Entrevista a Gerardo Rodríguez, presidente de FAncap
Por Eduardo Aparicio
¿Cómo caracterizan, desde FANCAP, al actual gobierno?
La derecha define a su gobierno como una coalición multicolor y parte de la izquierda repite esa definición, pero creo que se comete un error, lo que los une no son los colores sino los intereses de clase. Entonces debemos partir de un ajustada caracterización, que no es otra que la de un gobierno de derechas, neoliberal, reaccionario, autoritario y clasista. Sin olvidar que entre sus miembros tiene un partido militar con ciertos rasgos neofacistas, que reivindica el terrorismo de Estado, como lo está haciendo ahora planteando reinstalar la Ley de Impunidad. Pero el gobierno en su conjunto tiene rasgos autoritarios por la forma de llevar su programa, aparte de la presencia del partido militar en su seno, la esencia autoritaria está en el mismo gobierno, como queda de manifiesto en la LUC, a través de la cual se pretende realizar una serie de cambios, que incluyen profundizando aspectos punitivos, el gatillo fácil, medidas de ajuste, ataques a la autonomía de la educación. Pero no solo los contenidos de la LUC están cargados de autoritarismo, sino también el abordaje elegido para concretar esta ley de urgente consideración. En la elección de la metodología para imponerla el gobierno, mostró sus aristas autoritarias. Y a ello se suma el momento en que la propone porque si bien en la campaña habían evocado ese camino, siguieron la marcha rápida para sin treguas, ni postergaciones, intentarlo una vez instalado el nuevo gobierno. Esto representó que a los plazos exprés para el tratamiento, se le sumaron las restricciones e impedimentos para la movilización y protesta, por parte de todos los que tenían discrepancias. Frente a ese cúmulo de propuestas que impone la LUC en materia de expresión y protesta por parte de la sociedad civil a este gobierno lo caracterizamos de derecha, neoliberal, clasista y autoritario cuyas posiciones conlleva una profundización de la luchas de clases.
¿Cuáles son los ejes principales de la lucha y movilización de FANCAP?
Básicamente pasan por defender una ANCAP estatal y pública, por asegurar la decisión popular de mantener al Ente en manos del Estado y el monopolio en manos de ANCAP, pero hay otros puntos como: la defensa de la industria cementera, la logística y los puestos de trabajo. Hay un objetivo claro en particular del herrerismo de desmantelar ANCAP, se trata de un objetivo histórico, no es de ahora, ni del 92-93 es de toda la vida, hay que leer lo que decía la prensa herrerista en los 30’ cuando se discutía la creación del Ente. Se trata de un tema ideológico, hace unos días se lo planteamos al Presidente de la República, quien nos admitió que el tema del monopolio tenía un componente ideológico y que no pasa exclusivamente por la pretendida rebaja de tarifas que aparejaría el fin del monopolio. Como no lograron las mayoría, buscarán de impulsarlo por otros medios y en otro momento, van insistir con ese tema y también pueden hacerlo desde la URSEA, que por medio de la regulación de la actividad y del mercado de combustibles puede vaciar al ente autónomo de sus objetivos productivos y sociales transformándolo, por medio de esa lógica, en una empresa privada mas, cuya objetivo es la búsqueda y obtención de resultados económicos. También cuentan con los mecanismos que pueden arbitrar desde la OPP, recorte de los puestos de trabajo, limitación de las inversiones. Por la vía de la regulación, junto con el camino de la afectación del personal y la reducción de las inversiones para el desarrollo del Ente, van a tratar de erosionar el rol de Ancap.
-Dos cosas sobre la reunión con el Presidente a la que acabas de hacer mención, ¿cómo ven que Lacalle les diera “al toque” la reunión, cuando Tabaré Vázquez no se las dio?¿Del encuentro salen Uds con la idea que el gobierno va a encontrarle una vuelta de solución a la industria cementera, o simplemente el gobierno quiere ganar tiempo?
