David Rabinovich
Según la Real Academia Española (RAE), la ideología es un “Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político, etc.”
¿Es idiota por definición todo aquello que no tiene ideología?
Lo primero que aparece, buscando en internet, para aclarar las ideas suena bien: “Las ideologías suelen contener ideas sobre la mejor forma de gobierno y el mejor sistema económico. Por ejemplo, una ideología puede considerar que la democracia es la mejor forma de gobierno, o que el capitalismo es el mejor sistema económico.” A partir de lo cual se verá qué entendemos por democracia y deberemos contrastarlo con las “democracias realmente existentes”. ¿Alguna democracia real pasa la prueba de verse contrastada con la democracia ideal? ¿Puede considerarse como posibilidad el fracaso de la democracia real? La democracia tal cuál es ¿es democracia? ¿Acaso alguna nación en el mundo puede decir: “Aquí gobierna el pueblo” ¿Islandia quizá…?
“La ideología se basa en supuestos, premisas o presupuestos; se utiliza para interpretar y dar sentido a lo que sucede a nuestro alrededor, especialmente en el ámbito social y político.” Todo es del color según el cristal con que se mire. La pretensión de no tener los prejuicios ideológicos que asignamos a otros, resulta necia o deshonesta.
“La política (del griego antiguo πολιτικά (politiká) ('asuntos de las ciudades') es el conjunto de actividades que están asociadas con la toma de decisiones en grupos, u otras formas de relaciones de poder entre individuos, como la distribución de estatus o recursos. La rama de las Ciencias Sociales que estudia la política y el gobierno se conoce como Ciencia Política.” Relaciones de poder que implica: fuertes y débiles, ganadores y perdedores, explotados y explotadores… En fin, la lucha de clases, los intereses encontrados, sustentan ideologías y explican políticas. Lo que se hace y lo que no, está teñido de fundamentos ideológicos, sumido en un fárrago de decisiones políticas.
Ante el conflicto se suele pretender buscar una “solución política”, conciliadora y no violenta. El relato es la esencia de “el arte o la ciencia de gobernar”. Es de estilo reconocer o proclamar que entre el conflicto o la cooperación es mejor la segunda. Pero no deberíamos perder de vista el rol que juega ‘la competencia’ en el sistema real de convivencia. Acá estamos tocando uno de los puntos relevantes de la confrontación ideológica que divide las sociedades. El capitalismo es esencialmente conflictivo, hasta ahora los ensayos de instalar sociedades sobre la base de la cooperación han fracasado. Esos fracasos pueden asociarse o explicarse por las agresiones e intervenciones que enfrentan desde el inicio. Un ejemplo bien reciente es la resolución de las Naciones Unidas condenando una vez más, por amplísimas mayorías, el bloqueo a Cuba. Resolución que -una vez más- los poderosos Estados Unidos desoyen olímpicamente.
Sigamos. Nos vamos acercando al objetivo de comentar los resultados electorales del 27/10, así como las fuertes señales emitidas por el voto popular con mucho contenido político y fuertes componentes ideológicos.
“En los estados-nación modernos, la gente suele formar partidos políticos para representar sus ideas/intereses. Los miembros intentan acordar para adoptar la misma postura sobre muchos temas y apoyar los mismos cambios en la ley y los mismos líderes. Una elección suele ser una competencia entre diferentes partidos.”
“Un sistema político es un marco que define los métodos políticos aceptables dentro de una sociedad. La historia del pensamiento político se remonta a la Antigüedad temprana, con obras fundamentales como La República de Platón, La Política de Aristóteles, los manuscritos políticos de Confucio y el Arthashastra de Chanakya.”
Tomemos como ejemplo este último sólo por ser menos conocido. “La raíz de la felicidad es Dharma (ética, rectitud), la raíz de Dharma es Artha (economía, política), la raíz de Artha es el gobierno correcto, la raíz del gobierno correcto es la restricción interior victoriosa. La raíz de la restricción interior victoriosa es la humildad, la raíz de la humildad es servir a los ancianos.” Estos libros fueron escritos, en la India, entre el S.II a.C. y el III d.C. Se trata de sabiduría acumulada hace como 2.000 años y durante 5 siglos. Supongo que los ancianos eran los más débiles de aquellas épocas.
