LA FISCAL FOSSATI HACE POLÍTICA POR OTROS MEDIOS

Hugo Tuyá

Luego del “estimulante” discurso del 2 de marzo en el Legislativo, donde nos enteramos de la concepción humanista que reviste el comportamiento del presidente, se han anunciado rebajas impositivas que contradicen por ejemplo (caso del IASS) el espíritu de la reforma de las jubilaciones y la preocupación del gobierno por el déficit fiscal. Para el caso del IRPF los sectores afectados positivamente son aquellos correspondientes al 30% de los contribuyentes y no al restante 70% que no paga IRPF y que no se verá beneficiado en nada. De esa forma el gobierno “devuelve” lo recaudado compulsivamente en estos 3 años previos de acuerdo a los cambios en el descuento de las tarjetas electrónicas y en el cálculo de la BPC que hoy se mide por el IMS y no por inflación.

Paralelamente, y ausentes en el “speech” presidencial, han surgido nuevos episodios del caso Astesiano que, a pesar de ser repetitivo y hasta cansador, han dejado a la fiscal Fossati y a la Fiscalía en falsa escuadra, por decir lo menos. Son muy graves los argumentos que expone la fiscal en un audio privado con el periodista Carlos Peláez llevado a la luz pública por “Legítima Defensa”. Son tan graves como para suponer que la Justicia en Uruguay no funciona de acuerdo a la ley, -todos iguales frente a ella- y que, en primera instancia, ninguna figura entre jueces y fiscales estaría dispuesta a hincarle el diente al entramado de tipo mafioso que reaparece como un fantasma diario entre los cortinados oficinescos del gobierno y de sus representantes más encumbrados: no especulamos si la actitud de la fiscal hubiera sido la misma con un gobierno del FA. Hasta el presente el único estamento que ha sido “castigado” duramente entre bambalinas y confidencialidades es la Policía, el chivo expiatorio funcional y utilitario para sacarle las castañas del fuego al presidente y a sus ministros de confianza, especialmente al impresentable Luis Alberto Heber.

Ni un solo ministro, ni personal allegado de Presidencia ha sido llamado como indagado o al menos como testigo de hechos turbios, aunque esto último constituye obviamente una farsa en el tinglado de episodios de tanta gravedad en la historia política del país. Sin embargo, en un giro inesperado de parte de la fiscal, Gustavo Leal ha sido acusado por encubrimiento luego de su visita al padre de Astesiano, Fernando Pereira y los periodistas Alberto y Leandro Grille, junto a Carlos Peláez, denunciados por difamación e injurias por Fossati en una extraña situación que, luego del audio mencionado, seguramente lleva a concluir en una sospechosa puesta en escena con el arcano fin de redirigir el objetivo y sesgar la información hacia los verdaderos ilícitos entre algunos jerarcas de gobierno: elementos objetivos que obviamente no podemos comprobar a la vista de los innumerables hilos sueltos que quedan por atar. La Justicia hace política por otros medios…

Tampoco, que sepamos, ha llamado la fiscal a la familia Astesiano para brindar su testimonio que puede ser clave en la dilucidación e interpretación de varios intercambios en redes que nombran al presidente (caso de los chats sobre Layera), a su secretario particular, y una telaraña compleja de contactos y turbiedades como el pedido de coimas para la construcción de bienes públicos que corresponden al Ministerio de Obras. Como se sabe, Astesiano tiene una vinculación con la familia Lacalle desde hace mucho tiempo, y suponemos que habrá una fidelidad compacta hacia quien le ha dado de comer durante el período, y quien le ha permitido conocer hechos non santos desde la puerta posterior de la Política. Parecería que, ante la abrumadora cascada de hechos ilícitos a resguardo de las facilidades que brinda una posición privilegiada a nivel estatal, los testigos más importantes en este culebrón son ninguneados y dejados de lado ex profeso, algo que podría incluirse en la metodología y la responsabilidad de cargo de la propia fiscal Fossati. Sus propias palabras propaladas en el audio dejan en claro que, para este caso, es imposible llegar a la última verdad entre una cofradía blindada de amigos y correligionarios que utilizan el poder político en propio beneficio, y que ella no estaría dispuesta a “inmolarse” persiguiendo delitos que no cuentan con garantía de colaboración de los propios involucrados, y que, además, ponen todo tipo de “piedras” para evitar que salgan más datos comprometedores a la luz pública que permitan dar con el círculo áulico de este juego político clandestino. En una hipótesis de campo nos preguntamos qué diría la ciudadanía respecto a otros juicios difíciles -caso desapariciones forzadas- si el magistrado a cargo anunciara una incapacidad por ausencia de colaboración de los indagados y falta de garantías en la investigación, dejando la sospecha abierta de que al PODER no se le toca bajo ninguna circunstancia.

