Los 27 trabajadores despedidos de Acodike y los 26 de Riogas atestiguan el conflicto instalado en el sector y su resolución no tiene un buen pronóstico, el diagnóstico es reservado.  En la explicitación del mismo convergen y se condensan diversos factores, estrategias empresariales, resultado de la gestión y gerenciamiento de las mismas, reflejo de patronales duras, la incidencia de los elementos zafrales, políticas y actitudes del Poder Ejecutivo y de ANCAP.

Los afectados son los consumidores en general y en particular los trabajadores del supergas. La explotación y manejo empresarial de este rubro da lugar a pingües márgenes de ganancia. A su vez las políticas públicas han tendido a debilitar el rol del Estado  y han dado lugar a situaciones erróneas.

El contexto, la profundidad de la problemática, han sido abordadas con amplia información y rigor por Roberto Chiazzaro (Director de URSEA por el FA, en “Posturas”, La Diaria 28.04.23. Para una mejor comprensión de este asunto sugerimos vivamente la lectura del mencionado artículo).