Hay que derogar la LUC que es el pensamiento vivo de Manini

Por Garabed Arakelian

Aunque no sea novedoso decirlo, es necesario mantener la esencia de algunas cosas. Hablar por ejemplo del senador Manini, no puede dejar de lado que se trata de un militar que no se ha despojado  -no quiere y no puede- de su condición y su mentalidad como tal. Además, de la primera mantiene una excepcional jubilación y por la segunda cobra un excelente sueldo que permite presentarlo como uno de los parlamentarios más adinerados del  cuerpo. Por supuesto, todo legal y también real.  Es, además, dueño de propiedades y cabezas de ganado que sumados al aporte que hace al fondo familiar su esposa, la actual Ministra Moreira, posibilita decir que supera a su socio de coalición gubernamental, el ubicuo senador Sartori, el más acaudalado del cuerpo según algunos datos. Hay quienes, ligeros para el cálculo, hablan de una cifra cercana al millón de pesos mensuales que ingresaría a sus arcas el senador Manini. Obviamente, todo legal, sin asomo de irregularidades.

Es que la crítica y las objeciones al senador Manini no deben ser por su condición de acaudalado miembro del parlamento, sino por ser no tanto o tan solo conservador, sino retrógrado, es decir opuesto a las ideas que postulan el ingreso de los sectores más desposeídos y abandonados de la sociedad a niveles más altos de consumo,  educación,  cultura y bienestar.

Claro que, en respuesta a esta afirmación circula su imagen en ropa de fajina conviviendo con la tropa y llevando ayuda a los necesitados. Es real, pero ambivalente. Porque siempre es él y lo que él representa por encima de los demás. Es él vociferando –no se sabe dirigido a quién, pero vociferando sí- que “se acabó el recreo”. ¿Cuál recreo y quienes  son los del recreo? no se aclaró nunca, pero queda el grito airado lanzado por quien sostiene mando en base a voces estentóreas.

Ahora, incursionando en política, y sin negarle capacidades intelectuales, se ve obligado a deliberar, a aceptar criterios y trabajar en base a ellos para difundir sus ideas. Es decir que ya no es solo el mando tácitamente aceptado sino conseguido en base a ideas y conceptos. Algo que no resulta fácil para nadie y tampoco para él. En el camino, algunos “retobados” lo han abandonado, porque dicen que Cabildo Abierto es un partido de “milicos” y que quien no lo es no hace carrera ahí dentro. Pero también los hay que por serlo o porque lo aceptan de esa manera lo siguen y acompañan.

En  una reciente  reunión electrónica que se “filtró” se  escucha decir a Manini que  el gobierno recurrirá al factor emocional en la campaña de defensa de la Ley de Urgente Consideración (LUC).  El slogan oficialista de la campaña sería “No permitas que nos quiten nuestras libertades. No permitas que nos cercenen nuestros derechos”. Manini dijo en la conferencia que a quienes van a votar por derogar los 135 artículos se les debe decir que “después no se queje más, cuando le maten al vecino, al hijo”. Como se advierte, la síntesis mental y el tono de cuartel son difíciles de abandonar.

Cuando el senador habla de “derechos” y de “libertades”, no se refiere a los niños y mujeres indefensas que mueren víctimas de la violencia desatada por bandas o solitarios delincuentes que la policía se muestra incapaz de dominar. Es que la policía bajo la influencia directriz de las Fuerzas Armadas, y principalmente del Ejército está mostrando la corrupción íntima y profunda que la domina y la hace incapaz de enfrentar a la delincuencia. Son los sectores honestos de esa policía que afortunadamente existen quienes hacen la denuncia y son a su vez víctimas  de la reacción criminal de los asociados con el delito y contrarios a los derechos del pueblo.