Después de la última instancia del Consejo de Salarios del sector, la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea decretó el trabajo a reglamento en toda la industria, que implica que los trabajadores no harán horas extra ni se desempeñarán en áreas distintas a sus puestos habituales. La diferencia no es económica, ni salarial, sino que está ligada a la clausula de paz que pretende imponer la Cámara Patronal, la cual en opinión de los trabajadores es un intento de “atarlos de pies y manos”, siendo una medida de corte anti sindical que va en línea con la aptitud patronal.