El mejor rey es el Rajarishi, el rey sabio, -el gobernante sabio. “El Rajarishi tiene autocontrol y no cae en las tentaciones de los sentidos, aprende continuamente y cultiva sus pensamientos, evita a los consejeros falsos y aduladores y en su lugar se asocia con los ancianos verdaderos y consumados, promueve genuinamente la seguridad y el bienestar de su pueblo, enriquece y empodera a su pueblo, vive una vida sencilla y evita a las personas o actividades dañinas, se mantiene alejado de la esposa de otro y no anhela la propiedad de otras personas. Los mayores enemigos de un rey no son los demás, sino estos seis: la lujuria, la ira, la codicia, la vanidad, la arrogancia y la temeridad. Un rey justo gana la lealtad de su pueblo no porque sea rey, sino porque es justo.” La traducción, del sanscrito antiguo, pasó por varias versiones y ‘actualizaciones’ para hacer comprensibles aquellos manuscritos incompletos y dispersos que hoy se consideran un verdadero tratado de ciencia política. Cuando nos vienen a hablar de “Nueva política”…
“Cuando el rey rechaza el Dharma, es decir, "hace lo que no se debe hacer, no hace lo que se debe hacer, no da lo que se debe dar y da lo que no se debe dar", el rey hace que las personas se preocupen y le tengan antipatía.” “Cuando los funcionarios se involucran en robos, en lugar de brindar protección contra los ladrones, las personas se empobrecen, pierden el respeto y se descontentan.” Poco nuevo bajo el sol…
“Un estado, afirma el Arthashastra, donde la actividad valiente es denigrada, la calidad de los logros es menospreciada, los pioneros son perjudicados, los hombres honorables son deshonrados, donde las personas merecedoras no son recompensadas sino que en cambio hay favoritismo y falsedad, es decir, donde las personas carecen de motivación, están angustiadas, se enojan y son desleales.” ¿Qué hay para agregar o sacar?
El último domingo de octubre votamos al FA poco más de 1.070.000, las listas de la ‘Coalición Republicana’ que votaron por separado (Blancos, Colorados, Independientes, Cabildantes) apenas superan, sumados, 1.150.000. Efectivamente el 48% es más que el 44%.
Álvaro Delgado y Valeria Ripoll: 655.426, los colorados Andrés Ojeda y Robert Silva: 392.592, Cabildo Abierto del General Guido Manini Ríos, con 60.549 votos quedó fuera de la Cámara de Senadores, el Partido Independiente de Pablo Mieres, con 41.168 mantuvo un Diputado. Tampoco llegó al Senado Gustavo Salle: 65.796 votos. Muchos votaron en blanco (32.356) o anulados (52.750). La reforma de la Seguridad Social tuvo un apoyo de sólo el 38% (947.381) poco menos que la de los allanamientos nocturnos que llegó a 961.926. La primera con poco apoyo explícito de partidos políticos (ni siquiera el de la mayoría de los grupos del FA); la segunda con el auspicio de la pretendida mayoría ‘oficialista’, el apoyo de las cámaras empresariales y amplia cobertura en los medios. La reforma de la Seguridad Social consiguió esa votación con Orsi y Cosse en contra, a pesar de los repetidos anuncios de debacles y calamidades. Se sembró terror y no cundió el pánico. Una señal política importante que se basó en una convicción ideológica fuerte, promovida desde las organizaciones sociales. La izquierda mostró vacilaciones, contradicciones en convicciones y en intereses. La derecha defendió uno y atacó otro, usando todos sus recursos. A nadie puede extrañarle que Sanguinetti opine como opina, pero que Pepe y su gente hagan campaña en contra de una iniciativa de los trabajadores, de Fucvam… En mi cuadra la única bandera de Otorgués que se veía (tampoco había muchas otras) estaba en casa, quizá por eso me tocó timbre un veterano para pedir la lista 609 ¡pero con el Sí!
Cuentan que un paisano le dijo a Seregni: “Apeligramos ganar, mi general”.
Dijo Luis Lacalle Pou: “El poder es formal. Te lo da la población, la Constitución y las leyes. La autoridad es intelectual, afectiva y moral, y no hay Constitución ni ley que te la dé. Y eso es un vínculo muy bonito con las personas".
Guillermo ‘Yuyo’ Chifflet defendía que la política era “el arte de hacer posible lo que parece imposible”; defender causas complicadas era lo de todos los días. No renunciemos a ese legado. No aceptemos despolitizar la política: renunciar a la ideología es esencialmente eso.