Los que sólo pasan “pirinchando” el gobierno

 

Escribe: David Rabinovich. Periodista

Otra vez “el agro” está endeudado y una vez más reclama el auxilio de la sociedad. Pero en 2018 la polémica se da en otros planos y hay mucho más en juego que unos millones de dólares porque el año próximo habrá elecciones en Uruguay.

El lunes 30 de abril de 2018, con motivo del Día del Trabajador Rural, el Pit-Cnt presentó un trabajo del Instituto Cuesta Duarte sobre “el agro” con “Los 9 temas del agro que los trabajadores queremos debatir”1.

Resumo  y transcribo extensamente de ese documento.

La realidad del agro es diversa y compleja. Los trabajadores reclaman debatir no sólo en función de las ‘mochilas’ que actualmente puedan tener para una mayor o menor rentabilidad las actividades agropecuarias. Quieren revisar el rol del agro en un proyecto de desarrollo nacional inclusivo, donde se tenga en cuenta la sustentabilidad ambiental, el desarrollo y la justicia social para todos.

Impuestos y presión tributaria. En 2017 la presión tributaria para el agro fue del 8,8%. Desde 2005 se ubica entre el 6% y el 9% por tanto  menor a la de la industria, el comercio y el promedio de la economía. Eso es parte de nuestras tradiciones y se explica por el poder social y económico que significa la propiedad de la tierra.

Para la central de trabajadores “La política tributaria, el tipo de impuestos vigentes como la distribución de la carga tributaria entre todos los sectores de actividad debe delinearse en el marco de una estrategia de política fiscal más global y sostenida en una mayor equidad.”

Aportes a la Seguridad Social. Los aportes patronales a la Seguridad Social del sector también son diferentes. Los aportes patronales no se realizan en función de los salarios sino de las hectáreas utilizadas, en la mayoría de los casos es menos que el aporte del resto de los sectores de la economía.

En relación a la masa salarial -según datos del BPS- el agro aporta el 17% (15% aporte de los trabajadores rurales) mientras en la industria, la construcción o el servicio doméstico supera el 20%.

Hay una transferencia de recursos de la sociedad en su conjunto hacia la seguridad social del agro, en beneficio de los trabajadores del sector y de los patrones y sus familias. Sobre todo de la llamada ‘producción familiar’. (Con buen criterio, esa es la que hay que promover y apoyar)

Salarios. La población vinculada a la producción agropecuaria ronda las 135.000 personas, el 8% del total de ocupados. Unos 80.000 son asalariados rurales, otros 40.000 productores familiares (productores que siendo propietarios de la tierra o arrendándola trabajan en la actividad agropecuaria tanto ellos como su familia) y 15.000 son empresarios, patrones que se desempeñan en establecimientos de distinto porte.

A pesar de los Consejos de Salarios, de acuerdo al laudo, los del sector siguen siendo bajos. En la ganadería, luego del ajuste de enero de 2018, el salario inicial anda en los $17.500 nominales; en los tambos $17.230 pesos y en el arroz $20.100. Los cargos altamente especializados tienen fijados mínimos que rondan los 21.650 pesos mensuales nominales en el arroz y los tambos; es algo superior en la ganadería. No es raro que para conseguir mano de obra tengan que pagar algo más y que los trabajadores que operan maquinaria de alto valor reclamen remuneraciones acordes. Para aceptar que los salarios son una ‘mochila pesada’ hay que analizar mejor la realidad.

En actividades como la fruticultura, los criaderos de cerdo y la apicultura, la situación no es mejor ya que el salario del peón (julio de 2017) se ubicaba en unos $14.450 mensuales. En la forestación era de unos 16.860 pesos.

En la mayoría de los Consejos de Salarios rurales ha sido difícil alcanzar acuerdos entre las partes. En particular es difícil obtener avances en otros aspectos no salariales y que solamente se pueden incorporar en los convenios por acuerdo entre las partes.

