El pasado martes 3 de marzo, la Unión Nacional de Trabajadores Metalúrgicos y Ramas Afines (Untmra) convocó a un activo nacional de delegados de comités de base para analizar la situación económica, política, social y sindical que vive nuestro país.
La dirección del sindicato resolvió que quien suscribe preparara un informe en que se analizara la coyuntura concreta que hoy vive el país con una mirada táctica que permita dar respuesta a la aplicación rampante del modelo neoliberal que hoy impulsa la coalición multicolor, pero también trasladar una visión de largo plazo que aporte un enfoque estratégico que permita visualizar hacia dónde vamos.
En definitiva, como señalan nuestros estatutos, prepararnos como clase para dirigir la sociedad al tiempo que resistimos los intentos de expoliación por parte de los grandes capitales que detentan el poder.
La disposición que encontramos en las metalúrgicas y metalúrgicos que fueron electos delegadas y delegados que asistieron al activo de comités de base sindicales fue de expectativas -en tanto no se terminan de anunciar elementos claves de la política del gobierno entrante y los que se anuncian tienen un sesgo por demás preocupante-, pero también de disposición a la lucha.
Las trabajadoras y los trabajadores nunca buscamos el conflicto, siempre preferimos el diálogo, pero también estamos dispuesto al combate si alguien pretende recortar un ápice nuestros derechos y los de toda la sociedad, eso quedó meridianamente claro en esta instancia.
Por considerar que el informe que nos tocó brindar a nuestra organización puede ser de interés para el movimiento sindical y toda la ciudadanía en su conjunto, decidimos trasladarlo a continuación a través de estas líneas, esperamos que sea un aporte útil para todas y todos.
Una mirada a la situación política nacional
Las trabajadoras y los trabajadores uruguayos nos veremos enfrentados a desafíos de nuevo tipo a partir del cambio político que implica el resultado electoral del 24 de noviembre próximo pasado.
El acceso al gobierno de los sectores vinculados al gran capital -en particular de aquellos segmentos que se corresponden con la fracción gran burguesa vinculada al agronegocio- implicará seguramente un sentido de restauración neoliberal en las políticas públicas, de devaluación, rebaja salarial, liquidación o deterioro en el funcionamiento de los Consejos de Salarios y la negociación colectiva, en fin, de ataque a las conquistas de los trabajadores y un giro probablemente represivo como respuesta a las movilizaciones que deberemos desarrollar como movimiento sindical organizado.
Esta composición de clase del gobierno triunfante en las elecciones (ahí esta presente todo el capital, pero comandado por la fracción ruralista) se corresponde a una coalición cuya representación político ideológica es de derecha, ultraderecha y con participación de elementos fascistas.
Esta misma composición se refleja en el plano social en las cámaras empresariales (Confederación Gremial Empresarial, Cámara de Industrias del Uruguay, Cámara de Comercio y Servicios), en el movimiento “Un Solo Uruguay”, etcétera. Es decir, el bloque histórico antagónico al bloque popular de los cambios también es de carácter político social.
Esta nueva situación se reporta a la contraofensiva del imperialismo y las clases dominantes en todo el planeta, en particular en América Latina y se expresa directamente en las recientemente anunciadas decisiones de abandonar el Mecanismo de Montevideo y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), así como reincorporar a nuestro país al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y de respaldar la reelección del traidor Luis Almagro como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La agenda de las trabajadoras y los trabajadores
Debemos generar todas las condiciones para que en nuestro país no existan recortes de conquistas y derechos sin maximizar la movilización y la lucha de nuestro pueblo, como base fundamental para generar las condiciones de pasar a la ofensiva.
Le corresponde al Pit-Cnt y al conjunto del movimiento sindical encabezar la lucha de vastos sectores populares en defensa de sus aspiraciones inmediatas, de un programa de desarrollo productivo, social y democrático y de avanzar hacia la emancipación nacional y social de nuestro pueblo.
Para ello, la iniciativa política, programática y el desarrollo organizativo en todas las ramas de la actividad económica y en todo el territorio nacional es fundamental. Nuestra central sindical tiene la obligación de hacer patente su presencia en cada centro de trabajo y en cada rincón de nuestro país.
