Por Griselda Leal Rovira
Los cambios en la sociedad planetaria están llevando a reducir o eliminar la población de diversos sectores, principalmente de occidente o del llamado primer mundo, en tanto que en los países o regiones donde hay grandes bolsones de pobreza o el predominio de determinadas culturas religiosas se registra un aumento demográfico, muchas veces en condiciones lamentables.
Pero al mismo tiempo, en el marco de esta realidad y dentro del llamado mundo “civilizado”, se está fomentando la ideología de género, algo que viene a los empujones y que, como todo en la vida, requiere un de cierto equilibrio que permita su asentamiento.,
En muchas regiones del mundo, y dependiendo de las costumbres, el homosexualismo fue condenado duramente, incluso pagándose con la muerte. Esto trajo muchísimo dolor para quienes sentían esa inclinación sexual, ya que usualmente debían ocultarla o fingir ante la familia y la sociedad que les exigía entre otros reclamos contraer matrimonio heterosexual y procrear. Por fortuna, esa ideología ha cambiado radicalmente aunque suele ocurrir que el destape lleve a exacerbar lo opuesto.
No escapa a los propósitos de quienes manipulan los términos demográficos con fines diversos que una manera de reducir la población, aunque no sea de efecto inmediato y de alto impacto numérico, consiste en fomentar la homosexualidad. Se elimina así el aporte que hace la procreación -factor natural para conseguir el aumento de la población- sin impedir que personas del mismo sexo vivan juntas o se formen parejas libremente, sin ningún tipo de censura.
También influyen los modos de vida dentro de la sociedad y en especial entre las mujeres jóvenes que por ejemplo, hacen sus opciones postergando la maternidad o incluso directamente la rechacen. Esto tiene explicación ya que, por un lado el hecho de que deseen proyectarse en sus profesiones, tareas o empresas, lo cual implica tener poco tiempo para criar hijos, o en otros casos el hecho de que los salarios sean bajos, lo que no les permite vivir cómodamente o dedicar dinero a otros gustos o placeres hace que tomen esas decisiones. Otro detalle no menor es el hecho de que las parejas. Frecuentemente, duran poco y al separarse surge el problema de la crianza de los hijos. Estos factores nos están llevando a que ciertos grupos humanos se reduzcan, mientras otros crecen.
Esto no implica que unos sean mejores que otros o que tengan valores mas o menos elevados, simplemente es un dato de la realidad.
Pero lo cierto es que el modelo clásico de “familia” se ha visto reducido y han surgido otros núcleos familiares que la sustituyen.
En el continente europeo este fenómeno se está dando de manera acelerada, especialmente con la llegada de inmigrantes africanos y de Medio Oriente que tienen costumbres distintas a su lugar de acogida. Se va generando así una formidable experiencia de mezclas no solo raciales sino que, al unísono, de culturas.
En Estados Unidos la población latina aumentó considerablemente, uniéndose a los descendientes de los africanos que fueron llevados como esclavos varias generaciones atrás y hoy están mezclados con el resto de la población, pero sin embargo continúan siendo discriminados pese a que las leyes han cambiado.
Las causas de estas oleadas de personas que huyen de sus países de origen siempre son la pobreza, la violencia o las guerras, de las cuales no está exento de responsabilidad el mundo desarrollado.
En China, tras intentos de reducir la población a comienzos del siglo pasado, por ejemplo exhortando a concretar matrimonios tardíos, en 1979 el gobierno tomó medidas drásticas decretó que en zonas urbanas las parejas sólo tuvieran un hijo so pena de recibir multas. Esto acarreó grandes polémicas, sobre todo porque en general la gente no deseaba tener niñas, quienes de nacer eran desechadas u ocultadas de una manera cruel. Pero en 2015 hubo un cambio de criterio y se aceptaron 2 hijos por pareja, (el segundo por solicitud, cosa que mas tarde se eliminó).
Siguientes estudios determinaron que en el país había un rápido envejecimiento de la población, creando un desafío económico y social como consecuencia de la baja natalidad, es así como el gobierno autorizó a las parejas a tener tres hijos. Actualmente China cuenta con aproximadamente 1.400.000.000 (mil cuatrocientos millones) de habitantes y es el país más poblado del planeta, seguido de cerca por la India.
Si bien actualmente se estima que el planeta produce alimentos como para satisfacer toda la demanda alimentaria de la población mundial, lamentablemente existe una pésima distribución en beneficio del primer mundo y en detrimento de un gran porcentaje de la población más carenciada.
De todos modos no parece conveniente que la población en general siga aumentando de la manera como lo hace actualmente y de manera despareja. Pero el método correcto no es reducirla con guerras, enfermedades curables, virus o hambrunas a como estamos acostumbrados, sino con la educación y aumentando el nivel económico de los más desposeídos, tanto a mujeres como a varones, procurando que cada pareja o cada persona tenga los hijos que desee y pueda mantener correctamente.
Elevar el nivel cultural y de conciencia colectiva nos llevaría a enfrentar los cambios negativos que nos acechan.
Los promotores del Nuevo Orden Mundial no van a retroceder en su propósito de reducir la población de acuerdo a su criterio, de someternos, y de formar un gobierno mundial no democrático, totalitario y dictatorial, manejado por quienes ostentan la acumulación de grandes fortunas, producto de la explotación de los recursos y de los trabajadores. Tienen las herramientas tecnológicas, de comunicación, los ejércitos y el dinero para seguir adelante con el plan.
Pero nosotros somos muchos más y tenemos la energía y métodos de comunicación para lograr que hombres y mujeres tomen conciencia y no se dejen dominar. No se deben abandonar las convicciones dicen los militantes y avisan que la lucha recién empieza.