-En primer lugar me gustaría contar el marco en que conseguimos la reunión. Desde hace mucho tiempo estamos bregando por concretar una vieja aspiración, que no es otra que la creación de la coordinadora de sindicatos de ANCAP, se trata de articular y coordinar la acción de 12 sindicatos, de sectores que están relacionados con la actividad de ANCAP. Nosotros hemos venido trabajando desde hace un tiempo, por ejemplo cuando se planteó parar temporalmente la refinaría (por la caída de las ventas de gasolina) a raíz de la pandemia; la suspensión por un mes no afectaba a los trabajadores de ANCAP pero si a un grupo de trabajadores sanduceros que no pertenecen a Ancap, para quienes representaba 120 pasajes al seguro de paro. La acción conjunta permitió lograr revertir esa decisión. Después tuvimos un problema en Bella Unión, porque no se quería incorporar 80 trabajadores a la zafra de caña de azúcar, no entendíamos porqué si habían incorporado 350 le cerraban el ingreso a 80. Descubrimos el motivo: algunos productores se aprovechan de tener bolsa de desocupados para plantear condiciones abusivas, como proponerle menos horas de trabajo.
Se nos planteó la situación de la industria cementera, tuvimos una reunión con el Directorio, que nos hizo una presentación, en base a un estudio de mercado con el cual desarrollan tres posibles escenarios para la industria, pero el tema es que ninguno de esos escenarios contemplaba mantener abierta la planta de Paysandú, a partir de esto se activo la asamblea ciudadana, donde se trasladaron compañeros de Minas, Montevideo, rodeamos de solidaridad a los compañeros sanduceros, la asamblea decidió realizar una movilización cuando el Presidente llegara al departamento para realizar algunas inauguraciones. Cuatro días después fuimos a esa manifestación, el Presidente Lacalle sale a hablar con nosotros y agenda una reunión, sin duda aprovechó para generar un hecho político, nos recibió y tuvimos una correcta reunión. Nuestro objetivo era decirle que tenemos una propuesta, que incluye caminos para no cerrar la planta.
- ¿Le entregaron el documento con la propuesta?
- Si, al tiempo que le explicamos cuál sería la propuesta de los trabajadores. Sabemos que será muy difícil que el gobierno quiera invertir 120 millones de dólares en este emprendimiento. Por supuesto que le manifestamos que estamos dispuestos a defender en la calle esta propuesta, no nos vamos a quedar con la formalidad de la presentación de un documento..
-¿Piensan uds. que tal vez el camino que elija el gobierno sea el de buscar un inversor privado para que asuma la planta y se quede con esa parte del negocio?
- Creemos que sí, el asunto ya fue anunciado y si se concreta no nos sorprendería. Del estudio de mercado surge que Uruguay tiene un muy bajo índice per cápita de portland, lo cual se refleja en que tenemos un déficit en la construcción de vivienda y en el desarrollo de infraestructuras, pero también el estudio consigna que en la Mesopotamia argentina hay una gran oportunidad para la expansión del negocio del portland, en parte porque el transporte es uno de los elementos centrales en su estructura de costos y la cercanía cuenta. Cualquier privado que venga tiene que comprarle la piedra caliza a ANCAP entonce,¿porqué no hacerlo desde el Estado? Sabemos que tenemos reservas estimadas en 10.000 millones de dólares, para mejorar la explotación hay que invertir 100.000, es como invertir 1 peso para ganar 100. Si resulta interesante para el privado este negocio, también ocurre lo mismo para la industria estatal. Además hay una doble oportunidad, ya que se puede industrializar una riqueza nacional, aportando a reducir el déficit de vivienda e infraestructura. Esto estaría en línea con la inyección de recursos en el mercado interno para reactivar la demanda, sabemos bien que vivimos un momento de estancamiento de la actividad económica, se prevé para este año una caída del 4 puntos del PBI de la actividad. Se sabe que asistimos a una fuerte caída de la demanda externa, por lo cual las posibilidades de atracción de IED se reducen. Frente a una situación de crisis y retracción son varios los países en el mundo que realizan fuertes inversiones públicas para relanzar la economía. Hasta organismos internacionales como el FMI ahora aconsejan este camino. Uruguay es el país de América Latina que menos ha invertido en lo social para salir de la crisis sanitaria, a pesar de los resultados obtenidos por el momento en el control del Covid 19. Tenemos la oportunidad en Paysand, un departamento muy afectado por la desocupación, de la mano de la inversión pública se puede empujar para paliar la situación, tanto en materia de empleo, como de reactivación económica en general, partiendo de todo lo que se mueve en torno a la planta cementera.