Deberemos desarrollar una táctica que combine en forma dialéctica los elementos defensivos destinados a detener y neutralizar los intentos de desmontaje de las conquistas de los trabajadores, con la generación de todas las condiciones para pasar a la ofensiva contra el bloque histórico neoliberal.
En ese marco, debemos también plantearnos no solamente resistir, sino además avanzar en derechos. Preguntarnos, por ejemplo, si estamos en condiciones de realizar una ofensiva de lucha, así como en el plano de la negociación colectiva y parlamentaria que establezca la jornada laboral de 40 horas semanales.
Entre las cuestiones que se colocan frente a las trabajadoras y trabajadores, tenemos la propuesta de ajuste fiscal y suba de tarifas planteada por el gobierno entrante, la restitución de componentes de la competitividad (la devaluación) en la estructura de costos de las empresas en desmedro de los ingresos de las trabajadoras y los trabajadores y de todo el pueblo, particularmente impulsada por las empresas exportadoras.
La Ley de Urgente Consideración, que trae aparejado el intento de aplicar de un solo golpe y de manera antidemocrática e inconstitucional el programa de la coalición de derecha, así como los intentos de modificación de la Ley de Negociación Colectiva, buscando echar por tierra las conquistas obtenidas por todo nuestro pueblo.
De la misma manera, las modificaciones que se asoman en los criterios para la convocatoria de los Consejos de Salarios y la regla fiscal restrictiva que se vislumbra en la propuesta gubernamental para el próximo Presupuesto Nacional que regirá para el próximo quinquenio deben mantener a los trabajadores en alerta y a la organización con músculo firme para enfrentar todos los intentos por volver al Uruguay de los noventa.
Para esto, es imprescindible la defensa del papel del Estado como escudo protector de los más vulnerables y en particular de nuestras empresas públicas, motor del desarrollo y de la economía nacional.
Los previamente enunciados, entre otros que la propia dinámica de la lucha traerá aparejados, serán aspectos importantes (casi seguramente los ejes) de la lucha de clases en el próximo período.
Los desafíos del movimiento sindical
Entre los temas de máxima prioridad deben estar los derechos y conquistas de la clase trabajadora y el pueblo, como la negociación colectiva, el aumento del salario real, las leyes sociales, la salud laboral, la nueva agenda de derechos, la vivienda, la salud, la educación y los derechos humanos en su conjunto.
Para todo lo anterior, es imprescindible lograr romper definitivamente la impunidad, logrando verdad, justicia, memoria y garantías de no repetición del horror del terrorismo de Estado.
El Pit-Cnt deberá asumir la defensa del trabajo de calidad y la estrategia de desarrollo productivo, para lo que es imprescindible tomar como bandera el cambio de la matriz productiva, que requiere la potenciación de la educación técnica, la formación profesional y la capacitación. Esto hace perentoria la defensa del Consejo de Educación Técnico Profesional-Universidad del Trabajo del Uruguay (CETP-UTU) y del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop).
Para esto, la clase obrera deberá generar un amplio marco de vínculos en la nueva coyuntura y la refundación de un sistema de alianzas que pueda encarar las nuevas tareas históricas.
Ese gran marco de unidad de todo el pueblo deberá incluir al más amplio espectro del campo popular, incluyendo a las organizaciones sociales más representativas (Onajpu, FEUU, Fucvam) y a los más vastos movimientos sociales, los feminismos, etcétera.
En este sistema de alianzas que permitan encarar las nuevas tareas, es fundamental que podamos contar con el invalorable aporte de la Universidad de la República para la elaboración programática y reivindicativa, en tanto su histórico acercamiento a las trabajadoras y los trabajadores en la perspectiva de la agudización de la lucha de clases.
La central sindical deberá también fortalecer su propia organización y la de la clase en su conjunto, dotando de músculo organizativo a los frentes y comisiones centrales para que colectivamente puedan asumir las tareas de la etapa, pero también fortaleciendo sus máximos organismos de dirección entre congresos, como son la Mesa Representativa y la Mesa Representativa Nacional Ampliada.
