Gustavo González
Este Primero de Mayo encuentra a la clase trabajadora en el medio de una brutal ofensiva del capital que descarga el peso de la misma sobre las espaldas del pueblo. Desde el momento mismo que el gobierno caracteriza que a los denominados “malla oro” no se los puede tocar, está todo dicho. Con ello han sido totalmente consecuentes y es por eso que estamos frente a una situación no deseada como integrantes de la clase obrera.
Desde la Intersocial -herramienta fundamental de lucha y propuesta del movimiento popular-, se trata de seguir fortaleciendo a la misma y prepararse para el combate que está planteado en el presente y que lamentablemente continuará por un tiempo largo. Desde la LUC, nos han impuesto recortes presupuestarios, rebaja salarial encubierta con “cláusulas puentes”, miles de jubilados con jubilaciones miserables, una reforma educativa reaccionaria, atropello al estudiantado que se rebela frente al autoritarismo, un ajuste fiscal permanente con gran achique del gasto social. Y como último coletazo reaccionario y regresivo, la reforma jubilatoria, donde si bien la Coalición mostró contradicciones, estas no lograron evitar el acuerdo unánime para su aprobación.
Los retrocesos en cuanto a los derechos humanos, los hechos de corrupción operando desde el cuarto piso de la propia Torre Ejecutiva, hablan claramente del nefasto panorama que se vive en el país.
Sin embargo, en el mundo se reactivan luchas importantes del conjunto de los trabajadores contra los ajustes. En Europa hay claras muestras de lo que decimos, y esas luchas nos animan. No podemos dejar de ver que estamos frente a una brutal crisis del sistema capitalista donde se recurre a la guerra como elemento de regulación de su propia crisis, ante la cual nos oponemos rotundamente.