Los viejitos van muriendo, el tiempo pasa y la verdad sigue esperando: ¿hasta cuándo?

  

Escribe: Walter Caimí. PACTUM

Al fracaso de “quitar los fueros” al senador Manini Ríos anunciado por el camino que José Mujica le confirió para tal resultado, lo imprevisible resultó ser previsible; y no es un juego de palabras. Variados argumentos habría para analizar la posición política de antes, durante, y el después de conocerse que el senador cabildante no sería desaforado. Es claro que existió un antes y un después de que Mujica abonara la tierra de Derechos Humanos. Hay un trípode a analizar:

1, la actitud de Manini Ríos con su electorado durante la campaña para las elecciones nacionales.

2, la actitud de José Mujica; y

3, la actitud política del Frente Amplio.

Si observamos los hechos con resultados deportivos, sin la menor duda, Manini Ríos ganó. Como no es un deporte las consecuencias de la política desarrollada por la Coalición, son más que lamentables. Cuando todo parecía indicar que habría un acuerdo político para que el senador en cuestión fuese desaforado y se presentara ante la justicia a dar su versión de los hechos, un giro de 180 grados se produjo en el seno del Partido Nacional que arrastró a los demás miembros de la coalición salvo un grupo minoritario del Partido Colorado y jóvenes del Partido Nacional, que sí aspiraban el desafuero. Señalado los puntos gravitantes del caso, hubo otro que pasó desapercibido, la figura insigne del ex presidente de la república Julio María Sanguinetti, único sobreviviente del Pacto del Club Naval. 

Sanguinetti, hizo su labor silenciosamente. Dialogó con muchas personas dentro y fuera del parlamento para que la coalición no rompiera lo que él con anterioridad había asumido: el silencio.

Con anterioridad, comenté en Claridad que el fiscal del caso no trabajó bien, o debidamente, el problema. Los distintos sucesos políticos que se han ido desarrollando, confirman lo escrito oportunamente. Analizar tal cosa dejó una brecha para que el sistema político del país tuviese la dignidad de separar las aguas; pues bien, no lo hizo, no supo hacerlo, no quiso hacerlo.

Las palabras de José Mujica, último orador de la sesión a que refiero por los fueros, a título personal explicó,  y no en acuerdo con los demás miembros del legislativo ni siquiera con la fuerza política Frente Amplio que él compone. En sus palabras le manifestó a Manini Ríos que tenía la oportunidad de transparentar lo que sabía… ¿Qué cinismo?

Sí, es un verdadero paladín del cinismo político uruguayo.

¿Qué le ordenó a Eleuterio Fernández Huidobro siendo ministro de Defensa Nacional?

¿Qué indagó en el seno de la Fuerzas Armadas?

¿Qué proyecto legislativo presentó en la Comisión de Defensa Nacional para cambiar el plan de estudios de las Fuerzas Armadas?

¿Qué transparentó de las reuniones sostenidas clandestinamente, antes, durante, y después con los Tenientes de Artigas? Motivo este que alejó a Jorge Zabalza entre otros del MLN-T.

Es una novela de nunca acabar. Y no prospera porque TODO EL SISTEMA POLÍTICO es cómplice de un modo u otro. Este periodista, se comunicó con una fuente bien cercana a Miranda y Daniel Martínez, cuando Mujica con su lengua larga se lanzó contra Laura Raffo y está le paró el carro. Hago mención a ello y reservo la fuente por razones periodísticas y me dijo el entonces entrevistado: ¿y quién se atreve a llamar a Mujica y decirle no hagas tal cosa?

Este hecho es trasladable al Partido Colorado: ¿quién le impone a Sanguinetti disciplina partidaria?  Nadie.

En verdad, quisiera que alguien con cabeza me explique eso de la disciplina partidaria; el concepto como tal,  es como el chicle.

Cabildo Abierto está posicionado dentro de la coalición y arremete en contra de sus aliados en diferentes temas; su proyección política está consolidada hasta el momento.

En tanto, la vida del país sigue su curso y en materia de Derechos Humanos, tiene un debe enorme siendo su principal responsable el Estado. Generación tras generación van falleciendo por el paso del tiempo y los Familiares de Detenido Desaparecidos, siguen en blanco en cuanto a la verdad. 

La cabeza de los nuevos miembros de las Fuerzas Armadas sigue incólume, no hay cambios. Allí está el Hospital Militar; allí está la Caja Militar; allí está la cabeza de descabezados que por el solo hecho de vestir un uniforme se creen que pueden llevarse todo por delante sin importar sus consecuencias. Denuncias varias hay de todo tipo que van desde lo sexual, robos, abuso de autoridad, etcétera.

Si algo le faltaba a lo descripto acá, se suma un tema familiar del extinto Wilson Ferreira Aldunate; su hijo mayor asumió una banca en Cabildo Abierto. No seré yo, quién opine al respecto. Solo lo planteo como un hecho más. 

Todos esconden algo. Todos saben más pero no hablan. El Estado como tal tiene la información y sabe dónde está y cómo obtenerla. El país se fue al carajo y no es factor de suerte y oportunismo echarle la culpa al otro cuando la voluntad y actitud política, no cuenta. Nadie dijo, que Miguel Toma viajó con la contadora en cuestión, porque es su amante. Las imágenes emitidas en el partido de fútbol son de la empresa Espn; no es de un fotógrafo casual, no. Quieren tapar el Sol con un dedo.

Miguel Toma fue apañado por Tabaré Vázquez, así de simple.

Cansa de  verdad no encontrar sólidamente cuestiones políticas cuando son usufructuadas actitudes personales y abonadas desde lo más alto. Los reyes de la farándula política con mayúscula saben cómo permear las barreras de la verdad si existiese un compromiso serio con el país, sus habitantes todos. Los hechos demuestran lo contrario. Reflejo de tal situación, es la credibilidad e imagen que atraviesa la Institución de Derechos Humanos con posiciones bien dispares como la de la Dra. Marina Blengio que con su temperamento divide. Y lo escribo porque perdió peso en materia de Derechos Humanos, no está cumpliendo el papel asignado. Y así, podría enumerar tantas cuestiones relativas al día a día, mientras transcurre el tiempo éste opera en favor del silencio.