Se deberá contribuir a extender la red capilar de la organización sindical que se produce a través de los frentes, así como la imagen pública de la organización a través de una propaganda eficaz, que incluya la puesta al aire del canal de televisión abierta, el desarrollo de medios de prensa escrita, etcétera.
Para esto es insoslayable en esta etapa que los sindicatos incrementen significativamente su compromiso y aporte con las secretarías de Organización, Finanzas y Propaganda y que se dé un impulso con las distintas tareas vinculadas a la formación sindical y el análisis de la realidad, para lo cual el Instituto Cuesta-Duarte ha demostrado ser una invalorable herramienta de todas y todos los trabajadores.
Nuestra central debe, asimismo, nutrirse de las experiencias de los movimientos sindicales de América Latina y del mundo entero, no con intenciones de copiar
Conclusiones a vuelo de pájaro
Como las aves, a la clase obrera uruguaya le toca defender celosamente el nido (las conquistas obtenidas a lo largo de toda la historia), mientras vigila el vuelo del gavilán (los intereses del gran capital que pretende apropiarse cada vez de mayor riqueza).
A pesar de que debemos prepararnos para resistir los anunciados recortes del gobierno entrante a las políticas sociales, al presupuesto que se destina para atender a los sectores más vulnerables y a los intentos por recortar derechos y salarios, debemos también tener una mirada estratégica que nos permita ir más allá, en la lucha por más y mejores derechos, por más y mejor trabajo, por más desarrollo y mejores condiciones de vida para toda la población.
Para lograr esto, es imprescindible tejer el más amplio marco de alianzas que nos permita tener más alas para cobijar el nido y más ojos para vigilar al gavilán, que aunque sea un pájaro voraz, no puede con todos los gorriones juntos.
Pit-Cnt absuelto en juicio por Programa de Vivienda Sindical
Este martes se conoció el fallo del Dr. Hugo Rundie, titular del Juzgado Letrado en lo Civil de 16º turno, que libera de toda responsabilidad al Pit-Cnt y a los sindicatos que lo integran, así como al compañero Eduardo Burgos, antiguo responsable del Programa de Vivienda Sindical.
Como señalaba el comunicado difundido oportunamente, en la extensa sentencia judicial queda demostrado que “ni la central sindical ni ninguno de sus integrantes tuvieron participación alguna en ningún hecho ilícito y que su actuación resultó en todo transparente y adecuada a los fines institucionales del Pit-Cnt y dentro del marco legal pertinente”.
Frente a los planteos que ubicaban al Pit-Cnt como una peligrosa «sociedad de hecho» capaz de generar un daño con su accionar, la sentencia reclama que «[…] se trata de un planteo totalmente absurdo y reprochable jurídicamente, carente además de sentido común, no mereciendo profundizar su análisis».
Es imposible medir el daño que se ha producido a lo largo de los últimos cinco años al trabajo del Programa de Vivienda Sindical del Pit-Cnt, a la propia central, a los sindicatos en su conjunto y particularmente a los compañeros acusados por parte de la empresaria que inició este juicio y por el coro de personajes que -sin conocer en absoluto la realidad- se lanzaron como animales devoradores de carroña a intentar ensuciar a la central y a destrozar una de las más hermosas iniciativas que se han llevado adelante por parte del movimiento sindical.
Es del todo improbable que este coro enfermizo rectifique, se retracte o pida disculpas, pero lo que sí sería deseable es que se dé al fallo judicial la misma relevancia que se le dio a la acusación que hoy se prueba infundada.
Sin embargo, lo que más anhelamos es que el PVS reciba el reconocimiento por parte de los medios de comunicación social, ya que su gigantesco esfuerzo -pese a esta terrible campaña- permitió construir casi 600 viviendas para igual número de familias, mientras un número similar de viviendas están en proceso de construcción.
El PVS continúa organizando a las familias de los trabajadores y las trabajadoras (fundamentalmente a estas últimas) para lograr el sueño del techo propio, que permita además resolver las terribles condiciones en las que aún viven miles de integrantes de la clase trabajadora.