¿Seducir o convencer? ¿A quién?

 

David Rabinovich

 “La democracia, como la hemos acabado conociendo, es un juego de ganadores y perdedores que se disputa entre individuos de fortísima personalidad, mientras que los demás quedamos reducidos básicamente al papel de espectadores”.1

Antecede un párrafo de “La Diaria” que es parte del comentario de un libro: “El amanecer de todo”. (David Graeber y David Wengrow, 2022).

Sigamos con él: “…cada vez que intentamos predecir el futuro fracasamos (…) la historia de las sociedades humanas es mucho más diversa y zigzagueante de lo que solemos creer. (pero) nos quedamos estancados en un sistema y un discurso casi únicos, en los que la libertad para crear o modificar las relaciones sociales parece condenada al cajón de los recuerdos y la civilización occidental se presenta a sí misma como el modelo a seguir.”

Si lo damos por válido nada está predeterminado para el futuro; la democracia no existe y perfectamente puede asistir razón al poeta: “…cómo a nuestro parecer/ cualquiera tiempo pasado/ fue mejor”: Lo que viene será peor. Basta para ello que los conservadores prosperen lo suficiente como para imponer sus recetas, anular las propuestas de cambios o al menos diluirlas. El discurso de las derechas es “para que estés bien, hay que sacar todo lo que pueda garantizar que estés bien”. [p12]

La política, en la democracia real, es una verdadera sala de espejos distorsionados y distorsionantes donde vemos nuestra monstruosidad tal como es. La reforma educativa, como otros cambios impulsados por la Coalición gobernante en Uruguay, avanza con la pretensión manifiesta de solucionar ‘los gravísimos problemas’ heredados de gobiernos anteriores, de izquierda, claro. En el marco de una campaña sanguinaria contra los docentes, se reduce o elimina la carga horaria de asignaturas que apuntan a la formación de ciudadanos pensantes y se pone el acento en competencias para el mundo del trabajo. Se cambian los programas, que adelgazan y muestran signos de anemia; saben que los problemas no están allí. El último informe Aristas2 lo consigna con claridad: “Considerados en conjunto, los resultados de Aristas evidencian un mayor desafío para el sistema educativo que el observado en 2018.” O sea la educación empeoró. Además “el desafío supera a la política educativa…” porque el problema está en el contexto social que tienen los alumnos y condiciona fuertemente los resultados. Eso se sabe desde hace tiempo, mucho tiempo. Sin embargo, vamos prácticamente a eliminar la Filosofía ¡y los gremios claro! para solucionar los problemas de la Educación Media. Vamos a bajar las  exigencias para mejorar los índices de pasaje de grado. Similar juego de la Mosqueta se hace para ‘combatir’ el delito y la inseguridad consecuente.

Discuten en el Parlamento la Rendición de Cuentas: recursos para la educación pública, la salud, la vivienda, la seguridad social… ¿Por ejemplo: hay que festejar que aparecieran 6 millones de dólares para la Universidad de los 100 que pidió? ¿O que para vivienda se siga con políticas que benefician muy especialmente a los empresarios e inversores privados? ¿A qué le llamaremos seguridad social en un futuro no muy lejano?

No es un problema sólo uruguayo, ni regional. Poseedor de enormes reservas de uranio y también de yacimientos de petróleo y oro, Níger, es uno de los países más pobres del mundo.

¡Qué caro pagan los pueblos que fueron sojuzgados en los albores del capitalismo sus debilidades! ¿Son los descendientes de los esclavos que secuestraron en África para obligarlos a trabajar en América que -a pesar de años y promesas-, protagonizan hoy intentos de emancipación que parecen cada vez menos posibles? ¿Son los pueblos originarios y las infinitas mezclas de sus descendientes los marginados del sistema sin que se vea el fin de semejante condena? ¿Son los inmigrantes de ayer y de hoy -los que mueren persiguiendo el sueño imposible de una vida mejor- constructores de alguna alternativa?

Es, en el mejor de los casos, bajo reglas democráticas “…que se disputa entre individuos de fortísima personalidad” ese juego de pocos ganadores en un mundo de muchísimos perdedores que la miran de afuera.

Dicen que los uruguayos estamos siempre en campaña electoral, sin duda que hay un grupo que sí, otros no tanto y la mayoría ¡ni ahí! La miran como de afuera, pero votamos todos y todos sufrimos, -alguno disfruta- los resultados. Partidos, referentes y presuntos/as candidatos/as se proponen seducir a un electorado que se presume ‘de centro’, indeciso, ¿desinformado? No deberíamos distraernos; no es lo mismo proponernos seducir, convencer, educar y/o lograr mejor niveles de conciencia organización y lucha.

Mucho esfuerzo para seducir y convencer, para votar por o en contra “de”. Lo que viene a ser lo mismo si vamos a los resultados y consecuencias. Nos desangramos en batallas pírricas que no cuestionan el sistema. Muy diferente sería proponerse educar para entender mejor la realidad y los discursos, para discernir mejor lo verdadero de lo falso, el relato de la realidad. Lograr mejores niveles de conciencia, organización y lucha ¿es una visión típicamente de izquierdas? ¿Sirve para ganar elecciones? Pareciera que una parte mayoritaria de las izquierdas, en aras de ganar elecciones, afrontan el riesgo de facilitar a los conservadores el imponer sus recetas, anular las propuestas de cambios o al menos diluirlas.

“Nosotros defendemos más la libertad en todo sentido, el Frente Amplio es más estatista” afirma Eduardo Lust en una caracterización, en la mejor de las suposiciones, políticamente inteligente. Las derechas defienden la libertad y las dictaduras (algunas que son de derechas) sin admitir contradicción alguna. Concluyen ‘naturalmente’ que el estatismo del adversario de izquierdas está en contra de las libertades. ¿Por qué la defensa de la propiedad común, colectiva, cooperativa es tan denostada? ¿En qué atenta inexorablemente contra la libertad? ¿Contra qué libertades confronta el interés de las mayorías?

Hay mil ejemplos de estos ‘razonamientos’, malabarismos semánticos que deberían enfrentarse con argumentos claros y sólidos. A mí me rechina el propósito de buscar candidatos que sean encantadores ¿encantadores de serpientes? ¿contratamos al flautista de Hamelin entonces?

 

1https://ladiaria.com.uy/libros/articulo/2023/8/contra-la-civilizacion-unica-a-proposito-del-estudio-el-amanecer-de-todo/

2https://www.ineed.edu.uy/aristas-media-2022