SIONISTA ULTRADERECHISTA y XENÓFOBA que desea eliminar a sus vecinos palestinos, para lo cual los viene acorralando de muchas maneras, incluso derribando casas habitadas por familias para construir asentamientos, asesinando y encarcelando a hombres, mujeres, inclusive a menores.
En todo el mundo han surgido manifestaciones de todo tipo en contra de los ataques de Israel.
Somos miles de millones los que abogamos por la PAZ.