Cuando todo indicaba que se había alcanzado un acuerdo, la decisión 14/10/1 de la empresa, que es simplemente una interpretación antojadiza sobre una cláusula que indicaba que los trabajadores con más de cinco años de antigüedad y que ya tuvieran 13 jornales asegurados pasarían a tener 18. La actitud patronal debe ser calificada otra como una maniobra de vocación provocativa, de parte de la multinacional de origen belga. Los trabajadores nucleados en el Sindicato Único Portuario y Ramas Afines (Supra) en este duro conflicto encaran en simultaneo dos frentes de disputa: el convenio colectivo en la empresa Terminal Cuenca del Plata (TCP) –que es 80% propiedad de la firma belga Katoen Natie y 20% de la Administración Nacional de Puertos (ANP)– y la búsqueda de un compromiso escrito de que todos los empleados que sean expulsados de Montecon no pierdan la fuente ni las condiciones laborales.