Entrevista realizada por Clara Amorin y Esther Ampuero
Gustavo González ex Srio Gral de Fucvam candidato al senado por el PS-90
¿Cómo se puede explicar y fundamentar el voto favorable a la papeleta del SI blanco?
En la forma más pedagógica posible hay que fundamentar la razón de los 3 puntos. Muy importante es desnudar que son las AFAPs y explicar que es el capital financiero. Señalar que han hecho estas con los trabajadores de este país y cuáles son los actores políticos que las están defendiendo. Esta explicación nos lleva a dar un salto en la calidad política del examen de esta cuestión. Los 3 puntos son claros y cualquiera de ellos deja claro cuál es el debate central, que no es otro que determinar si creemos que la Seguridad Social es un Derecho. O si simplemente queremos regalarle al mercado la protección social, erado que la seguridad social para reducirla a una mera y simple mercancía.
¿Qué puede decirnos sobre los grados de información, de sus contenidos y los niveles de adhesión que recoge la iniciativa de Enmienda Constitucional?
Tenemos que observar cómo se sitúan las clases y los sectores sociales. Los grados de adhesión son muy importante a nivel de los trabajadores y trabajadores. Veremos cómo se sitúan las otras claras, el comportamiento de los capitalistas está claro y resulta a ojos vista, hay que ver el comportamiento de las capas medias. Entre los trabajadores se identifica fácilmente la adhesión, en los barrios obreros, en las cooperativas, en los centros de trabajo, esto se visualiza en las reuniones, las asambleas y en el “mano a mano”, en esos ambientes el interés es muy importante y notorio. Obviamente a que asistimos a una ofensiva brutal del capital contra la iniciativa, se cruza el fuego enemigo y el fuego amigo como decimos nosotros. Es en este contexto y circunstancia que cobra cabal dimensión la lucha que esta dando el movimiento popular, junto a algunos sectores políticos. Estamos inmerso en medio de la batalla entre David y Goliat, toda la plata, los grandes medios de comunicación, los candidatos de derechas y algunos sectores progresistas atacando con artillería pesada al Plebiscito y atacando duramente a quienes lo defendemos. Esto hace que estemos en una situación cada vez más compleja. La nuestra es una campaña muy austera, sin medios, donde recurrimos a la metodología del movimiento popular, donde: el boca es fundamental, la charla en reuniones familiares, en los círculos de amistados, entre vecinos, para informar e ir haciendo pasando mensaje, trasmitiendo nuestros argumentos e ir ganando adhesiones a partir de la persuasión y del convencimiento.
La Seguridad Social es un tema complejo, con aristas de dificultad para su entendimiento, por este motivo el Plebiscito hace que la gente deba pensar. Cuanto más podamos informar mejor, la capacidad de información también esta relacionada con las capacidades financieras, y nuestras finanzas son muy rabonas, el degaste que ha hecho el movimiento popular es mucho, el combate por la LUC, la recolección de firmas y ahora esa etapa. Estamos obligados a extremar nuestra creatividad para poder hacer frente a todos los desafíos que se nos plantean, pero creemos firmemente en nuestras fuerzas y en la reserva moral del movimiento popular.
Te pedimos tu parecer de, ¿cómo enfrentar a los detractores del plebiscito, tanto a los provenientes de las derechas y el poder, como a quienes se sitúan en filas progresistas?
Para mí a los detractores hay que enfrentarnos con ideas claras, con argumentos contundentes. Sin pelos en la lengua decir que mienten, cuando lo hacen. Nosotros tenemos que pasar a la ofensiva, en este debate tenemos que salirnos de una posición defensiva. Tanto a la gente, como a los detractores hay que preguntarles sobre temas esenciales, buscando la clarificación en la población los destrozos y perjuicios que provocan las AFAPs en la Seguridad Social, identificando, caracterizando el gran negociado que representan, como un gran negocio del capital financiero y por lo tanto perjudicial para los trabajadores. A los detractores hay que hacerles frente y ganarla la cuereada con la claridad de las ideas y la robustez de nuestros argumentos. Quienes deben contestar son los detractores, porque nos atacan con artilugias embromadas, nos tratan de tondos, improvisados, que pecamos de ignorancia. Hay que combatir desde la ofensiva en todos los campos y en todos los terrenos. Denunciarlos como representantes y servidores del capitalismo financiero.
Sabiendo que se sirven del miedo para espantar y atemorizar a la gente. Es clarísima la campaña de diatribas y simplificaciones que se han hecho contra el plebiscito y hay que proceder a desmontarla en forma sistemática. En este marco hay que pegar y hacerlo con dureza.
¿Cuál es el estado de actual de la movilización? ¿Qué saltos y avances hay que procurar en la misma para encarar un triunfo en octubre?
El estado de la movilización es muy bueno, pero debería ser superior. La realidad de la movilización está vinculada al grado importante de desideologización que impera en en nuestro país. La izquierda debe interpelarse sobre esta situación, hay sondeos que arrojan que a un 35 % de la población no le interesa la política; en la realidad que enfrentamos también juega con fuerza, la baja movilización social, los procesos de fraccionamiento y dispersión que se sufren en el campo popular. En estos contextos, marcados en gran parte por la adversidad, es que estamos llevando adelante esta lucha, tomar plena consciencia de ella, se trata de algo que no podemos olvidar. Hay que rescatar la calidad política que aportó el Plebiscito, ejemplificada en que al dio de hoy se discuta mas el plebiscitó que los temas generales de la campaña electoral. Fenómeno que da cuenta de la importancia del protagonismo de los trabajadores y trabajadores cuando desde su organizaciones y con su consciencia de clase intervenían en la vida política.
Esto me lleva a estar orgulloso de participar activamente en este combate. Por eso llama a encarar octubre con mucha fuerza, con mucha convicción y entusiasmo; sabiendo que ya se han logrado triunfos, como el haber sabido y podido desafiar el poder . Ya que es innegable que estamos frente a un problema de poder clave, comprender esto es fundamental para las lecciones que deben sacar los trabajadores de esta lucha.