Adiós a Juan Carlos Coral

Adiós a Juan Carlos Coral 

Escribe: Edmundo Ballesteros

 

Los socialistas latinoamericanos y especialmente nosotros, los rioplatenses, registramos una perdida muy importante, ya que el pasado 23 de agosto, a la edad de 84 años murió este gran socialista argentino. ¿Quien fue Coral?: ¡Un socialista a carta cabal!

Con él se fue una de las últimas figuras del socialismo histórico. Se incorporó al viejo Partido Socialista Argentino después de la Libertadora, vehiculizando en su seno una perspectiva renovadora, revolucionaria, en oposición al “gorilismo” que dominaba y dio lugar a la derechización de ese partido.

Siempre fue contundente en criticar al reformismo bernsteniano o kautskista, así como el de Juan B. Justo o Nicolás Repetto y a las posiciones “de derecha” tan anidadas en aquel Partido Socialista. En sus posturas revolucionarias puede ser comparado con Enrique Del Valle  Ibarlucea, senador socialista desaforado por defender e identificarse con la Revolución Rusa. Al tiempo que fue  protagonista de una militancia intensa en el seno del tronco socialista, llena de irreverencias inadmisibles para su propia fuerza política y siempre animándola de un fervor del que en general carecía ese PSA,  salvo en el caso de Alfredo Palacios a quien admiraba y, para muchos, emulaba en su manera de vestir, hablar y gesticular.

Coral no tuvo reparos en contrariar las posiciones oficiales de su partido. Decía por ejemplo, hablando de los obreros peronistas, que “muchos son socialistas que tocan el bombo”, sostenía que “la dirección reaccionaria del peronismo será frustrada por la dinámica revolucionaria de las bases” y hasta confiaba en que “la guerra de guerrillas es el único camino que tiene el pueblo para ejercer el derecho a la revolución”. Eso era demasiado para una fuerza que hacía culto de la moderación y el reformismo.

Desde su incorporación a la Juventud Socialista comenzó a destacarse como un orador distinto, que llegaba a concitar mucho más interés que los demás en cualquier tribuna socialista. Alfredo Palacios, el viejo espadachín del socialismo argentino, le puso los ojos encima y lo “adoptó”: por varios años serían inseparables. Hasta en el aspecto –sus amplios bigotes, el uso de chalinas de alpaca—había similitudes… Así Coral pasó de ser el secretario de Palacios en las campañas electorales de 1958 y 1961 –ambos se identificaron con la Revolución Cubana y Palacios fue el primer argentino en visitar la isla– hasta que en 1963 ganó las internas partidarias y pasó a encabezar la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires. En su gestión –hasta que el golpe del 66 cierra el ciclo– se destacó por sus estudios sobre la reforma agraria, y su acompañamiento de las luchas obreras, de los habitantes de las “villas miseria” y también, por el lugar que le dio a los pueblos originarios de “Indoamérica”, para decirlo en sus términos.

Era un placer escucharle las ocurrencias que tenía en la tribuna. Como diputado de la Nación, Coral trabajó intensamente. No solo preparaba concienzudamente sus iniciativas sino que su actividad era clave en la elaboración de los proyectos del legendario Alfredo Palacios Tenía predilección por algunos temas: las condiciones de trabajo y salariales de los trabajadores, la propiedad agraria y la situación imperante en las villas miseria. Así, sus principales proyectos incluyeron el Salario Mínimo, Vital y Móvil, la Reforma Agraria o la urbanización de las villas y barrios de emergencia. Supo ejercer la denuncia, ingresó “clandestinamente” al Penal de Devoto y luego, en la Cámara, denuncio las tremendas e inhumanas condiciones de privación de libertad que reinaban en el sistema penitenciario..

 

El impacto de la revolución cubana modificó el panorama político de América Latina. Palacios muere y, tras el golpe de estado de Onganía, Coral reorganiza al PS. Bajo la consigna de “Frente Obrero”, a fines de 1967 realiza un congreso en la clandestinidad, en Córdoba, y edita el periódico Los de abajo, de aparición irregular. En ese mismo año es uno de los cuatro argentinos que participa del congreso de la OLAS (Organización Latinoamericana de Solidaridad),  integra la delegación argentina junto a John William Cooke e Ismael Viñas,  mantiene un encuentro con Fidel Castro y, en el viaje de regreso, es invitado por Perón a su casa en Madrid con quien sostiene una larga entrevista


 

El proceso abierto con el Cordobazo desembocó en elecciones que iniciaron relaciones políticas formales entre el grupo de Coral, de una estructura nacional pero muy laxa y poco militante y el PRT (La Verdad) formación trotskista ortodoxa.

