La intersocial el 10 de septiembre el Paro General el 17, muestran que el camino de la movilización es imprescindible para resistir al proyecto conservador

Escribe: Eduardo Aparicio

La política de ajuste que estaba insinuada en los discursos electorales y acuerdos de gobierno del amplio arco que constituye la actual coalición de gobierno se ha puesto en marcha, siguiendo una clara hoja de ruta. Su avance es progresivo y firme, pero encuentra importantes expresiones de resistencia, la tendencia que se insinúa es que iremos a una profundización de la misma. Cuando se producen ajustes y recortes indefectiblemente hay lucha; entonces nos encaminamos inexorablemente a una etapa de profundización de la lucha de clases, de mayor confrontación, que muy posiblemente traiga aparejada una radicalización de las luchas, tanto  en el carácter y naturaleza de las reivindicaciones así como en el despliegue y recurso a los métodos.

 La intersocial en la calle el 10 de septiembre

 El Covid19 incorporó algunos elementos suplementarios e inesperados a la realidad nacional. Podemos afirmar que  hoy el estado de situación es francamente malo, en el campo social y económico; 100.000 personas deben recurrir a mecanismos como las ollas populares para alimentarse, otras 100,000 han pasado por el seguro de paro, en tanto el Instituto Cuesta Duarte indica que 130.000 más  dejaron de buscar empleo. Aquello que en principio fue una amenaza sobre el salario y las jubilaciones hoy es una realidad, el ajuste se sostiene en una rebaja del salario, tanto en el sector  público como en el privado. (Ver articulo de D Olesker en este Nº 37

La naturaleza de clase del gobierno es clara y está fuera de dudas para las fuerzas populares, de todas manera cabe precisar que no es un calco del de Lacalle Herrera, ni mejor, ni peor, simplemente  distinto y se debe tener el ojo atento para captar sus particularidades y peculiaridades.

La Ley de Presupuesto, es un segundo acto encadenado a la LUC, que deja al desnudo las orientaciones económicas y sociales, donde los recortes en salud, educación, vivienda, acceso a  los derechos, se despeñan por la pendiente del rigor financiero y presupuestal. Entre tanto  los actores del campo popular, buscan ubicarse y establecer su juego. En su  seno se viene procesando varias discusiones simultaneas vinculadas al ¿Qué hacer?, hoy parece un hecho que las mayorías impusieron recorrer el camino de la democracia directa y provocar  la consulta popular para contraatacar a la LUC, queda por verse cuándo y cómo se encarará.

Durante la pandemia se disiparon, -porque la derecha las descartó- las posibilidades de acuerdo nacional, el diálogo  quedó abierto, pero se fue poco a poco desvaneciendo. El gobierno por ahora, disfruta de una luna de miel (efímera como todas ellas)  y goza de popularidad y simpatía, en el marco de la cual pregona y practica el diálogo, es decir recibe y escucha, sin dejarse influir, ni enmendar la plana. La dirigencia sindical, dialoga, -algo que es parte integrante de su quehacer- pero va perdiendo las expectativas que algunos de sus planteamientos sean tomados en cuenta. Fernando Pereira presidente del PIT-CNT en víspera del gran paro general del 17 afirmó”… el PIT-CNT no está en una postura de “arder la pradera”, sino en una “reflexiva”, agregando. “No nos hemos podido poner de acuerdo. Y cuando las organizaciones, la que fue elegida para gobernar y la elegida para defender los derechos de los trabajadores, no se ponen de acuerdo, naturalmente que va a haber medidas”, rematando este es el comienzo de  una lucha.

Bien sabemos que la lucha está planteada desde antes que el gobierno asumiera, y su vigencia impostergable va rápidamente acrecentándose, para los que están en el seguro de desempleo se plantea una importante reducción de ingresos, ni que hablar para quienes perdieron su puesto de trabajo, pero a  la mayoría de los trabajadores le espera un deterioro importante y creciente de su poder de compra y de la calidad de vida. Las direcciones sindicales son y  serán empujadas  a la lucha, los matices y las diferencias también estarán al orden del día, y la unidad tendrá que dejar el campo de lo retorico para ser un elemento efectivo, contenedor de la diversidad y no un instrumento de amortiguación del conflicto.

Podemos hablar de una casi  absoluta coincidencia en el campo popular en la caracterización  del gobierno,, citaremos  nuevamente a Pereira  quien al respecto declaraba en la prensa explicando el paro general: ”, es un gobierno de derecha al servicio de los poderosos, defensor de los intereses del capital”. Las diferencias surgen y emergerán aun mas en relación a las orientaciones de corte estratégico y táctico.

Existe otro factor muy importante y significativo para interpretar el momento, es  el nacimiento y desarrollo de las intersociales, promovido en parte desde el movimiento sindical y otros movimientos sociales históricos, pero que sin duda los transciende pues en pocos meses ha podido construir una plataforma aglutinante y movilizar. La demostración del 10 de septiembre fue un ejemplo en ese sentido. En las filas de la intersocial se valora como muy positiva esta demostración, que fue precedida por otras también importantes, en el marco de las restricciones de la pandemia. Se nota y evidencia la disposición a movilizarse por parte de muchos y amplios sectores. Desde dicho movimiento tienen previsto para el 17 de octubre un encuentro nacional de las intersociales en la sede de FUCVAM, organización que viene fogoneando y empujando este proceso. Su Secretario General Gustavo González, fue terminante cuando le dijo a Claridad:  “la intersocial es un hecho innegable, que vino para quedarse”.

Desde la izquierda política algunos sectores buscan el tendido de puentes con el movimiento social, tarea importante, pero que solo puede recaer en forma efectiva y verdadera en aquellas organizaciones identificables con “los partidos obreros”, no es la totalidad del FA que está en condiciones, que quiere y puede hacerlo. En gran medida porque los sectores que impulsaron en los gobiernos progresista una línea social liberal, no tienen vocación, ni están llamados para encarar combates que vehiculizan dinámicas “rupturistas”, en termino del statu quo y menos que pueden promover expresiones situadas fuera del parlamentarismo y la política institucional. Además de que muchas de estas reivindicaciones paridas por la protesta, son cuestionadores de unas cuantas de sus opciones en materia de política económica y social, adoptadas cuando fueron gobierno. No están en condiciones de pasar la prueba del archivo, las luchas populares  son más incisivas en su interpelación que los llamados a sala. 

Es evidente que el eje de la lucha se desplaza de la política institucional  al campo social, abriéndose un enigma y desafío, el de quienes estarán en condiciones de orientar políticamente un movimiento de protesta y descontento, que en el mediano plazo se asienta sobre bases materiales reales, pero que si no encuentra una conducción clara y consecuente corre gran peligro de malograrse..

18 de Julio el día del paro general

 

El paro general del 17 de septiembre, el primero que se le hace a este gobierno, fue una expresión masiva e importante, dejó de manifiesto la existencia de una perspectiva creciente  para recorrer un camino de luchas, que debe ser transitado combinando inteligencia y firmeza, identificando, buscando los mejores medios para evitar su frustración. Precisamente en estas luchas radica las posibilidades de encontrar nuevos ejes de acumulación, que transciendan el campo de de la calistenia electora.-