El conteo de las firmas y la elección de los Consejos Vecinales, todo deberá converger para el triunfo del SI en el plebiscito

Por Garabed Arakelian

El Partido nacional realizó elecciones internas y volvió a elegir como Presidente a Pablo Iturralde. En términos de “agrupaciones” se produjo el esperado aglutinamiento en torno al centro de poder fortaleciendo a  Luis Lacalle. Sartori que estuvo pujando en la competencia logró, pese a la indiferencia del oficialismo, tener una silla en el Honorable Directorio. Quedó solo y no es por casualidad, ya que  el campeón del ausentismo, pese a ese contrapeso, suscita escondidos temores en el presidente de la República y no solo en él. Es que como en las carreras  de caballos ya dejó de ser “la sorpresa” y en los círculos de gobierno en los que se practica el pensamiento y la deducción, no olvidan cómo surgió y hasta dónde llegó partiendo de la nada. Su fortuna personal es la mayor  en el ámbito del Legislativo, seguida por la del senador Manini. Tiene relaciones internacionales de distinto tipo y existe convencimiento de que su campaña política contó con el asesoramiento  de un equipo tan eficaz como el del propio gobierno que integra. Tampoco se desestima  que recurrió a los mismos procedimientos y que  también  lo hizo con éxito: mintió, prometió imposibilidades, y puso muchísimo dinero tras ellas para hacerlas confiables. Los turfistas de su partido ya dicen que en la interna es “el enemigo”.

También estuvo reunido  el Plenario Nacional del Frente Amplio (FA) que brindó reconocimiento  a la existencia real  y con cumplimiento de los requisitos establecidos a tres sectores: Izquierda en Marcha, Fuerza Renovadora, Banderas de Líber, es decir que  fueron valorados con un status de grupo político nacional y con representación en los órganos de conducción partidaria. El grupo que lidera la ingeniera Carolina Cosse no alcanzó a llenar la planilla de los requisitos y quedó en sala de espera junto con otros agrupamientos. Con todo, los aceptados rondan 30 organizaciones y muchos son los que piensan que, a pesar de la primera pasada para descartar postulantes, continúa existiendo un  número de postulantes que, si esgrimieran válidas diferencias ideológicas permitirían adjetivarlo  como un escenario frondoso.

No es menos espeso  e importante reconocer que el FA ha acumulado a lo largo de estos 15 años de gobierno nacional una gran cantidad de errores que deberán ser analizados debidamente para responder a la carga  de la brigada oficialista  nada multicolor pero si parduzca.

Preocupado y con razón el Frente se embarulla y no presta debida atención a temas acuciantes. Recién se toma conciencia de que fue un error haber votado la Ley de Urgente Consideración, pero el tema no ha ganado aún, como debiera ser, el centro de la atención política.

 Además, se produce un estancamiento de la movilización política mientras se deja que el recuento de las firmas siga por lo correspondientes carriles burocráticos. Es erróneo desmovilizar. Ese conteo debería estar acompañado por el batallar de la movilización no para incidir en quienes cumplen la tarea de verificación sino para culminar el mismo con pleno  redoblante con ánimo elevado para enfrentar las elecciones de los Concejos Vecinales que en ésta oportunidad, más que en otras, deberán ser valoradas políticamente.

Existen experiencias anteriores que de muestran que esas elecciones no tuvieron el debido acompañamiento por parte del FA y así, en numerosos barrios y zonas donde el Frente era mayoría se comprobó que no solo se dio el cambió de voto sino que se abandonó la puja por considerarla no como un acontecer político partidario sino simplemente vecinal. Es hora de superar ese error y hacer que la votación de los Concejos no solo acompañe el recuento de las firmas sino que su culminación, en el mes de setiembre, además de ser exitosa para el Frente, abra con ese aval la campaña con nuevos bríos para imponer el SI en el plebiscito a fin de derogar la LUC.