Si hacemos un poco de historia dentro de este hilo de Ariadna, recordaremos que en el episodio Berriel, para cuyo caso se presentó en representación el abogado Juan Fagúndez, se estableció como parte de la defensa señalar que los pedidos que llegaban de Presidencia de la mano de Astesiano, cualquiera fuera, debían ser contemplados por la verticalidad del mando y sin poner en discusión los objetivos de los mismos. Teniendo en cuenta adicionalmente lo narrado por el ex director de Secretaría Luis Calabria y por el abogado colorado Ojeda en relación al pedido del fallecido dirigente Larrañaga a Berriel sobre la necesidad de apoyar lo que Astesiano necesitara, puede ser una teoría realista vincular algunas situaciones y solicitudes bajo cuerda a los cuadros policiales a los requerimientos políticos y puntuales del propio presidente.

El audio de la fiscal emitido por "Legítima Defensa" seguramente tendrá derivaciones insospechadas ya que compromete a una institución crucial de la República en base al nuevo Código de Proceso Penal de 2017, y pone en entredicho la separación de poderes cuando en apariencia existen ciudadanos clase A y B. El fiscal de Corte ha tomado nota de las grabaciones a la fiscal y se tomará su tiempo para decidir qué medidas son las más convenientes. La Dra. Fossati ha comenzado a hacer uso de una licencia de 15 días y hasta su regreso no se sabrá qué repercusiones tendrá el audio en su carrera profesional. Aparte, ha solicitado al fiscal Gómez su separación del caso Astesiano y una custodia policial, invocando amenazas, presiones, e insultos por las redes sociales, situación que resolverá el Fiscal de Corte al regreso de Fossati.

El presidente, en entrevista con Blanca Rodríguez por Canal 10, continúa interpretando el papel de Pilatos que le ha mantenido en una burbuja impermeable a pesar de la andanada de episodios sospechados de complicidad en varias acciones tomadas por Astesiano. En un hábil contraataque mediático ha centrado su discurso en la voracidad de poder que detentan los principales referentes del FA en búsqueda de hacer caer al gobierno en el descrédito y la sospecha de gestión mafiosa. No puede haber mejor defensa que un buen ataque, siguiendo la tradición futbolera.

Recordando la famosa obra literaria "El retrato de Dorian Gray", la ciudadanía observa impávida que los floridos discursos y la manipulación mediática entre risas, saludos, besos, y selfis, constituyen el arte del engaño republicano, la parte del iceberg que se ve, mientras que la otra cara del poder -aquella que muestra el alma del protagonista y al que hace alusión el retrato- exhibe una degradación moral propia de aquellos que se convierten en políticos como un negocio lucrativo al que hay que saber exprimir durante 5 años porque después no se sabe si hay retorno.

Me ha dicho un querido amigo que después de toda la evidencia sostenida a través de los chats y de la depuración policial hecha entre gallos y medias noches para marcar culpables que exonere a los ideólogos principales, lo que resta es un juicio político al presidente, algo que no creemos posible por la relación de fuerzas parlamentaria y además, porque sería el fin de una carrera política y de un apellido para el PN que todavía puede rendir sus frutos. Es evidente que después de tantos golpes a la credibilidad y a las expectativas de una vida mejor, los/as ciudadanos/as den poco crédito o ninguno a los cacareados asertos de libertad y democracia en boca de algunos líderes de pacotilla, afectando por elevación a todo el sistema de partidos y a la república democrática como modus vivendi y como mecanismo de una justicia inapelable. Parafraseando al líder máximo de nuestra historia podemos decir que con la verdad no ofendo ni temo.