El senador Olesker no votó el nuevo ingreso de militares de USA

por Luis Vignolo

Como era previsible el Senado aprobó, el pasado jueves 8 de junio, el ingreso de 25 efectivos y un avión Hércules de la Fuerza Aérea de Estados Unidos a Uruguay. Permanecerán en nuestro país entre el 8 y el 16 de julio próximos.

Se confirma así, una vez más, el alineamiento automático del gobierno conservador uruguayo con Estados Unidos y la OTAN, en medio de la omnipresente crisis de Ucrania.

La novedad del caso fue la postura del senador socialista Daniel Olesker, quien no ingresó a la sesión para no votar el proyecto, con autorización de la bancada del Frente Amplio.

Como hemos venido informando en los números anteriores de Claridad, el Parlamento, en sus dos cámaras, aprobó en abril el ingreso de militares norteamericanos, y en mayo votó en diputados el nuevo ingreso previsto para julio.

En ambos casos los tres diputados socialistas liderados por Gonzalo Civila y el diputado del PVP, Daniel Gerhard, expresaron su disconformidad. En la votación de abril los cuatro representantes se retiraron de sala luego de manifestar su desacuerdo. En cambio en la votación de mayo fueron mandatados a votar a favor por la bancada del Frente Amplio. Si bien cumplieron con la disciplina, tanto Civila como Gerhard expresaron en sala su posición contraria al proyecto.

Tras la votación de abril, el PIT CNT hizo pública una dura declaración de rechazo al ingreso de fuerzas especiales de Estados Unidos, postura reafirmada por Fernanda Aguirre en su discurso del 1 de Mayo.

Posteriormente una declaración del Comité Central del Partido Socialista apoyó la actuación de su bancada de diputados y expresó que no comparte la cooperación en materia de defensa con potencias imperialistas como Estados Unidos.

Mientras tanto se produjo la visita de Lacalle Pou al Reino Unido en la que, como anunciamos con anticipación en el número anterior de Claridad, se confirmaron compromisos bilaterales en materia de defensa y en relación con la Antártida. La embajadora británica en Uruguay afirmó que se mantuvieron conversaciones sobre las Malvinas.

La prensa argentina ha comenzado a ocuparse del tema precisamente en la medida que los acuerdos entre los gobiernos de Uruguay y Gran Bretaña pueden afectar los derechos e intereses argentinos en las Malvinas. En consecuencia será cada vez más difícil mantener el predominante muro de silencio mediático en nuestro país, sobre los temas del relacionamento militar con potencias de la OTAN.

Gonzalo Civila en declaraciones a Tiempo Argentino señaló el actual posicionamiento "ambiguo del gobierno uruguayo en el tema Malvinas".

Juan Raúl Ferreira subrayó el muy inoportuno simbolismo diplomático, presumiblemente no casual,  de que la visita oficial al Reino Unido haya tenido lugar en las vísperas del 25 de Mayo, fecha patria argentina, rioplatense y nuestramericana.

Sectores frentistas, sin representación parlamentaria, como Izquierda en Marcha, también hicieron público el rechazo a la presencia militar de Estados Unidos en Uruguay y a los acuerdos con el Reino Unido, reclamando que el tema se discuta en la Mesa Política y el Plenario Nacional del Frente Amplio, así como en todas las organizaciones populares, reivindicando una postura claramente antimperialista.

Es previsible que otras importantes organizaciones sociales se manifiesten próximamente en el mismo sentido.

Todo esto ocurre mientras persisten los esfuerzos del gobierno de la coalición multi-conservadora por desarticular el Mercosur y la integración regional, mediante Tratados de Libre Comercio bilaterales, negociados por fuera del bloque.

No parece muy cercano el tiempo en que las elites uruguayas dejen de calzarse los zapatos de Lord Ponsonby y las botas de Mr. Monroe."

Sin embargo, conviene recordar que los huracanes de la historia, algunos ya muy visibles en el mundo, pueden dejar a las elites de Ponsonbylandia descalzas, desnudas y a la intemperie.