MISSAK MANOUCHIAN*

Luis Casado

A medida que el tiempo pasa no podemos evitar hacer un balance. ¿Qué fue de nuestros sueños, de nuestras ilusiones? ¿Y qué fue de nuestros combates? ¿Tú eres de los que permanecieron fieles a sus convicciones, o formas parte de los que se habituaron a cobrar? En el 50º aniversario del golpe cívico-castrense que sepultó a Chile en un lodazal del que aún no salimos, estas preguntas son inevitables. Missak Manouchian combatió a los nazis. En su desgracia, los nazis que le asesinaron fueron menos canallas que sus homólogos chilensis. Y Missak recibirá un homenaje...           

                                                 

Si los armenios no aprecian mucho a los turcos no se debe precisamente a sus kebabs, suerte de comida rápida, faste-foutapaspintxos o tentenpié, aun cuando los que saben aseguran que el secreto de los kebabs está en el arte turco para manejar el cuchillo.

Para tus archivos, el genocidio armenio fue perpetrado de abril 1915 a julio 1916, en el curso del cual perecieron dos tercios de los armenios que vivían en el territorio de Turquía. La I Guerra Mundial fue el telón de fondo. El imperio otomano participó en la guerra como parte de la coalición constituida por el Imperio alemán, Austria-Hungría y el reino de Bulgaria, opuesta a los Aliados. El genocidio, planificado y ejecutado por el partido en el poder en esa época, el Comité Unión y Progreso (CUP) más conocido como Jóvenes Turcos, hizo desaparecer un millón dos cientos mil armenios de Anatolia y de Armenia occidental.

De ahí que encuentres armenios diseminados en muchos países europeos. Algunos de ellos vinieron a Francia, como llegamos mucho más tarde no pocos chilenos, con un patrimonio que se resumía a una mano adelante y otra atrás.

Missak Manouchian nacido el 1º de septiembre de 1906 en Hisn-i Mansur (Imperio otomano), encontró refugio en Francia junto a su familia en el año 1925. Obrero carpintero, tornero, autodidacta, se apuntó al partido comunista galo cuando la crisis del 6 de febrero de 1934. Ese día, una manifestación obrera fue reprimida salvajemente, dejando dos decenas de muertos y mil quinientos heridos. Missak se convirtió rápidamente en uno de los líderes de la MOI, Mano de Obra Inmigrada.

Las desgracias nunca vienen solas. Con el Armisticio del 22 de junio de 1940 comenzó la Ocupación militar alemana del territorio francés. La II Guerra Mundial había comenzado. Como sabes, Charles de Gaulle desertó de un ejército que no combatió, y se fugó a Londres. Allí, con la oposición de Winston Churchill y de los EE.UU., que preferían generales obedientes, logró alzarse como el jefe de la Francia que resistió, la Francia Libre.

Su hombre en Francia se llamó Jean Moulin, y al mencionar su nombre no logró reprimir un estremecimiento de admiración. Jean Moulin, prefecto de la República, salió clandestinamente de Francia vía España, para recibir en Londres las instrucciones de Mon Général. Un avión inglés lo largó en paracaídas en territorio francés. Así se construyó la unidad de la Resistencia: con De Gaulle y sus seguidores y los comunistas.

Missak Manouchian tomó la dirección de un grupo de combatientes, los Franc-Tireurs-Partisans de la Mano de Obra Inmigrada (FTP-MOI), que se distinguió en varias acciones militares que le hicieron comprender a los nazis que la Ocupación tenía un precio: 229 acciones fueron llevadas a cabo en menos de dos años. La más rotunda: la ejecución del oficial SS Julius Ritter, responsable del Servicio del Trabajo Obligatorio (STO) en Alemania, y amigo de Hitler.

* Publicado en “Politika”