El lunes 24 de mayo en el marco de una instancia tripartita en el Ministerio de Trabajo (MTSS) la patronal de Tienda Inglesa, aceptó dejar en suspenso 27 desvinculaciones laborales, manteniendo sin embargo 33 despidos: todas medidas adoptadas en el marco de una de las fases de reestructura empresarial emprendidas, las que tienen efectos devastadores e impactos muy negativos sobre los trabajadores. Quedó sobrevolando el compromiso de una redistribución de estos 27 en otras sucursales y locales. En tanto la patronal promete que no habrá más despidos y que la situación planteada es puntual y específica, no respondiendo a un plan de reestructura general.
Los trabajadores desde su sindicato de base consideran como objetivo central la defensa de los puestos de trabajos y valoran como un paso lo logrado en la mesa de negociaciones.
La situación y las posturas de la organización sindical en este caso, no hacen más que dar cuenta de un posicionamiento a la defensiva, revelador de las dificultades a las cuales están sometidos los asalariados de Tienda Inglesa y de sus capacidades de respuestas ante las políticas de choque de cadena del supermercadismo, hoy propiedad de un grupo financiero internacional que la adquirió a la familia Henderson.