La solidaridad popular en tiempo de pandemia y crisis

La llegada del Covid 19 puso en evidencia y agravó los problemas estructurales, de modo que, a  aquellos que no estaban en la formalidad, o sencillamente vivían los fenómenos de exclusión y pobreza, se sumaron quienes ha visto reducirse y extinguirse sus ingresos aún estando en el Seguro de Desempleo (un paliativo, que retarda lo más duro del empobrecimiento). Miles de uruguayos pasaron  a alimentarse por los mecanismos de solidaridad, entre los que se destacan las ollas populares, surgidas de la organizaciones barriales, sociales, sindicatos y cooperativos. Este es un movimiento de gran importancia, no solo porque mitiga necesidades fundamentales, sino porque es expresión de autorganizacion, de vocación colectiva, surgido desde las entrañas de la sociedad civil.

La respuesta ha sido variada, por ejemplo también sumo, la interesante experiencia de bandejas desarrolladas por AEBU y otros sindicatos, que pusieron en valor la infraestructura con la que cuentan, identificaron ciertas grupos, como los migrantes, para su sostenimiento tejieron múltiples acuerdos.

En otras latitudes este movimiento también se manifiesta con fuerza y adquiere interesantes proyecciones, en numerosos lugares afectados por la realidad, así es que en la sufrida Haití, parte del movimiento popular considera que  el mantenimiento del mismo constituye hoy la columna vertebral de la movilización popular y ciudadana.