CTC humor 66





El trabajo que se viene publicando en las páginas de Claridad, son una selección de las crónicas del libro «Como te cuento una cosa…» con recopilación de temas escuchados, o leídos en distintos medios de nuestro país y algunos escuchados en el exterior. Compartimos con nuestros lectores algunos textos y dibujos y de su capítulo:

Versos con humor e ironía

1964

Adelante, siempre adelante

Este refrán nos lo recitaba un compañero de clase italiano en el liceo público No. 5 José P. Varela, de Montevideo. 

 

Había venido chico de Italia y hablaba aún con un acento que decía de su origen. A nosotros, casi adolescentes, nos resultaba muy gracioso. Vuelta a vuelta, alguno de nuestra clase le pedía que lo repitiera:

 

Si la vitalitá è grande y va bene, avanti con el pene. 

Si la vitalitá mengua, avanti con la lengua.

Cuando el vigor es finito, e tutto intento inhumano, 

avanti con la mano.

Y cuando el vigor es nulo, avanti con el culo,

Ma avanti, ¡siempre adelante!, 

che questo è lo importante.

 

1967

Canto con humor

Escuchábamos por estos años del para mí «número uno» de nuestra generación, Alfredo Zitarrosa, una cifra-milonga con estas coplas:

Del tronco nace la rama,

de la rama el arbolito,

de los paraguayos viejos

nacen los paraguayitos.

 

El gallo en su gallinero 

alza las alas y canta,

y el que duerme en cama ajena

bien temprano se levanta.

 

Y no fue casualidad

Allá por la década del sesenta se pusieron de moda los festivales de folclore en nuestro país. El departamento de Salto organizó uno de los primeros. Después, Durazno también tuvo el suyo. Marcos Velázquez, con veintipico de años, participó en el festival de Salto y ganó, con la canción La rastrojera. Este tema lo cantábamos también en nuestras guitarreadas con amigos. Y no fue casualidad que nos motivara esta popular canción de humor irónico, ya que partes de su letra tienen un claro mensaje político:

Unos mucho y otros nada

y eso no es casualidad

si el maíz crece desparejo

alguna razón habrá.

Un ladrón me robó todo

y al verme tan mal después

me está haciendo unos empréstitos

y cobrándome interés.

 

Un milico atravesao

Después de años de consumir canto folclórico argentino, aparecieron en nuestro país con más fuerza y difusión temas que le cantaban a lo nuestro y a nuestra gente, no tanto a sus imágenes. Así lo afirmaban Washington Bocha Benavídez y Eduardo Larbanois en el tema Muchacha campesina, popularizado por Alfredo:

Muchacha campesina,

verdadera muchacha,

no la mentida rosa

del pago, o la calandria.

 

Otra muestra fue De cojinillo, del maestro Rubén Lena, que cantaban Los Olimareños. En este caso los versos son de profunda raíz pueblerina y popular, pero también con un humor pícaro que los salpica:

Y está baila que te baila la Juanita

 con los zapatos prestaos

y allá afuera en la portera, dragoneando

un milico atravesao.

 

¡Pero mire el Cachafaz cómo la lleva

a aquella de colorao!

Y la vieja no lo mira muy a gusto

porque ya se ha propasao.

 

El farol de a poquitito haciendo pierna

y el Nico y la Papa Madre están pidiendo

que toquen Cuartito Azul.

1970

Manija de Satanás

 

Canario de nacimiento (nacido en Los Cerrillos), pero maragato por adopción, Abel Soria tuvo un destaque muy grande componiendo versos humorísticos y haciendo payadas con neto perfil pícaro. Si bien empezó a recorrer el país en el año 1955, yo lo descubrí y comencé a disfrutar de su canto y humor a partir de 1970. De su vasta producción recuerdo las Mil millas orientales, Mi hijo el refinado y estas muestras de las coplas de su tema Aconsejando a Isabel:

Cuando Isabel se ennovió, sin decírselo a sus viejos

la madre olfaltió de lejos el noviazgo de Isabel y asumió el bravo papel, de propinarle consejos.

 

Le dijo: Tener un novio cuando el instinto lo exija

no es ningún delito m’hija, pero es un riesgo muy grande,

porque aunque Dios te lo mande, Satanás le da manija.

 

Atendelo pero en casa, pa que la paz no se quiebre

pa vigilarle la fiebre y observarle los retozos

los toros son peligrosos, más a campo que a pesebre.

 

Existen los novios tímidos que dejan la mano quieta

sin embargo el más bobeta, cuando le entra el apetito

se resbala despacito, como choclo en la torbeta.

 

1976

Caminando lejos

 

En este año fue mi primera ida a España. Conociendo Cataluña y visitando amigos, anduve por Tarragona, donde conocí a un andaluz muy pícaro, que cantaba en pubs. Se presentaba en sus toques con un: «Soy de Graná, casi ná…».

De su repertorio me acuerdo de estos versos, que, según me contó, eran un clásico de la tradición oral castellana:

Qué polvo, qué polvo el camino.

Qué polvo, qué polvo la carretera.

Qué polvo, qué polvo el molino.

Qué polvo, qué polvo la molinera.

 

El papa en un gesto muy humano,

se ha llevado a una puta al Vaticano.

Por no tomar las debidas precauciones,

se ha pillado un sifilazo de cojones.

Moraleja: Aunque el papa es infalible con la boca,

con la picha muchas veces se equivoca.

 

Un gato y una gata muy experta

se marcharon a follar en una huerta.

Se subieron los cabrones a un ciruelo,

vaya ostia que se dieron contra el suelo.

Moraleja: Si quieres joder con la que amas,

nunca te andes por las ramas.

 

El cabo del quinto regimiento 

con la picha abría latas de sardinas.

El sargento de la misma compañía

por más que lo intentaba, no podía.

Moraleja: en asuntos de cojones,

para na intervienen los galones.

 

1978

Para muestra, un botón

Canciones para No Dormir la Siesta cautivó tanto a los padres como a los hijos. Con la excusa de atender a nuestros hijos, los llevábamos a sus espectáculos y disfrutábamos del humor irónico de este grupo musical. Además de la excelente música que aportaron a los cantos infantiles, se identificaron, al igual que otros músicos, con la lucha contra la dictadura militar, desde la cultura, con letras muy sugestivas.

 

Nos prohibieron la rayuela,

nos quemaron la cometa,

pero cuando no miraban,

pero cuando ellos no estaban

y hasta en su propias caras

les hicimos morisquetas

e inventamos nuevos juegos

con canciones ya muy viejas.

 

Al botón de la botonera, chim-pum, fuera.

Al botón de la botonera, chim-pum.

Al botón, chim-pum fuera,

chim-pum, al botón de la botonera.