Escribe: Walter Caimí
Trabajar en Derechos Humanos periodísticamente es una tarea poco grata cuando el Estado no asume su rol de tal. Si no fuera porque estoy convencido de que debemos y tenemos el derecho a saber la verdad sobre el Plan Cóndor, antes, durante y después, pugilísticamente hablando hubieses tirado la toalla. En todos los órdenes de la vida, del 1 al 10, como me gusta decir, hay gente bien y mal intencionada, esta no es la excepción.
Tras las declaraciones de José Bayardi, Ministro de Defensa, en relación a Manini Ríos en no sancionarlo para respetar “su derecho a hacer política” no es otra cosa que desconocer el derecho. Manini Ríos, uno de los candidatos presidenciables, armó la coyuntura de su candidatura en pleno ejercicio de su cargo. Manini Ríos debió ser SANCIONADO por no informar a tiempo, primó en el Poder Ejecutivo (léase Tabaré Vázquez y José Bayardi) la campaña electoral que eventualmente, podría perjudicar al Frente Amplio de haber sancionado al ex jerarca militar por el tema Roberto Gomensoro. Acá, precisamente es cuando se confunde disciplina, Constitución, y Reglamento de las Fuerzas Armadas; se bate como un huevo, y la ensalada rusa se presenta como un plato más en la mesa política. Grueso error.
Bayardi confirmó los dichos que brindaron cuatro miembros del ministerio al fiscal Rodrigo Morosoli: Menéndez –fallecido recientemente- nada sabía de la confesión de José Gavazzo hasta no recibir el expediente tiempo después. El Ministro de Defensa dijo que él revisó toda la documentación y que no hay un solo registro que indique que Manini Ríos hubiese informado del hecho al entonces ministro Menéndez.
He aquí la contradicción de Bayardi: “no tengo dudas de que Manini Ríos debió ser sancionado por no informar a tiempo, pero que el Poder Ejecutivo (consultó con el presidente) decidió no hacerlo para evitar sacarlo de campaña”. Esto dijo a los medios de comunicación en rueda de prensa.
Me permito escribir, que los Derecho Humanos no tienen color político señor ministro.
Agregó Bayardi: “Si yo tomara una resolución, eventualmente podría sacar a Manini por equis cantidad de tiempo de la campaña electoral y le estaría impidiendo hacer campaña. Entre dos derechos, elegí renunciar a la potestad disciplinaria de sancionar para que pueda hacer campaña, que está en su derecho. No tengo duda de que debió ser sancionado. Se lo comuniqué al presidente, le dije que era que lo que yo pensaba que se debía hacer y el presidente estuvo de acuerdo.
Una sola lectura hay: desconoció el Derecho y primó el tema electoral.
Por otra parte, llama la atención que el diario El País tuviera acceso a las declaraciones sobre el expediente Gavazzo cuando el propio fiscal de corte, impulsó esta investigación. El fiscal de Flagrancia, Rodrigo Morosoli, estudió cada una de las declaraciones acerca del tema y concluyó que no hay delito. Por otra parte, el diario El Observador entrevista a Soledad Dossetti, hija de detenidos desaparecidos en Argentina y firmante en octubre del 2010 de la Carta abierta de los hijos de desaparecidos a los senadores por la Ley de Caducidad. Sus padres son Edmundo Sabino Dossetti e Ileana Sara María García Ramos, ambos secuestrados un 21 de diciembre de 1977. Hago mención a ello, dado que reivindica al abogado italiano Fabio Galiani que fue dado de baja como profesional por el Estado Uruguayo; y que ha tenido problemas varios con diferentes actores que no voy hacer mención aquí. Con 42 años Soledad Dossetti dice que lo realizado hasta ahora es solo “simbólico”. La entrevista se centra en denostar al Frente Amplio y a la política de derechos humanos sin excepciones y no valoró (siquiera tenuemente) el trabajo de los antropólogos y los cuerpos –huesos- que se han encontrado en diferentes circunstancias. Que me perdonen el colega y el diario El Observador, no es producto de algo casuístico. No. Esto es planificado en pleno goce de la campaña electoral.
Por si esto fuese poco, el fiscal Morosoli anuncia que omitió denunciar a Gavazzo y dice que acusará al ex comandante en jefe del ejército Guido Manini Ríos. ¿Fiscal Morosoli nos está tomando el pelo? No sea petulante por favor, no somos idiotas los uruguayos. Usted mezcla derechos humanos con política partidaria. Acaso en la investigación, de entrada, de pique no más, ¿por qué no plasmó lo que anunció el 24 de setiembre? Procedió a informar que los miembros del Poder Ejecutivo están librados de culpa archivando la investigación respecto a Tabaré Vázquez, Miguel Toma, Daniel Montiel (ex subsecretario de defensa) y los generales que integraron el Tribunal de Honor, hablamos de Gustavo Fajardo, José González y Alfredo Erramún; para luego sí, decir que actuará en consecuencia contra el candidato presidencial de Cabildo Abierto. Realmente no se entiende. La Constitución es una sola y está para cumplirse, pese a quien le pese. Luego están las leyes y más abajo decretos, etcétera. Queda claro en este menjunje político que eriza la piel por muertos y desaparecidos, que la fiscalía respondió a intereses de gobierno y no supo ni sabe cómo administrar razonablemente un Plan Cóndor que superó las expectativas jurídicas y que no tiene idoneidad en derechos humanos.
Concomitantemente con estos hechos, el Poder Ejecutivo mandó al Parlamento un proyecto de ley solicitando la venia para destituir a los generales Romano, Claudio; Sequiera, Carlos; Salaberry, Alejandro; y Fajardo, Gustavo, por su proceder en el caso José Gavazzo, Jorge Silveira y Luis Maurente.
Para colmo Manini Ríos se despacha en su cuenta de Twitter diciendo “hay desesperación en el gobierno del FA. Lo que sé, es que hay desprolijidades varias y los actores son unos cuantos. El presidenciable Manini indicó en rueda de prensa al presentar su libro que “si hubo mérito para sancionarme no entiendo porque no se procedió como correspondía”, en clara alusión al ministro de defensa Bayardi.
VENGO A CUMPLIR se titula el libro de Manini Ríos; si alguno de vosotros estuvo en el Penal de Libertad, recordará que había una leyenda que rezaba así: Aquí se viene a cumplir.