Hacia principios de 1972 se acordó la fusión de ambas organizaciones y nació así el PSA (Secretaría Coral) que pronto comenzó a editar Avanzada Socialista y realizó su primer congreso a mitad de ese año, reunió los requisitos para obtener la legalidad y, a fin de año, cambió su nombre por el de Partido Socialista de los Trabajadores. Aunque podía parecer que la homogeneidad política era total, algunos matices de independencia del grupo “socialista” –y en especial del propio Coral—habilitan a inscribir el PST como una experiencia muy avanzada que, de frente único revolucionario programático y organizativo, se transformó, en los pocos meses de aquellas campañas electorales, en un embrión de partido revolucionario.

Juan Carlos Coral fue el candidato presidencial del PST-Frente de los Trabajadores, en las dos elecciones realizadas en 1973, en marzo junto a Nora Ciapponi, la única mujer candidata en esas elecciones y, en septiembre, junto al dirigente clasista del sindicato Sitrac cordobés, José Francisco Páez. Su figura fue una referencia ineludible en la política nacional durante todo el período 1973-1976 en los que gobernó el peronismo con cinco presidentes, tres electos y dos interinos (Cámpora, Perón e Isabel Perón los primeros y Lastiri y Luder). En un escenario de crisis recurrentes, expectativas de las masas en Perón y el peronismo, y sostenidas luchas obreras –como en Villa Constitución y contra el Rodrigazo, en 1974 y 1975–, Coral fue la expresión de la política obrera revolucionaria  cimentada en la independencia de clase y el apoyo a la movilización de los trabajadores. Junto con Tosco, el gráfico Ongaro, el mecánico cordobés Salamanca y el metalúrgico Piccinini, Coral se convirtió en un referente indiscutido de la izquierda argentina.

La ola de asesinatos, bombazos a locales políticos, persecuciones y encarcelamientos desatada en 1974 y profundizada después, por las fascistas Tres A y la burocracia sindical, tuvieron al PST como uno de sus blancos predilectos. Coral fue amenazado de muerte varias veces y debió combinar con sumo cuidado su vida pública, exilándose en Venezuela después del golpe del 76.

 

Reapareció en la escena política en los 90 rescatado por el grupo de socialistas que rodeaban al diputado Alfredo Bravo, retomando así  una participación política con los socialistas, ya que mayor parte de los históricos no lo habían seguido en su aventurada alianza con los trotskistas en el 73, experiencia  en la que fue acompañado por Enrique Broquen, otra figura de referencia para los socialistas uruguayos. Este reencuentro precipitó una reanudada circulación entre los militantes y locales del socialismo, que Coral conjugaba con un también renovado vínculo con algunos sectores ligados al PST y sus variadas derivaciones.

Ya en los años 2000, Coral siguió ligado al sector del socialismo que se integró primero al gobierno de Néstor Kirchner (Jorge Rivas) y luego al de Cristina (Oscar González, Ariel Basteiro,). De hecho, aunque siempre mantuvo precauciones y críticas frente al kirchnerismo,  reconoció los avances que se produjeron durante ese periodo y lo dijo en presentaciones y programas de radio. Pero sobre todo su prédica estaba teñida de cierto fundamentalismo e insistía hasta el final en su temor, casi certeza, de que “el capitalismo lleva al fin de la Humanidad”.

Dedicado en los últimos años a la lectura, la reflexión y la conversación, elaboró un documentado libro sobre su maestro de juventud Alfredo Palacios, el Socialismo Criollo, que le publicara la histórica Editorial La Vanguardia.

El Socialismo para la Victoria lo tuvo muy cerca durante estos últimos años en múltiples y variadas actividades y supo ser el orador indispensable en las celebraciones del Primero de Mayo

Coral fue un amigo de los socialistas uruguayos, estuvo en abril del 68 en un mitin en el Palacio Sudamérica, convocado por el Semanario Izquierda, al estar  proscripto el PS. También, hizo parte del “vario pinto” de las delegaciones internacionales:  del PC de la URSS, al BAAS, para llegar a los socialistas de la izquierda nacional de Jorge Abelardo Ramos que se dieron cita en el 37 Congreso de 1972.

¡Hasta el socialismo siempre!