Por Griselda leal Rovira
Los grandes medios de comunicación, que son quienes manejan las noticias a su conveniencia, nos dicen que los políticos elegidos democráticamente por los pueblos son quienes tienen la potestad de encaminar nuestras vidas, pero eso es relativo, pues detrás de ese poder formal hay otros que, de una manera más solapada pero muy eficazmente, nos conducen a comportarnos de una u otra manera.
Las agencias de publicidad que viven de los avisos, muy bien pagados por las grandes corporaciones, son el vínculo que nos une a ese otro poder, el económico, que es el que nos condiciona a consumir aquello que nos sea imprescindible y conveniente.
Los programas basura que emiten los canales, abiertos o cerrados, colaboran con su cholulismo para que muchas personas se distraigan y dejen de razonar.
Es verdad que quienes disponen de un buen ingreso económico disfrutan de adquirir artículos o distracciones que se acepta en términos generales, les hacen más grata la vida, pero suele ocurrir que los que están más abajo, aspiran a tener lo mismo, pero a costa de endeudarse o vivir para trabajar en lugar de trabajar para vivir.
El tema es que quienes estamos abajo somos muchos más que los que están arriba.
Y quienes recaudan, son unos pocos, son los que están en lo alto de la pirámide, los que ponen huevos en varias canastas a efectos de jamás perder dinero y así acumular y acumular fortunas.
Después de haber llegado a cierto nivel económico es más fácil aumentar los ingresos, dado que las necesidades básicas (y más que básicas) ya están cubiertas y con lo que les sobra pueden invertir. El que llega a fin de mes en cero no ahorra y el que no llega se endeuda.
En una época eran los reyes y su séquito quienes tenían la potestad de explotar a sus súbditos con el cuento de que eran enviados de los dioses y herederos del trono, aunque todavía existen estos siniestros personajes en varias partes del planeta, en occidente en general, han caído en desprestigio.
Pero, los nuevos aristócratas son más astutos.
Algunos dan la cara, ya sea porque no pueden con su ego o porque han sido descubiertos por las revistas del jet set, pero otros se mantienen en el anonimato.
Hay un grupo de corporaciones que manejan el mundo y son dueñas de prácticamente todo lo que consumimos: Coca-cola, Pepsi-cola, Nestlé, Unilever, Danone, Bayer con Monsanto, Rexona, Dove, M´c Donald, Nike, Levis, Facebook, Google, Instagram, Youtube, Amazón, VISA, Compañias de transporte, Hoteles, Tabacaleras, Industrias del alcohol, automovilísticas, farmacéuticas, fábricas de armamentos, etc… etc…y no hablemos de los negocios del delito como tráfico de drogas o explotación sexual.
Muchos hacen más cómoda nuestra vida, es cierto, pero al precio de la concentración en poquísimas manos. Lo hemos visto hasta el cansancio en nuestro país, en el que prácticamente ya no existen emprendimientos familiares en muchos rubros ya que han sido absorbidos por multinacionales. Así, cada vez quedan menos almacenes de barrio, porque en la cercanía se instaló un supermercado. Y no se trata de que el sistema sea mejor o peor, se trata de que las ganancias se van para el extranjero mientras nuestra gente se empobrece, y en el mejor de los casos pasan a ser empleados mal pagados de estos nuevos patrones que en muchos casos los explotan sin mayores miramientos.
Ellos son los mismos que luego asisten a reuniones secretas o discretas y planifican nuestro futuro.
Pero , ¿qué pasa con los gobernantes que elegimos democráticamente a través del voto secreto? Ese es otro tema. En la medida que la gente tome conciencia y se empodere de sus derechos, los políticos de turno han de ser mas responsables y cautelosos con las medidas que tomen.
A un pueblo ignorante es fácil manipularlo, es por eso que los gobernantes de derecha tratan de bajar el nivel de la educación, aunque debemos saber que no es todo, también está la universidad de la calle que nos ayuda a guiarnos por el camino correcto (o incorrecto).
También los gobernantes de derecha procuran reducir el nivel económico de las mayorías, porque quien vive desesperado por la sobrevivencia pierde la capacidad de razonamiento y pierde el dominio de sus jóvenes que quedan a la deriva, muchas veces cayendo en el delito.
Y el delito les sirve de excusa, aunque los delincuentes de guante blanco queden impunes.
A veces avanzamos y otras veces retrocedemos en nuestros derechos, pero siempre vamos dando un pasito adelante.
Hoy por hoy en América Latina hay intentos de dar un giro a la izquierda, aunque el momento es muy difícil, porque a nuestro jóvenes los tratan de convencer de que ya no hay derechas e izquierdas, que todo es lo mismo, que todos los políticos son iguales, pero cuando esto ocurre, quienes ocupan el lugar son precisamente los que van a instalar una dictadura y a esa historia ya la conocemos.
El discurso entreverado que circula por internet y en el boca a boca confunde a muchos, por eso es que el esfuerzo por aclarar conceptos es muy grande para los que creemos que nos están manipulando.
No permitamos que nos engañen. No se trata de aumentar la brecha, se trata de ver claramente cuál es el camino que nos puede llevar a vivir una vida mejor.