50 números de Claridad, ¿no son nada?

¡Vaya que lo son! Significan medio centenar de desafíos, de propuestas, y algo así como tres años de existencia intentando llegar con un mensaje de buen nivel.  ¿Significa esto que nos damos por satisfechos? Nada de eso.

Hemos plantado árboles sabiendo que de otros serán sus sombras, follajes y troncos y no olvidamos ni desdeñamos las raíces que son reaseguro  para la permanencia y la continuidad.

No pecamos de atrevimiento ni arrogancia su decimos que somos conscientemente responsables de nuestro trabajo en el plano ideológico. Hemos carpido el terreno desbrozándolo de malezas en la medida de nuestras fuerzas. Tratamos de volverlo apto para que vengan aquellos que son portadores de nuevas simientes y encuentren tierra que se ha tornado fértil para que continúen con el desafío del trabajo y la creación.

Obviamente, nada nuevo y sin caer en olvidos estratégicos, sencillamente: lo esperado. Sin promesas “por otros 50 números”, que pueden resultar altisonantes, ni  mensajes edulcorados, sólo nos atrevemos a decir que no cambiaremos de trocha y seguiremos andando con nuestra prédica antimperialista y antioligárquica guiados por el faro artiguista, insistiendo en la tozuda defensa de la clase trabajadora, de la lucha contra la explotación y toda forma de injusticia que desconozca y avasalle los derechos humanos. Es decir en síntesis: por el socialismo, como lo proclamamos en nuestro primer número. Salud 

                                                                        El equipo de Claridad