LA RESISTENCIA A LA REFORMA JUBILATORIA DEBE CONTINUAR  EN UNA CONSULTA POPULAR

Eduardo Aparicio

A menos de 20 días de que la Mesa Representativa del PIT-CNT, fije posición sobre si la resistencia a la reforma jubilatoria continúa por la vía plebiscitaria, el panorama está lejos de despejarse, a pesar que las grandes líneas están echadas.

El debate discurre en forma cuasi paralela, tanto en el seno del  movimiento social, (PIT-CNT, Intersocial),  en el campo del Frente Amplio.

Las opciones se repiten en los dos ámbitos, plebiscito con dos contenidos muy diferentes o no plebiscitar y apostar a un cambio de gobierno, con la eventual llegada de nuevas mayorías parlamentarias, que permitan revertir la ley 20130.

Lo que está en juego

Como venimos sosteniendo desde el inicio desde Claridad, lo que está en juego es cómo se plantea un camino de resistencia y una concepción de la acumulación de fuerzas. Subrayamos, para el movimiento social en esta circunstancia, lo que está en juego es su independencia de clase y autonomía política.

El FA esta surcado por posturas mayoritarias, en las cuales prima la subordinación de toda batalla politica a la reconquista del gobierno, para  llegar nuevamente a la Torre Ejecutiva el 1 de marzo del 2025,  entendiendo que esta es la madre de todas las batallas y justifica cualquier sacrificio y renunciamiento para concretarla. Tales posturas encierran  la idea de que las transformaciones son productos de las leyes, los diálogos y  acuerdos sociales; cuando realmente las transformaciones se gestan en las entrañas de la sociedad, siendo el resultado de la movilización y la lucha; los avances logrados siempre resultan de correlaciones de fuerzas, (de clase y políticas) que luego se reflejan en el campo normativo. Su logro tiene una condición básica: la movilización, es la movilización la piedra angular la acumulación.

El borrador de “Las bases programáticas FA” recientemente dadas a conocer, confirma la adhesión a la idea y consolidación en nuestro sistema jubilatorio del ahorro individual, plantea la alternativa que éste sea manejado por una administradora de fondos estatal, no lucrativa. Las diferencias en el FA en materia jubilatoria son de larga data, y en esta ocasión no logran ser superadas, simplemente se cristalizan, siendo disimuladas en formulaciones alambicadas.

Las corrientes denominadas “seregnistas” rechazan cualquier camino plebiscitario, al igual que el MPP, que tampoco adoptó posición, a pesar que trascendieron pasajes de un documento en el que plantea la necesidad de desestimular el expediente de la consulta popular, -a través del convencimiento-, tarea a la cual estarían abocados legisladores y dirigentes de primera línea. La otra fuerza de gran peso, el PCU, dice no tener posición por ninguna de las posturas, pero que está dispuesto a trabajar con la mayor amplitud y grado de unidad y que estará por la que genere los mayores consensos. Sin embargo destacados comunistas que ocupan la dirección sindical han impulsado la fórmula plebiscitaria de dejar sin efecto la ley por la vía de la enmienda constitucional. Algunos pueden pensar que estamos ante una incongruencia, o tal vez ante una instancia de canalización, amortiguación y recuperación de los estados de ánimo en los núcleos militantes, que quieren ir al plebiscito.

Mientras los socialistas tiempo atrás, el 24/06, se pronunciaron por recurrir a medios de democracia directa para enfrentar la ley aprobada,  reafirmaron sus posiciones históricas y se pronunciaron a favor de ir contra las AFAP, por los 60 años como edad obligatoria y por jubilaciones y pensiones que alcancen el piso del mínimo vital, sin renunciar a sus aspiraciones de una reforma Constitucional que abarque otros aspectos, conscientes de que los escenarios actuales no son los más propicios para la consecución de ese camino.

En el movimiento sindical, coexisten posturas que se reparten en tercios (equivalentes en votos en la MP de julio); uno que respalda el planteo de ATSS, otro proclive a acompañar la propuesta del UNTMRA y otro que considera inconveniente transitar el camino plebiscitario (En Lucha, Articulación). La paridad de fuerzas fue la que provocó el 6 de julio el aplazamiento de la definición.

Es difícil hoy predecir el desenlace, a pesar que la síntesis de las dos posturas plebiscitarias parece imposible, inalcanzable, quedaría abierta la eventualidad de dos papeletas oficialmente reconocidas, o bien dejar sin más en libertad de acción los sindicatos.

No cabe duda que el FA procurará incidir indirectamente, y tratará de que las definiciones sindicales-sociales (Intersocial), comprometan y afecten lo menos posible sus proyectos y prioridades electorales.

El gran mérito de la propuesta de ATSS es disparar a la línea de flotación  del sistema de las AFAP, y de abrir las puertas a la generación de  consciencia ciudadana y acercase a las bases materiales para la construcción de un sistema solidario y justo, en el que confluyen ideales de solidaridad.

Nadie puede ser indiferente a los cambios políticos que puedan producirse a partir de las elecciones del 2024, pero las lecciones de la  historia en general y las de las recientes experiencias progresistas en particular, dan cuenta que solo  se avanza si  los gobiernos de otro signos, son rodeados, aguijoneados y vigilados por la movilización. El camino de ir contra la reforma jubilatoria sin admitir concesiones -como la de sostener que la ley aprobada tiene aspectos positivos-, afirmaciones que irradian la confusión, pasa por plantear una línea de acumulación de fuerzas sostenida en la movilización, que en las circunstancias presentes tiene su herramienta principal en el plebiscito a realizarse junto con los comicios nacionales.

No dejamos de señalar la pertinencia de desarmar la falsa oposición entre  procurar un cambio de gobierno en las elecciones generales y desarrollar en paralelo una línea de acumulación desde lo social a lo político, recorriendo la senda del plebiscito.

Tampoco subestimamos los riesgos de mellar la unidad política y de acción del movimiento sindical y social, la dispersión de esfuerzo, la afectación de la respuesta y su impacto, si finalmente son dos las papeletas.

Resulta comprensible la  firme voluntad de ATSS de ir por la recolección de firmas; la alternativa, sin ambigüedades, fue planteada desde el pique, el desarrollo de los acontecimientos no hizo más que confirmarla como valedera e inevitable. Haremos todos los esfuerzos militantes para acompañarla, nos alineamos en ese desafío.