¿Te pediría que nos expliques la posición de FANCAP frente a la posibilidad de provocar una consulta popular sobre la LUC?
-Empezamos la entrevista caracterizando al gobierno y a la LUC, frente a un gobierno que sostiene un proyecto neoliberal, reaccionario, autoritario el movimiento popular tiene que buscar la manera de contrarrestarlo y derrotarlo, es decir que estamos obligados a enfrentarlo. Partimos de que la mayor derrota es no hacer nada y dejar a la LUC así como está. Somos de la idea que hay que salir a confrontar con este programa de gobierno. El camino del refendum nos abre posibilidades, neutralizar los aspectos más regresivos de la Ley, al tiempo que iniciamos una batalla para generar mayores niveles de información y consciencia a nivel del pueblo. Hace pocos días el Sunca realizó una multitudinaria asamblea de más de mil personas, pero esos niveles de movilización solo los alcanzan los compañeros de la construcción. ¿Cómo podemos hacer todos los sindicatos del PIT-CNT para salir a la calle, para generar espacios de reflexión, discusión a través de asambleas, reuniones? Nosotros tenemos que contraponer. Ahora estamos en plena batalla social, que debemos darla desde el movimiento social. Nosotros no queremos ser vanguardia de nada, sabemos que la hora es de lucha. El referéndum, el proceso de recolección de firma son herramientas que permiten desplegar ese trabajo de información, convencimiento, persuasión.
- ¿Para uds, ellas son herramientas al servicio de un proceso de acumulación?
-Sabemos que todo tiene un riesgo, si nos embarcamos en un desafio de esta dimensión hay riesgos, que no implican que intentemos generar consciencia, organización y avanzar en términos de poder popular .Podemos perder en la batalla, pero si no la damos, perdemos desde el arranque.
-La última pregunta que es de reafirmación: ¿Consideran que la llamada reducción de daños logradas en el Parlamento, fue insuficiente? ¿Hay que ir a una batalla mas frontal?
-No estamos en contra de la “reducción de daños, es decir de las mejoras parciales que surgieron del tratamiento parlamentario de la LUC. Pero la esencia de la ley sigue intacta, es la misma, no he escuchado ninguna organización del campo popular, decir que se produjeron cambios sustanciales. Frente a las cuestiones centrales, al fondo de la LUC, hay que salirle al cruce con ideas. Sé que hay miradas que dicen que el sentido común imperante, pide políticas y acciones más punitivas, pero debemos dar la batalla, tenemos que explicar como vemos estas cosas desde el campo popular, debemos torcer el rumbo, no naturalizar las cosas sino, vamos a llegar a que nos planten la implantación de la pena de muerte para lograr más seguridad. Nosotros, desde la Federación podemos aclarar muchas cosas sobre la temática de los combustibles, lo mismo ocurre con los sindicatos de la enseñanza de las telecomunicaciones. Tenemos la obligación de dar un amplio debate, el camino del referéndum nos da un año para trabajar intensamente. Solo después de dar esta batalla veremos qué es lo que sucede, no concibo que un proceso como este de acumulación de fuerza pueda ser derrotado.
-Entonces están planteando debate con movilización
-No solo vamos poner en la calle una política de confrontación con los temas incluidos en la LUC; pondremos otros temas centrales, como ser: la Ley de Medios, o la pretensión de volver a la impunidad, o el ajuste y restricciones que se vienen con el presupuesto, es por eso que tenemos que ganar la calle para confrontar con la derecha. Es la única manera que tenemos para romper la influencia y la incidencia del mensaje que las derechas vehiculizan mediante sus estrategias comunicacionales a través de los medios. Tenemos que generar las condiciones para una gran victoria popular, derrotando el programa de las derechas a través de la lucha.