CLARIDAD con Gerardo Rodríguez

Integrante del Secretariado del PIT-Cnt y del Comando del SI

Entrevista  realizada por Clara Amorin y Esther Ampuero

  

¿Cómo se puede explicar y fundamentar el voto a la papeleta del SI blanco?

El eje estructurador de esta iniciativa plebiscitaria radica en la intención de consagrar la seguridad social como un derecho humano fundamental, se trata de una propuesta de cambio radical, estructural, consolidando avances sustanciales en términos de derechos y dignificando las condiciones de acceso a las jubilaciones y pensiones.

El centro de la propuesta contrapone derechos a privilegios, reduce la desigualdad y avanza significativamente en justicia social.

Si hay algo que caracteriza la causa del plebiscito sobre seguridad social es la facilidad para explicar su contenido, y a partir de eso, surge espontáneamente la conclusión sobre a quienes beneficia.

Se trata de una reforma constitucional que define 3 pilares fundamentales para un nuevo sistema de seguridad social que deberá elaborarse a partir de un amplio y democrático diálogo social, a saber:

  • Recuperar la posibilidad de jubilarnos a partir de los 60 años.

Obviamente que esto no significa que la gente deba hacerlo en ese momento de su vida, si se procura extender el retiro de los y las trabajadoras activas, perfectamente se puede estimular la extensión de la vida laboral, por ej. aumentando la tasa de remplazo (porcentaje promedio de los mejores 20 años de trabajo), y también disminuyendo la cantidad de años de promedio, de ese modo, quienes se sientan con fuerzas y se sientan cómodos en su trabajo, pueden seguir trabajando más allá de los 60 años con el incentivo de jubilarse con mejores ingresos.

Pero fundamentalmente, la iniciativa busca la posibilidad de recuperar el derecho a jubilarse a partir de los 60 años, aquellos que han padecido una vida laboral muy dura y llegan a esa edad con un estado de salud precario y/o quienes pierdan el trabajo a los 58, 59 o 60 años, se podrán jubilar, evitando de esa manera condenarlos a la miseria hasta los 65 años, ya que está estadísticamente comprobado que entre 60 y 65 años, 8 de cada 10 uruguayos no consiguen trabajo.

  • Equiparar las jubilaciones y pensiones más sumergidas al Salario Mínimo Nacional

En este sentido es importante saber ¿de quienes estamos hablando?, se trata de 308.000 personas, 73 % viven en el interior (48 % hombres y 52 % mujeres), y 27 % en Montevideo (30 % hombres y 70 % mujeres), no es un dato menor, el mayor impacto recae sobre mujeres y personas que viven en el interior.

En el caso de las pensiones por discapacidad por ej. el 80 % son hogares monoparentales-también en su mayoría mujeres-, que por lo general no pueden salir a trabajar. En el caso de pensiones a la vejez son trabajadores que llegan a los 70 años y no tienen 30 años de aporte, no es porque no hayan trabajado, vaya si trabajaron, ahí tenemos el ej. de los cortadores de caña de azúcar, toda la vida explotados y además el patrón, en muchos casos, no realizó los aportes al BPS.

¿Cuánto es el monto de la inversión social de esta iniciativa?, exactamente 460 millones de dólares, en primera instancia vale aclarar que la iniciativa propone equiparar el ingreso por persona (y no por prestación) al SMN, esto deberá ser reglamentado por el parlamento a través de una Ley, respetando el principio de razonabilidad e igualdad, adaptando el texto al contexto normativo y a la condición de autosuficiencia del SMN.

En el caso de los jubilados que cobran el mínimo (18.840 $), el aumento sería de 3.428 $, y en el caso de las pensionistas cuyo promedio es de 16.512 $, el aumento sería de 5.752 $ (SMN = 22.268 $).

Existe otra inversión social que significa un enorme avance y que no se ha difundido debidamente: EL 80 % de las personas que se jubilen a posteriori de la reforma si resultase aprobada, SE JUBILARAN CON UNA MAYOR JUBILACIÓN (ya que su jubilación pasará a calcularse por el método del BPS, cuyo promedio jubilatorio es 4 veces mayor al de las AFAP), esto derriba un mito, el de pensar que tener una cuenta personal de ahorros con destino previsional, te garantiza una mejor jubilación, no es así, la metodología de solidaridad intergeneracional e intrageneracional no sólo es ético, sino también, te proporciona 4 veces mejor calidad de vida a la hora de tu retiro.

Esta mejora sustancial en las futuras jubilaciones no se puede cuantificar, porque como dijimos anteriormente, si se incentiva la extensión de la vida laboral todo dependerá del promedio de edad de jubilación.

Para financiar esta mejora sustancial en las jubilaciones futuras, bien se pueden explorar fuentes alternativas, por ej. la OIT recomienda que el aporte patronal sea igual al de los trabajadores, en Uruguay los patrones aportan la mitad que los trabajadores, en las actividades agropecuarias el patrón aporta 7 veces y media menos que el peón, e incluso, hay actividades exoneradas del aporte patronal.

No proponemos subir al barrer, sabemos que hay pequeños comerciantes, pequeños emprendimientos rurales (por lo general familiares) que apenas llegan a fin de mes, sería ridículo asfixiar a esa gente. Pero también sabemos que “los malla oro” que acumulan grandes ganancias (e incluso depositan en el exterior miles de millones de dólares), bien podrían aportan lo mismo que los trabajadores.

