Hersilia Fonseca integrante del equipo de edición de Claridad ha realizado un trabajo de edición de la exposición realizada por Yaro Herrero, el pasado 6 de octubre en Montevideo, organizada por la Fundación Siembra.
El trascendente y esclarecedor punto de vista de esta antropóloga, ingeniera agrícola, educadora social y ecofeminista, llegara a nuestros lectores en tres entregas
Yayo Herrero
La primera parte de la ponencia de Yayo Herrero apareció en el No.63 de Claridad y ponía el acento en la guerra contra la vida que lleva adelante el capitalismo. Esta tercera y última parte de la ponencia profundiza en la injusticia entre Sur y Norte y plantea los desafíos de pensar nuevas formas de vida y desarrollo, basados en una visión de clase, en la que pueblos y ciudadanía quieran los cambios que hay que hacer.
Hace unos meses, en un salto a la valla de Melilla el Ejército de Marruecos tiroteó a un montón de personas migrantes que quedaron tumbados sin atención. Y al día siguiente los enterraron en fosas comunes. Esto muestra cómo el gobierno español, al igual que el de Salvini (fascista), vulneran los derechos humanos. Así es en todos los países de Europa. Pero si el cordón alrededor de las ciudades que les impide la entrada se utilizara para impedir el ingreso de energía, bienes y materiales, las ciudades europeas no durarían ni dos meses.
Los países considerados desarrollados, se caracterizan por vivir con más recursos de los que hay en su propio territorio, de tener huellas ecológicas que superan con mucho lo que sería escalable a toda la población del planeta. Si eso es un país desarrollado, creo que nosotros, la gente de izquierda, deberíamos darle una vuelta a eso que llamamos Desarrollo.
El discurso dominante lo que hace es deshumanizar a las personas migrantes para poder legitimar y justificar éticamente porqué se las trata así. Entonces resulta que la persona saqueada, expulsada de su territorio, es convertida en una amenaza, entonces el problema migratorio deja de ser un problema político y ético para convertirse en un problema de seguridad.
Dentro de las propias zonas enriquecidas, del Norte Global, comienzan a originarse tremendas polaridades y un aumento de las desigualdades: en España una persona joven que habla inglés, que terminó sus estudios universitarios, que está en condiciones de tener un buen trabajo, hoy obtiene un empleo que no le sirve para combatir ni la precariedad ni la pobreza, porque las propias condiciones laborales son generadoras de pobreza, por los precios de las viviendas, de la luz, agua, etc.
La misma empresa (ENDESA o IBERDOLA) que en América Latina realiza grandes proyectos que esquilman el territorio, que expulsa población, es la misma que le corta la luz a quien no la puede pagar.
Cuando el tener un techo, calentar una comida, no es un derecho sino la consecuencia de un negocio, nos encontramos con que esas necesidades que hay que cubrir no se cubren, está por encima el negocio que esa sostenibilidad de la vida.
- Guerra contra los vínculos y las relaciones
Es la necesidad que esa vida que tiene que ser cuidada cotidiana y generacionalmente pueda serlo. Lo que está sucediendo es que hay una crisis de cuidados. Las pirámides demográficas han cambiado totalmente, y las dinámicas de la familia nuclear también. En mi familia y a modo de ejemplo, -somos 5 para cuidar de mi madre- mi única hija tendrá que hacerse cargo de varias personas más. Y todo esto, en sociedades sumamente envejecidas, nos plantea ya mismo problemas importantes a resolver. Y esto en un marco de privatización de estos servicios, ya que el capital cuando ve que se agotan determinadas vetas, va a la salud, el agua o la energía como los sectores sobre los cuales se puede seguir sacando tajada.
También se privatiza dentro de cada casa y se recarga sobre las mujeres en su mayoría. Se criminaliza al que se comporta como ser humano, buen vecino, alberga migrantes, etc. Rita Segato lo define como una quiebra de la razón humanitaria.
Entre el crecimiento de la derecha (y la ultraderecha) y la izquierda tradicional, hay una izquierda neoliberal progresista que no le mete mano a los problemas estructurales y se apoya en discursos un poquito verdes, un poquito violeta, un poquito rojillo, pero sin meterle mano a las cuestiones fundamentales. Esa forma de abordar la dinámica de izquierda le abre la puerta de par en par a la ultraderecha. Lo de Meloni no es una gran sorpresa.