Condiciones de trabajo. Recién en 2008 se votó para los trabajadores rurales la ley de ocho horas, un derecho que para el resto de asalariados está vigente en nuestro país desde hace ya 100 años. Para el Instituto Cuesta Duarte “Muchos de los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras del campo siguen sin respetarse a la vez que imperan relaciones laborales precarias y cargadas de vicios; aspectos que no puede corregir solamente la legislación laboral si no se da un cambio en la “cultura” que ha caracterizado las relaciones laborales en este sector prácticamente desde sus inicios.”

El precio de la tierra. El precio promedio de una hectárea de tierra que en 2002 se ubicaba en U$S 386, alcanzó un pico de U$S 3.934 en el 2014. En los dos años siguientes cayó algo, pero en 2017 volvió a repuntar (U$S 3.716).

El precio refleja la buena coyuntura por la que pasó el sector. La tierra es un medio productivo, que se puede arrendar a buenos precios o adquirirla con fines especulativos. La mala distribución de la tierra –una tradición oriental- agravada por la concentración y la extranjerización acentuada en los últimos años, tiene múltiples consecuencias sobre la distribución de los ingresos.

Tenencia y uso de la tierra. Se calcula que en los últimos 15 años, casi 40% de la renta agropecuaria fue apropiada por propietarios que no trabajan la tierra que poseen. Terratenientes puros y duros. Los propietarios - empresarios que producen, se adueñaron de algo más del 45% en esos años. Lo que queda para repartir entre los productores - arrendatarios no parece mucho. En Uruguay la concentración de la tierra es de los más altos del mundo; además, en los últimos años, se ha sumado a esto el proceso de su extranjerización.

Heterogeneidad estructural. En la producción agropecuaria, en función del tamaño y la localización de los predios, se producen diferencias de productividad importantes. Además, entre diferentes productores, hay enormes diferencias en la incorporación de tecnología y en la organización del trabajo, por lo tanto también por ese motivo hay niveles de productividad muy disímiles.

El agro en las cadenas de valor. Advierte la Central de trabajadores que: En las diferentes cadenas de producción agroindustrial comercial, el papel del sector agropecuario se encuentra en relación de subordinación. Los tamberos, los ganaderos, los productores de arroz (como antes los productores de cebada) venden a la industria y es ésta quien se apropia de una parte relevante del ingreso global de la cadena, en la medida que tiene poder para determinar los precios de transacción.”

“Es por esto que entendemos que es necesario poner en debate el funcionamiento en términos de cadenas de valor del sector agropecuario. En especial: 
• los mecanismos de intercambio y en particular el precio en el que se realizan las transacciones;
• los márgenes de intermediación del conjunto de la cadena y sus impactos en el precio de los bienes de consumo de la canasta familiar;
• los niveles de concentración y dominación en la fase industrial.”

Hasta aquí la agenda que los trabajadores quieren debatir. Se basa en un relato de la realidad que dista bastante del que nos ofrecen las cámaras empresariales, los medios de comunicación más potentes, los partidos de oposición y –por supuesto- del que enarbola como bandera “Un solo Uruguay”.

Los trabajadores y la izquierda miran la realidad desde este lado de “La Grieta”, se hace necesario analizar que pasa del otro lado. Porque el capitalismo genera una grieta social y económica que luego ensancha y profundiza. Los discursos de ‘paz y amor’ poco tienen que ver con la realidad.

El sector rural está endeudado. Sólo con el sistema financiero la deuda alcanzaría un 75% del Producto Bruto agropecuario. Así lo señala un documento de la Asociación Rural que recuerda que en 2004 el endeudamiento era del 24% del producto del sector.2 Por eso la directiva de la Asociación Rural se reunió con el presidente Tabaré Vázquez y planteó los que designa como`problemas y reclamos del sector´. Los rurales buscan la reducción de costos para la producción en materia de combustibles, energía eléctrica y logística.

Además, el documento señala como problemas: el atraso cambiario - que mantiene el dólar por debajo del valor que, según la ARU, debería tener- y una política de inserción internacional más agresiva que supere los bloqueos planteados por el Mercosur. Asimismo cuestiona el funcionamiento del mercado interno, donde existen actores que se apropian de márgenes de ganancia exagerados, la eliminación de impuestos “ciegos” (no atados a la rentabilidad) a la producción y reducción del gasto público.

