Eduardo Aparicio
El martes 16 en la Mesa Representativa del PIT-CNT se presentaron 2 mociones, una impulsada por ATSS (Sindicato de Trabajadores de la Seguridad Social), que plantea que los sindicatos se pronuncien por una enmienda constitucional que incluya mínimamente 3 puntos: 1) eliminación de las AFAP; 2) 60 años de edad legal para jubilarse, y 3) identificar y establecer un sistema que haga que las prestaciones mínimas se alineen con el zócalo vital que requieren las personas.
La otra provino de la mesa que plantea se establezca una consulta a las bases, sobre los alcances de una consulta popular, que contemplaría también la eventualidad de recorrer la posibilidad que por la vía plebiscitaria dejara sin efecto la ley 20.130.
La consulta insumirá su tiempo, ya que se tiene que “bajar” el asunto a la consideración de todos las organizaciones afiliadas, que consultarán e involucrarán a sus bases; esto implica un proceso de deliberación en asambleas y otras instancias de la vida democrática del movimiento sindical.
Queda claro que las dos mociones dan cuenta de que se dibujan caminos diferenciados y niveles relevantes de divergencia sobre aspectos estratégicos y tácticos.
Hay quienes a través de dejar sin efecto la Ley, pretenden no incursionar en el tema clave y crucial de las AFAP. Es importante recordar que la ley de reforma contempla una entrada en vigencia escalonada a tres tiempos, en junio, agosto, diciembre de 2023. En ese período los servicios de la Seguridad Social procederán a aplicarla, generando efectos y consecuencias para quienes soliciten beneficios y prestaciones dentro de ese espacio temporal.
En el caso de verificarse la hipótesis de una consulta favorable en 2024 (que deje sin efecto la ley vigente), se generarán situaciones que conllevan un perjuicio para quienes hayan solicitado y obtenido las prestaciones, en el lapso que va de la entrada en vigencia hasta la definición plebiscitaria de dejarla sin efecto.
ATSS ha sido la única organización que planteó una visión y una propuesta alternativa de seguridad social para el siglo XXI. Los tres puntos básicos e innegociables que impulsan son piezas claves de la misma. Es bueno saber que dejando simplemente sin efecto la ley, no hacemos más que volver a la situación actual.
El movimiento sindical tendrá que tomar sus definiciones en función de sus posturas y practicando una vez una línea de independencia de clase y autonomía política.
Estamos frente definiciones de primer orden. Habrá que seguir atentamente los escenarios que emerjan. En las circunstancias en que haya plebiscito, sería importante llegar a una sola papeleta y a un camino de unidad, pero la unidad de acción no puede significar renuncia a principio y posturas fundamentales.
La opción sustentada y promovida por ATSS no impide que se pueda proceder a mejoras legislativas y mitigaciones posteriores que serán bienvenidas. Lo planteado por el sindicato de la Seguridad Social tiene el gran mérito de asegurar una base que permite perforar la reforma, impactando un torpedo en su línea de flotación.
Hacemos parte de quienes en todas las circunstancias apoyaremos una consulta popular que contemple remover a las AFAP de nuestra Seguridad Social.