También debemos pensar en otras formas de financiamiento, por ej. a partir de la incorporación de la tecnología al mundo del trabajo, hoy es muy común ver cajas automáticas en los supermercados, en los peajes o mecanismos digitales para realizar transacciones bancarias, ¿no será momento de que toda esa ganancia que proviene de la incorporación de tecnología sustituyendo puestos de trabajo aporte a la seguridad social? Estamos convencidos que sí.

  • La eliminación de las AFAP

En el año 1996, de la mano de una nueva reforma de la seguridad social y con la promesa de mejorar sustancialmente la calidad de vida de jubilados y pensionistas (ya que según los impulsores íbamos a gozar de 2 jubilaciones), se introdujeron las AFAP en Uruguay.

Más allá de las promesas, la vida demostró que las AFAP FRACASARON, a los únicos que les sirvió introducir el lucro y la especulación financiera en el régimen jubilatorio fue a los dueños de las AFAP. Para la inmensa mayoría de los y las trabajadoras uruguayas este régimen fue perjudicial.

Hoy, a 28 años de instaladas las AFAP, podemos verificar que 1 de cada 10 uruguayos cobra de renta AFAP (promedio)172 $ por mes, 1 de cada 3_ 859 $ por mes, y 6 de cada 10 uruguayos cobran en promedio 2.286 $ por mes.

El promedio total de renta AFAP apenas supera los 8.000 $, exactamente 4 veces menos que el promedio de jubilaciones del BPS que supera los 33.000 $.

Los números hablan por sí solos. LAS AFAP FRACASARON.

A pesar que quieren instalar como sentido común la falacia que tener una cuenta individual con fines previsionales a nuestro nombre y con una cifra que seguramente nunca tuvimos en nuestro poder, es sinónimo de “seguridad”, la realidad es caprichosa y nos demuestra que eso no pasa de ser una especie de “ilusionismo”, los hechos siguen demostrando, que el mejor camino para una cobertura social digna es la SOLIDARIDAD SOCIAL INTERGENERACIONAL E INTRAGENERACIONAL.

¿Qué puede decirnos de los grados de información y los niveles adhesión que recoge la iniciativa de Enmienda Constitucional?

En el comando de campaña estamos muy conformes y entusiasmados con el aumento del apoyo al SI que se viene registrando. Cuando finalizó la recolección de firmas se podría decir que el escenario político se dividía en 3 tercios, uno a favor, otro en contra y un tercero que no conocía la iniciativa.

A medida que transcurre la campaña, vamos comprobando que el apoyo al SI ha crecido hasta acercarse al 50 %, podemos deducir que a medida que la gente va conociendo el contenido de la papeleta el apoyo al SI crece, de todas formas, somos conscientes que la causa tiene un mayor grado de complejidad al ser muy pocos los partidos políticos que van a ensobrar, por tanto, deberíamos pasar el 60 % de aprobación a la iniciativa para disputar con chances la posibilidad del triunfo popular.

El gran desafío es ese, que la gente tome consciencia sobre la importancia de llevar la papeleta del SI, y además, ampliar el nivel de información dentro de los jóvenes, que si bien demuestran un gran apoyo al plebiscito, también constatamos que muchos no se han enterado de que trata la iniciativa.

¿Cómo te parece que se debe enfrentar a los detractores del plebiscito, tanto a los provenientes de las derechas y el poder, como a quienes se sitúan en filas progresistas?

Con una fórmula muy sencilla, CON INFORMACIÓN Y CON LA VERDAD, el problema mayor radica en llegar a todos los rincones del país con información veraz sobre la iniciativa, la mayor arma que tienen los detractores de derecha es la MENTIRA, y la mayor debilidad de los detractores de izquierda, es la desviación ideológica, lamentablemente estamos observando que utilizan los mismos argumentos.

Hoy es una realidad que las sociedades se han derechizado a nivel global, nosotros no somos ajenos a ese fenómeno. Esta causa contrapone derechos vs. privilegios, de un lado, los que les hace falta casi todo y del otro, los que no les falta casi nada.

¿Cuál es el estado actual de la movilización y que saltos y avances habría que procurar en la misma para triunfar en octubre?

La movilización es la que es, obviamente que si toda la izquierda social se hubiese encolumnado detrás de esta causa sería más sencillo, pero somos de los que pensamos que para la clase trabajadora las condiciones nunca estuvieron dadas, hay que crearlas con organización y lucha, esta no es la excepción.

¿Cuál es la trascendencia en el terreno de los principios, valores y la perspectiva estratégica del plebiscito?

Después de mucho tiempo el campo popular está organizado y luchando por una reforma estructural, éticamente irreprochable, esto no es poca cosa. No obstante ello, los cambios profundos en la sociedad no se dan con un solo hecho, ni de una vez y para siempre, son procesos, no podemos olvidar que cuando la derecha ganó las elecciones nos quiso arrasar, no los detuvo la pandemia, pero los detuvo el campo popular juntando firmas contra la LUC en una demostración de coraje y rebeldía.

Perdimos esa batalla, pero ganamos en niveles de organización y conciencia, estoy seguro que sin aquel freno, el gobierno herrerista y coalicionista hubiese sido mucho más duro. También estoy seguro que sin esta batalla por el plebiscito de la seguridad social, los sectores conservadores del Frente Amplio no hubiesen acordado impulsar una reforma de la seguridad social alternativa a la actual, la lucha tensa a la izquierda, ahora vamos por más.

“No hay cosa más sin apuro que un pueblo haciendo la historia”