Gustavo González
El 68% de los votantes frenteamplistas votaron el SI de la seguridad social desobedeciendo a su dirección y candidatos. Ello se debe a la importancia de la intervención del movimiento social en la agenda política que logró que se hablara más del SI que de la propia elección nacional. Todos los medios de comunicación la mayoría de las direcciones y candidatos del FA, la Coalición Multicolor, las Cámaras Empresariales, “Ólogos” de todo tipo y color, todos defendiendo al capital financiero, no lograron disciplinar a la base frenteamplista. A tal grado tiene importancia política esta desobediencia que a una semana de las elecciones y tres del ballotage, se sigue hablando del SI de la reforma de la seguridad social.
Por todos estos motivos en el corto plazo, en aguas muy turbulentas deberán transitar el conjunto de las organizaciones del campo popular y por cierto con muchas dificultades.
Existe una propuesta sumamente estratégica en la cual se debe reparar y es la INTERSOCIAL. Trabajar a la luz de los resultados del SI para fortalecer la propuesta de una INTERSOCIAL es la gran tarea de la etapa. Ello porque el SI demostró dos cuestiones fundamentales, primero que existe una Intersocial histórica estructurada por las organizaciones del campo popular realmente representativas, me refiero al Pit-Cnt, Fucvam y Feuu, ella es la que en definitiva no dudó jamás de acompañar las grandes luchas de la etapa.
El resultado que arroje el ballotage será muy importante, a los efectos de posicionarse en un “nuevo” Uruguay. Nada está dicho y no me parece correcto tener triunfalismos que no se condicen con la realidad. Lo real hasta el momento es que la Multicolor tiene más votos que el FA, para remontar ello el FA no la tendrá fácil, aunque tampoco imposible.
A los efectos de no quedarse en un análisis de coyuntura con lo que puede pensar o analizar uno solamente, siempre es bueno leer y documentarse con otras y otros compañeros que pueden seguir arrojando luz al análisis.
Gabriel Delacoste compañero al que mucho respeto en sus análisis, justamente coloca el marco correcto sobre en qué andariveles circulan estas elecciones nacionales:
Todo esto sucede en un contexto de aguda crisis mundial. Mientras la política uruguaya está en un momento especialmente mediocre y provinciano, en Ucrania y Medio Oriente puede saltar en cualquier momento la chispa de la guerra mundial, y no es descabellado que una guerra civil sudamericana sea uno de sus teatros. La crisis climática y ecológica se acelera, poniendo en peligro la sostenibilidad de la vida humana tal como la conocemos. Las disrupciones tecnológicas desorganizan cada vez más el mundo del trabajo, la cognición y la vida cotidiana. El neoliberalismo está deslegitimado, pero las alternativas también. La agresividad de las ultraderechas gana terreno en casi todas partes. Pensar en grandes acuerdos nacionales puede ser prudente en medio de tanto peligro. Pero estos acuerdos también pueden ser peligrosos: pactar con una derecha alineada a USA mientras suenan los tambores de guerra, solidificar una agenda de crecimiento que sobreexplota la tierra y el agua y hace perforaciones en busca de petróleo en medio de la crisis global, y desesperarse por inversiones de los gigantes digitales mientras la población sufre la crisis cognitiva inducida por internet, puede profundizar los problemas que tenemos, más que permitirnos enfrentarlos.
Entender que estamos en una etapa atravesada por una gran crisis mundial, donde la derechización del mundo es una realidad que avanza y que el capital está dispuesto a todo, es clave entonces ponernos a pensar las tareas fundamentales del campo popular para el corto y mediano plazo.
La pelea dada por el SI de la seguridad social, sin dudas que hizo “temblar” al capital financiero y a todos los que lo representaron en esta lucha. La desobediencia registrada debería de hacer reflexionar a varias direcciones de la izquierda. Es muy significativo que el MPP donde su dirección y liderazgos se opusieron frontalmente al SI, tuvieron que terminar pidiendo papeletas del SI donde sus bases entregaban listas.
A toda la campaña de desprestigio montada contra el movimiento sindical y popular, le sumaron con virulencia el miedo. A pesar de todo ello casi un millón de voluntades votaron el SI. Si bien no se llegó al objetivo, no cabe duda de que esta fue una gran lucha dada y que dejará ricas enseñanzas para futuras victorias.