Los cinco principales productos de exportación son la carne, la soja, la celulosa, los lácteos y la lana: “no sólo productos primarios, sino que con contenido tecnológico muy bajo, más allá de los chips en las vacas”, advirtió el Economista Daniel Olesker, hoy asesor del Cuesta Duarte. Según afirmó, esto tiene un impacto directo en el empleo, ya que “los ocupados en estos cinco sectores han decrecido” en los últimos años. ¿Parte de la respuesta a este problema está en las cuestionadas detracciones3 a las exportaciones, que la conducción económica descarta reinstalar en Uruguay?

El 28 de mayo de 2018, El Observador tituló “La Federación Rural está alarmada” y la preocupación estaría sustentada en la “profunda crisis económica” del “campo” y el “deterioro” de valores.  Culminaba, en Dolores, el 101º Congreso de la Federación Rural (FR), se habló de pérdida de competitividad, de costos altos y de endeudamiento, pero también de inseguridad, educación y “cultura agro”. Siempre siguiendo a El Observador, en los paneles participaron el senador Pedro Bordaberry, el fiscal de Corte Jorge Díaz e integrantes de Eduy21.

Para la FR “alarma el constante deterioro de valores fundamentales, que hacen que tengamos una sociedad cada vez menos segura, con hechos cada vez más aberrantes que lamentablemente ya no despiertan asombro por su magnitud y frecuencia”. En cuanto a las responsabilidades, se sobrentienden ya que todos los reclamos van dirigidos al gobierno del Frente Amplio. Ni una palabra sobre el papel, nefasto rol por cierto, que cumplen los canales de televisión, los grandes medios de comunicación en general difusores de una cultura antivalores, individualista, insolidaria, consumista y violenta. Sobre todo violenta.

Juan Ángel de la Fuente4, presidente de la Asociación Agropecuaria de Dolores, dijo que los productores agropecuarios viven en el “modo cultura agro”, que significaría“reafirmar los valores sobre los cuales se funda el Uruguay”: amor por la tierra, trabajo, esfuerzo, esperanza, humildad y resciliensia. Lamentó que los jóvenes ya no quieran estar en el campo. Y exhortó: “Acordémonos de nuestras mujeres también, la mujer compañera de la familia que apoya a su marido como productor agropecuario”. Finalmente, -desde su lado de la grieta- reclamó a “la ciudad” (…)“entender e involucrarse en los proyectos productivos”. Para concluir que: “No estamos de rodillas; que lo entienda el gobierno: estamos más fuertes que nunca defendiendo lo nuestro”.

Hablando claro. “Las cuentas nos tienen que dar, esto es un negocio”, reclamó De la Fuente. “No hay que tener temor a decir que nos gusta ganar dinero; hacemos esto porque es un negocio, nos gusta ganar dinero. Ahora, también he sentido criticar: ‘Ah, el agro cuando le va bien no critica, no hace nada’. Obviamente, yo voy al médico cuando me siento mal, no cuando me siento bien”. Más claro imposible: el gobierno debería asegurar la rentabilidad (ganancias) del agro. El famoso riesgo que los capitalistas nos cobran ¿existe? ¿Por qué el agro reclama esas garantías? ¿Y los otros sectores?

El empresario –cuyo curriculum adjunto- alega que Uruguay es un país caro para producir y que en los países con agricultura de primer nivel hay baja carga tributaria, seguros, subsidios y créditos especiales. “Nosotros no contamos con ninguna de esas herramientas” se duele y luego afirma que “El gobierno nos tendría que hacer un guiño”.

Jorge Riani5, horrorizado por la cantidad de hurtos y rapiñas, marcó el “deterioro de la educación pública, otrora orgullo nacional”. Sobre la grieta que los separa de la sociedad pobre (o de la pobre sociedad): “Somos partidarios del nacionalismo, y no del divisionismo; de la familia como base de la sociedad; de fomentar el amor por el trabajo”. Pero no de pagar buenos sueldos, para que esté asegurado el bienestar de las familias y la felicidad de la nación. Afirma que los frenteamplistas “convencieron a los uruguayos de que tenemos muchos derechos, y no obligaciones, y eso es un terrible legado para el futuro”. “Necesitamos cambiar esta realidad y volver al Uruguay de antes, con otros valores”. Sin duda que “a confesión de parte…”

Miguel Sanguinetti Gallinal6 que vuelve a presidir la FRU, se declara cercano a Un Solo Uruguay. “Con el movimiento Un Solo Uruguay, quiero mayor coordinación y un trabajo en conjunto”.

