El “hermanísimo” Guillermo Chifflet

Por: José E.Díaz

Compañero durante más de setenta años, me resulta difícil volcar el tropel de recuerdos, vivencias y luchas comunes mantenidas con el querido y entrañable compañero. Sobre todo, repasar ideas compartidas y profundos sentimientos de cercanía  y solidaridad.

 

Empezaré con nuestra ubicación común a fines de los 40 y durante las dos décadas siguientes. Guillermo, a quien conocí  en Casa del Pueblo, siendo ya joven periodista, Secretario de Redacción de “El Sol”, órgano oficial del PS, fundado y dirigido nada menos que por don Emilio Frugoni.

Formamos parte de lo que alguna vez llamé “la generación de la FEUU de los 50 y el sindicalismo autónomo de ese mismo tiempo”, cuyas ideas de sesgo libertario y tercerista y las determinantes luchas sindicales de entonces, nos influyeron grandemente. En esa matriz de ideas y en esas duras luchas estudiantiles y obreras, que debieron apuntar a nuevas reivindicaciones y  rumbos ante un país que entraba en la fase inicial de su “crisis sustancial”, como la denominó, tempranamente y con gran acierto Vivian Trías, y enfrentar dos medidas prontas de seguridad decretadas por gobiernos reaccionarios blanquicolorados, con ulteriores y crecientes andanadas liberticidas contra el movimiento sindical, con confinamientos de dirigentes en el interior.

Chifflet y Sendic, con algunos años mas que el resto de jóvenes socialistas de entonces, fueron junto a Trías, pioneros de lo que vino después en nuestra izquierda. Fueron grandes compañeros que, sin proponérselo, los tres de extremada modestia y humildad, ayudaron a la formación de los demás, aconsejando lecturas y prestando sus libros.

En los congresos partidarios de los 50, se produjeron importantes cambios de los que Chifflet fue un gran vocero, desde su encomiable trabajo en “El Sol” y sus claras exposiciones en las sesiones plenarias. En dichos congresos se dio un giro clasista y frentista a las definiciones nacionales del  partido, se consolidó el tercerismos en nuestra posición independiente de los imperialismo entonces en pugna y de firme impronta latinoamericanista, y se definió una activa posición de unidad sindical pro Central Única.

En esos años, tres excepcionales compañeros socialistas visitaron Yugoeslavia, único país comunista que veíamos con simpatía, básicamente, por su posición independiente de la URSS que convirtieron a Tito en uno de los creadores del Movimiento de No Alineados junto a otros líderes mundiales, y por el desarrollo de una experiencia de socialismo autogestionario, ambas políticas afines a nuestra posiciones socialistas y revolucionarias.

En esa Yugoeslavia que encabezó Tito, cuya liberación y posterior unificación fue obra de ellos mismos y no del ejército soviético, en histórica  guerra de guerrilla anti-fascista, estuvieron el entonces diputado socialista Germán D’Elía, el dirigente obrero Ignacio R. Huguet y, por las Juventudes Socialistas Guillermo Chifflet, a través de sendas invitaciones recibidas.

Todos ellos trajeron una buena visión de la experiencia socialista Yugoeslava, escribieron sobre ella en “El Sol” y dieron entrevistas y charlas en todo el país.

Pero Chifflet fue ante todo un gran periodista, “guerrillero de la pluma”, y un estupendo escritor, autor de algunos espléndidos libros. Ahora mismo recuerdo uno sobre la gran compañera Alba Roballo, ya en el FA,  y otro, tal vez el último, sobre el fundador del Partido, don Emilio Frugoni, que tuve la responsabilidad de prologar.

Algunos años después de su memorable gestión como Secretario de Redacción de “El Sol”, se incorporó a la Redacción de “Marcha”, el legendario semanario que fundó y dirigió el Dr.Carlos Quijano, hasta su cierre. Quijano fue no sólo un grande de la pluma. Fue un exponente de lo mejor de nuestra política y cultura nacionales. Si mal no recuerdo, Chifflet trabajó en Marcha hasta su infame cierre en 1973.

Chifflet fue un singular militante y dirigente de las Juventudes Socialistas, como asi se denominaba al organismo juvenil del PS, y del propio partido durante muchos y fecundos años. Y digo singular porque la densidad de sus aportes de todo tipo no se reflejaban en cargos partidarios que casi siempre, por pura modestia, rehuía ocupar. Creo que junto al gran compañero Hebert Berriel, que venía de un centro socialista, fue el primer joven en ser elegido, mediante voto directo, miembro del Comité Ejecutivo Nacional del partido, máximo órgano entre congreso y congreso, sin perjuicio de su conversión, para casos importante, en Comité Ejecutivo Nacional Ampliado con miembros de todos los centros socialistas. Muchos años después, siendo octogenario y con dificultades motrices, iba a las sesiones del Comité Central a dar sus posiciones siempre de firmeza revolucionaria. Fue un hombre de partido, no un militante de aparato.

Chifflet fue un extraordinario parlamentario, primero como Edil de la Junta Departamental de  Montevideo ya a fines los años 50 y luego como Diputado, entre 1990 y 2006.

En Cámara compartí bancada frenteamplista y socialista con él. Si bien destacó en la comisión sobre Derechos Humanos, participó con gran lucidez y eficacia, en varios frentes y comisiones. Ante ataques ideológicos en Cámara, Guillermo fue primera espada en la defensa de los ideales socialistas y las posiciones del FA. Hasta que llegó una solicitud del Poder Ejecutivo, esta vez bajo la conducción del FA, pidiendo nueva autorización para enviar tropas militares a Haití. Guillermo se negó a votarla y renunció como parlamentario, en encendido alegato anti-imperialista de gran repercusión nacional y latinoamericana, que los haitianos reconocieron vivamente y no olvidarán. Guillermo está en la mejor historia de ese sufrido y querido pueblo hermano. Chifflet, con coherencia inmaculada, supo unir el decir con el hacer. Fue parte indeleble de su humanismo socialista.

En sus últimos años, al dirigirse a los compañeros empezó a usar la expresión superlativa de hermanísimo. En mi familia nos habituamos a llamarle con inmenso afecto y cariño, “el hermanísimo”. Por eso el título de esta modestísima semblanza de este gran compañero.                                                                                                          

*agosto de 2020.