¿Cómo es posible que una sociedad que se autodenomina sociedad del conocimiento, haya podido generar este desastre y además llamarlo desarrollo? A pesar de que el desarrollo haya supuesto en poquísimo tiempo el deterioro de las bases materiales que sostiene la existencia, las naturales, y la construcción de una forma de entender la sociedad que ha individualizado brutalmente a las personas y no permite que entendamos las lógicas de interdependencias.
La idea de progreso en la cultura de Occidente se ha conformado sobre una fantasía de la individualidad, en base a que se podía imponer una triple emancipación, emancipación de la naturaleza y de sus límites, emancipación de tu propio cuerpo, emancipación del resto de las personas como si la vida individual fuera posible. Desde Platón en adelante el hombre aprendió a mirar la tierra y los cuerpos desde la exterioridad, la superioridad y la instrumentalidad. Como si el ser humano transcurriera lejos o por encima de la tierra.
Esta triple emancipación constituye el núcleo de la idea de progreso que se da en Occidente. Con esa concepción de progreso era imposible que no se terminara confrontando con esa tierra que tenía límites y de la que dependíamos.
Esta idea, esta falacia, ha generado una ideología basada en el dominio y la violencia, que es la base de la ideología patriarcal. La idea de que algunas vidas valen más que otras. Era el varón el sujeto político de Atenas quien en el ágora, el espacio público, determinaba las reglas que organizaban la vida en común. Amaia Pérez Orozco dice que ese sujeto se convertirá en el sujeto universal, y será el modelo actual: BBVAH (blanco, burgués, varón, autónomo y heterosexual). Y todas las vidas se tienen que aproximar al máximo posible a ese sujeto. Cuanto más distante estás de ese sujeto, menos vale tu vida.
Plantea Isabelle Stengers que estamos viviendo el momento de la intrusión Gaia. Cuando Gaia se introdujo en el mundo de la política después de años de no estar mirando la Tierra y sus límites, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la pérdida de energía fósil, se han constituido en un agente político de primer orden, que está en el centro de la política, que no se puede dejar de contar con ello, pero es un agente político con el que no hay forma de negociar. Esto muestra en qué marco material se va a dar la idea de repensar una idea de progreso y también de desarrollo.
Esta ruptura y desmaterialización de la vida humana, da una vuelta de tuerca tremenda y se constituye en la Economía Convencional, porque quien lo perpetra es la economía capitalista, lo maximiza la economía capitalista convencional, pero a veces el productivismo defendido desde alguna izquierda, choca con la cuestión de que sea posible mantenerlo.
¿Qué hace la Economía Convencional? Reduce el concepto de valor al concepto de precio, razona estrictamente en términos monetarios y define que tiene valor aquello que puede tener un reflejo monetario en un determinado mercado, pero ¿cuánto vale el ciclo del agua, cuánto vale la fotosíntesis, cuánto vale el trabajo de las amas de casa, cuánto vale el trabajo de las comunidades? Todo esto que no tiene reflejo en las cuentas económicas del sistema, directamente está desaparecido del campo del estudio económico, pero se puede llegar a contabilizar su destrucción como si fuera riqueza. Por ej., un río contaminado vale más que un río limpio, monetariamente, porque hay que gastar para descontaminarlo, la guerra vale más que la paz monetariamente, ya que a diferencia de la paz, genera un crecimiento del PIB, producción de armamentos, gasto en combustibles, ataques, y luego en la reconstrucción que hay que hacer. Al reducir el concepto de valor al concepto de precio pasamos a ver la propia destrucción como si fuera riqueza.
Otra cosa que produce operar de esta manera es confundir la producción con la extracción. La producción, cuando nace la economía con lo fisiócratas (siglo XVIII), era lo que la naturaleza podía regenerar con ayuda del trabajo humano, agricultura, forestal, etc. Pero hemos pasado a llamar producción a la extracción de mineral, los minerales no los produce nadie, al llamarlos producción dejan de lado el tema de los límites.