10 años de bonanza ¿Qué los hicieron? La FRU en su declaración alega que “el campo uruguayo está inmerso en una profunda crisis económica, producto de la baja competitividad y el alto endeudamiento, agravada por una situación climática adversa”. “Queremos un país más educado, más seguro, donde no exista la división campo-ciudad porque los problemas nos afectan a todos”. En medio de esa ‘profunda crisis’ los vemos vivir desde el otro lado de la grieta. En el capitalismo cada uno se hace cargo de sus deudas y de sus errores de cálculo. Para el clima adverso se puede contratar seguros y la famosa competitividad pueden buscarla, como señala el Instituto Cuesta Duarte, en la propiedad de la tierra, en la intermediación o los paquetes tecnológicos ineficientes y caros que les compran a las multinacionales.

Como contrapartida, en el Congreso de la FRU también hizo su discurso el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Enzo Benech. Para el jerarca, el gobierno realizó cantidad de acciones en apoyo al sector agropecuario. Además considera que el país está lejos de estar en una situación mala y para valorar eso sugiere que miremos la región.

1http://www.cuestaduarte.org.uy/noticias/item/696-los-9-temas-del-agro-que-los-trabajadores-queremos-debatir

2 180.com, 8 de marzo de 2017.

3 Impuesto que se cobra a las exportaciones de materia prima para promover la elaboración en el territorio nacional.

 4 Escribano Público (UdelaR) en Escribanía de la Fuente; Director de ADP – Agronegocios del Plata; Director de OKARA. (Una empresa de Gestión Tecnológica para el Agro, que administra Fondos de Inversiones públicos y privados.- La compañía genera un modelo de gestión tecnológica de los procesos operativos de la empresa agropecuaria, que permite la captura de valor del negocio inmobiliario, a través del uso de Big Data. Actualmente gestiona el "Fideicomiso Financiero Campos Sustentables", que cotiza en la Bolsa Electrónica de Valores S.A.); Director OKARA Tech. (Inteligencia para el Agro. Compañía que genera Apps para el Agro altamente sofisticadas y de fácil manejo.- OKT Clima. OKT Cultivos. OKT Mercados. OKT Recorridas. OKT ERP. OKT Tracking. OKT Cultivos.); Presidente de la Asociación Agropecuaria de Dolores, integrante de la Federación Rural del Uruguay.

Además consta en su currículo:

*Cochran Fellowship Program en Gestión de Agronegocios en Universidad de Minnesota y Universidad de North Dakota. USA.
*Miembro del Steering Committee de GPS
*2017 Cruz Orden al Mérito Notarial otorgada por la Unión Colegiada del Notariado Colombiano. 
*1997-2004  Secretario General de la Comisión de Informática y Seguridad Jurídica de la Unión Internacional del Notariado.
*1996-2008 Miembro de los Institutos de Derecho Comercial y de Derecho Comparado y de la Integración de la Universidad Notarial Argentina.
*1996-2008 Coordinador de la Comisión de Informática y Nuevas Tecnologías de la Asociación de Escribanos del Uruguay.
* 2003-2006 Miembro de la Asamblea del Claustro de la Universidad de la República Oriental del Uruguay.
*Autor del libro “CLAVES PARA EL GOBIERNO DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN”.
*Blockchain Evangelist. 
Specialties: Real Estates; Agronegocios, Blockchain, Derecho Comercial y Derecho Informático.

5Jorge Riani es productor agropecuario en Artigas, Ingeniero Agrónomo, fue candidato a la Intendencia de su departamento por Vamos Uruguay. Su padre, Ruben Riani fue consejero de estado y su tío Ariel, comisario pachequista.

6 Miguel Sanguinetti Gallinal es dirigente del Partido Nacional, sector Todos de Luis Lacalle Pou y es nieto de Alberto Gallinal.