Producir dentro del espacio mercantil es cuando por ej. invertimos y ganamos más dinero, da igual lo que se haya producido a nuestro sistema, lo que sirve es que opere en el mercado. Si tuviéramos economías que además de medir lo financiero midieran las necesidades que se satisfacen con cada una veríamos que la venta de trigo satisface necesidades, la venta de bombas no. Necesitamos modelos contables e indicadores multi criterio, que midan cómo impacta lo producido en la satisfacción de las necesidades y el bienestar humanos.
Esa idea de producción alimentó el mito de crecimiento, cuanto más dinero más producción, y en esa idea se impuso el mito del desarrollo. Ese concepto de desarrollo está directamente basado en la necesidad de estrujar cada vez más los recursos de la tierra, en la necesidad de explotar cada vez más y se ha llegado a un punto en el cual se pretendía que ese desarrollo fuera verde. Quizás si en 1990 se hubieran hechos otras cosas, podríamos hablar de Desarrollo Sostenible, hoy NO. Tenemos que hablar de cómo proteger vidas humanas en un momento de brutal contracción de la esfera material de la economía o sea que el decrecimiento de la esfera material de la economía es un dato, por lo tanto, un proyecto político es cómo aborda ese decrecimiento y contracción de la esfera material de la economía; y esto se puede hacer por las malas o por las buenas.
Al cambiar el concepto de valor al de precio, reducimos el concepto de trabajo al de empleo, y llamamos trabajo solo al empleo. No se puede dejar a las amas de casa fuera de los beneficios sociales ya que ellas son también trabajadoras. Los principios políticos básicos para repensar un modelo de desarrollo son:
- Principio de suficiencia. Lleva directamente a un debate sobre las necesidades humanas. Es un derecho y una obligación. Unos deberán aumentar y otros disminuir.
- Redistribución radical de la riqueza. Acceso a la tierra, a la energía, a los bienes y redistribución radical de las obligaciones, desfeminizacion del trabajo de cuidados. El cuidado es corresponsabilidad de todas las personas e instituciones.
- Cuidado y sostenibilidad de la vida como palanca y faro para organizar la política pública y la política cotidiana. Cómo sería una reforma laboral, una ley de vivienda, pensar cuanto hay y cuanto tocamos. Ser buenos ancestros.
Tema de no hablar claro. Tenemos que hacerlo y hacer de esto una cuestión que ilusione, contar dónde estamos es un ejercicio de amargura, pero contar a donde vamos, puede llenar de contenido la práctica política. Los discursos de decirles cuánto menos va a pagar en la factura de la luz, y no decir esto me parece un elitismo total y que no se confía en las personas que tienen la capacidad de emanciparse. La política desde el nacimiento del movimiento obrero ha sido una pedagogía respetuosa que creo debe hacerse.
Necesitamos construir pueblos y ciudadanías que quieran los cambios que hay que hacer. Nadie que llegue solo a una institución va a poder hacer las cosas que hay que hacer si no hay una base social. La construcción de base y a pie de calle es fundamental, más allá de lo electoral.
Lo posible y lo necesario. A veces te escondes en lo posible para evitar cosas incómodas, hay que ver cómo hacer para que la gente que pone el cuerpo y da la cara no sufra, que está siendo tremendamente atacada en este momento, hay que intentar acercar lo posible a lo necesario, porque si no la política no valdría para nada.
Liderazgos colectivos y participativos. Venimos de una cultura patriarcal donde el héroe daba la vida por la causa. Ahora la causa es la vida. Esto requiere liderazgos colectivos y centrados en la vida.
Tratar de construir horizontes de deseo, conseguir que las personas deseemos cosas que sean compatibles con la realidad material que tenemos. Hay un trabajo de construcción de utopía, que requiere memoria, imaginación.
La clase no es una categoría estanca y rígida. Thompson decía que la clase es una categoría dinámica que va cambiando con el tiempo. En su nacimiento fue formulada en función de las relaciones de producción. Son muchas más las personas que pueden tener experiencia y conciencia de clase que las definidas en su nacimiento.
Si las izquierdas más tradicionales no incorporan la mirada eco feminista cometen el error de no poder hacer un análisis material completo. Eso sería una verdadera catástrofe, teniendo en cuenta el crecimiento de las derechas.